Self-Compassion en la Vida y Trabajo
Las calles han vuelto a ser ocupadas.
Los sonidos emergen de las pisadas
De transeúntes apurados; risas se escuchan a la distancia.
La sirena de una ambulancia detiene todo por un momento.
El rayo de sol se cuela entremedio de las ramas.
Subo.
De la Espera
El tiempo pasado, sí, ese de la pandemia, fue de silencios, de espacios de pensar, leer, acumular nuevas experiencias (quizás mínimas) y descubrimientos personales.
Demasiado optimista, porque, también hubo dolor, llantos, soledad y ansiedad, además, ausencia de cuidado por las personas que lo deberían haber hecho.
Las noches se hicieron largas por los pensamientos que atormentaban nuestros anhelos, sueños y planes.¿Se podrán hacer?
El trabajo para algunos se perdió, otros se re-inventaron, algunos cambiaron la forma y ya la oficina tiene un lugar en algún rincón de los hogares.
Algunos siguieron con lo mismo, eso de caminar, sin pensar, sin sentirse, avanzar descalzo en medio del vendaval. El dolor, al parecer, se camufló y escondió con la mascarilla.
La noche suena y tiene su ritmo.
Las sirenas de ambulancias acompañaban las veladas.
Las paredes de la habitación cambiaban de colores con las balizas de emergencias y fuerza de seguridad.
Los pensamientos se detenían.
La muerte acechaba.
Estamos en ese momento de un nuevo amanecer, que se ha demorado más de lo usual. El período se hace lento, el rayo de sol no quiere aparecer y las nubes entorpecen la claridad.
¿Nos alcanzamos a sentir en esta oscuridad eterna?
¿Nos alcanzamos a escuchar en el silencio tormentoso?
¿Nos alcanzamos mirar en el tiempo detenido?
La luz aparece a la distancia.
Acerca de Self-Compassion
Vivimos en un ambiente hostil.
La constante presión desde todos los frentes, incluidos: laboral, familiar, educacional, social, político, sanitario, medioambiental y económico; nos tienen con un grado de estrés, al menos, importante.
Es por esta razón, que me hago la pregunta, en un contexto turbulento, lleno de incertezas: ¿cómo se enfrenta esto?, ¿Qué hacen las organizaciones para lidiar con estas dinámicas?, ¿Cómo prevenir accidentes en el espacio laboral?, ¿Cómo proteger y cuidar a nuestros trabajadores?
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Hay mucho ruido “allá afuera”, que no permiten escuchar las palabras que se deben decir.
Self-Compassion es una práctica que nos permite cobijarnos. Es el ejercicio donde nuestras emociones y afectos se validan por nosotros.
El miedo, la pena y la rabia, también pueden ser permitidas ser vividas como parte de nuestra experiencia. En la actualidad, sin embargo, tratamos de evitarlas, porque no sabemos cómo manejarlas, ni menos, autorizarnos a sentirlas.
Nuestro cuerpo, en una primera instancia, siente las emociones que vivimos, algunas veces, con más fuerza. Nosotros tenemos la posibilidad de hacer consciente esta parte. Como es lo usual, lo evitamos. Vamos dejando que las emociones, llamadas negativas(pena, rabia, tristeza), se cuelen y nos gobiernen sin ser capaces, siquiera, de saber lo que sentimos.
El acto consciente de saber lo que sentimos es la primera parte de la Auto-Compasión. El segundo, es abrazar, de manera simbólica lo que sentimos.
¿Por qué este ejercicio es tan complejo?
Desde hace años que venimos en una dinámica donde la cultura de lo inmediato, lo del dato, lo del AI (inteligencia artificial), nos procesan de la misma forma como lo hace un like. Nos hemos perdido en el “saber sentirnos”. El aprendizaje ha claudicado y ha mutado por las dinámicas contemporáneas.
La pandemia nos ha hecho, aún, más vulnerables a no sentir.
Self-Compassion y Organizaciones
Se pueden sanar heridas ejerciendo roles laborales.
Organizaciones, públicas o privadas, a través de sus líderes, pueden generar estrategias que permitan a trabajadores, atravesar esta niebla.
Trabajadores en su roles organizacionales, están expuestos a un sinnúmero de estímulos que, con una correcta gestión, podrían facilitar las dinámicas sociales al interior de las organizaciones. Sí, habría impacto inmediato, como por ejemplo, en el Clima Organizacional y productividad.
¿Por qué hablo de sanar heridas?
Si bien es cierto, que las organizaciones no están para hacer Psicoterapia, sí lo están para permitir que las personas estén en un ambiente saludable de trabajo. En la actualidad, no sólo hablamos de “saludable”, desde un punto de vista higiénico, sino, que además, que las relaciones sociales permitan un correcto desempeño de tareas.
Líderes, sienten frustración y dolor ejerciendo sus roles. La pregunta es ¿Cómo se gestionan?. Cuando no hay consciencia de lo que nos pasa y menos aún, una aceptación de lo que sentimos, se generan errores en la forma cómo estamos “allá afuera”. Los equipos lo resienten, las personas con quienes trabajamos, lo lamentan.
Las técnicas de Self-Compassion, vienen a ayudarnos a aceptar lo que nos pasa. A disfrutar lo que sentimos. A permitirnos decir: tengo pena, quiero llorar.
En el ambiente laboral, a autorizarnos a aceptar la idea de que determinados espacios o tareas, no me acomodan hacerlas y mis emociones no son alegres.
Ejerciendo liderazgo, me autorizo a sentir la frustración por el resultado de una tarea que no se cumplió como lo esperaba.
Organizaciones que sólo gestionan algunas emociones, es probable que las personas desarrollen síntomas que impacten en su salud y en el espacio productivo.
Hay una nuevo rayo de luz que me recorre.
Lo siento, lo percibo, lo acepto.
Me siento a mirar el horizonte.
Abrazo el calor que me recorre.
El día ha comenzado.