¿Si decido sembrar, como se maneja el primer pastoreo?
Son varias las consideraciones a tener en cuenta para ese primer pastoreo después de la siembra y dentro de ellas tenemos la preparación del suelo, la profundidad, la fertilidad del suelo, la variedad sembrada etc. Todas esas condiciones son las que nos van a determinar el tiempo que tarda el sistema radicular de las nuevas plantas en estar consolidado para recibir un pastoreo a fondo.
Ojalá la siembra de las praderas siempre fuera con mínima labranza, pero existen condiciones de suelos compactados que no lo permite. El uso de rasta muchas veces excesiva nos deja una buena “cama” para la semilla, pero por lo flojo del terreno la afirmación del sistema radicular va a ser lenta, así este se desarrolle bien.
Solamente y por una única vez podemos irrespetar los días de descanso y alargarnos un poco en aras del enraizamiento de la nueva pradera. Debemos recorrer la pradera y hacer pruebas de resistencia simulando la forma en que los bovinos toman y arrancan su bocado, esa sencilla prueba de campo nos puede dar un indicativo del momento para iniciar el pastoreo.
Si nos demoramos mucho tiempo para iniciar apegados al paradigma de dejar semillar, corremos el riesgo grave y costoso de encontrar pastos fibrosos, indigestibles y de muy bajo valor nutritivo; de igual manera tener una pradera acolchonarla por pisoteo y bajo consumo.