Si sólo hacemos lo que queremos, no estamos haciendo nuestro trabajo.

Usualmente hay dos formas en las cuáles se asume la posición de CEO en una empresa:

1. “Me lo merezco“. Después de tantos años de trabajo duro y escalar (o gracias a que lanzó su propia empresa), llegó a la posición que se merece, por lo tanto, por fin puede dejar de hacer lo que no le gusta y encargar a otros que lo hagan (o peor aún, no hacerlas del todo).
2. “Tengo que hacer aquello que nadie más puede hacer“. Una nueva etapa que significa hacer lo que otros no pueden (ni deben hacer) porque no es su trabajo. Pero SI es el trabajo del CEO

Esta es la premisa básica de un gran libro. “The Motive“ de Patrick Lencioni, que a través de una fábula inicial describe a dos CEO´s muy diferentes, donde uno no está haciendo lo que es necesario que haga (porque no le gusta, no le interesa, no se siente cómodo) y otro si hace lo que es su responsabilidad ¿qué empresa creen que funciona mejor?

Según Lencioni hay 5 tareas que son irrenunciables como CEO´s :

1. Desarrollar al equipo directivo: no podemos delegarla, dársela a RRHH o similares, somos nosotros que debemos desarrollar a su vez a nuestros líderes. Erróneamente, pensamos a veces que si nuestros ejecutivos son personas capaces y maduras no necesitan ser desarrolladas, esto es un error. Las estrellas máximas del deporte tienen un entrenador ¿por qué sería diferente en el mundo ejecutivo? Pregunta ¿asumes la tarea de desarollar a tus reportes como una de tus principales responsabilidades? ¿ o sólo los dejas “hacer su trabajo“ pero no te preocupas de su crecimiento personal?
2. Gestionar a nuestros reportes y enseñarles, a su vez, a gestionar los suyos: manejar individuos es enseñarles cómo alinear el esfuerzo de sus reportes a los objetivos de la organización, y prepararlos para identificar y realizar los ajustes necesarios para llegar a los objetivos buscados. Los CEOs que se ven como merecedores de la posición usualmente descuidan este aspecto. Pregunta ¿estás enseñando a tus reportes cómo gerenciar correctamente a los suyos?
3. Tener conversaciones difíciles e incómodas: debemos confrontar los temas incómodos rápido, en forma precisa y evitar que se conviertan en grandes problemas. Evitar esto por razones como tiempo, otras obligaciones o similares es simplemente estar escapando de una realidad: a pocos líderes les gusta confrontar a otros para decirles que están haciendo algo mal y pasar por ese momento incómodo y raro. Debemos tener la capacidad de identificar en forma precisa lo que la persona está haciendo mal sin criticar a la persona, pero sí sus acciones. Si con esto no es suficiente, podemos seguir siendo amigos, pero no podemos seguir trabajando juntos. Pregunta ¿prefieres dejar que las situaciones difíciles se “solucionen solas“?
4. Tener grandes reuniones: son las reuniones los momentos más importantes del día para un líder, es el espacio sonde se realizar el seguimiento y alineamiento, se discuten las ideas, se confrontan lso escenarios. En resúmen, para un ejecutivo es el equivalente al partido para el cual está entrenando durante toda la temporada el equipo. Es el momento en el que cada integrante del equipo hace su parte. Sin embargo, tener grandes reuniones significa también de una preparación y enfoque adecuados. Pregunta ¿son tus reuniones aburridas y un mal del que la mayoría quiere escapar o son interesantes, energéticas y productivas?
5. Comunicar en forma permanente y repetitiva los mensajes básicos a la organización. Los seres humanos requerimos más que se nos repitan las cosas que aprender nuevas cosas. Se trata de dominar lo básico hasta el nivel de maestría. El CEO es el guardián principal de los mensajes guía de la organización. No debe temer repetir siempre los mismos temas si estos son la base de la cultura y enfoque de la organización. Pregunta ¿ eres la fuente principal de comunicación para la empresa asegurando que los mensajes base sean conocidos por todos

Que tengan una excelente semana.

Diego González.