¿Somos conscientes de los efectos de la crisis por COVID en nuestros jóvenes?
Las empresas tendrán una labor muy relevante: acercarse aún más a las instituciones educativas para conocer la forma de pensar de los que en un futuro –no lejano– buscarán desarrollo en sus equipos.
Hace algunos días leí un artículo que llamó muchísimo mi atención: “El gran reto de las juventudes en México”. Fue publicado por la UNICEF, y en él, los jóvenes Alejandro Ruanova, del Comité de U-Report México y Brisa Juárez de la Red Nacional de Adolescentes, presentaron su experiencia sobre el Diálogo Intergeneracional “Las adolescencias hablan”. Este ejercicio tuvo el objetivo de acercar a las autoridades del Gobierno de México con los jóvenes para conocer sus ideas y propuestas sobre la contingencia por COVID-19.
En el artículo, Alejandro Ruanova mencionó algo que me hizo reflexionar: “Aun cuando se está generando mucha información sobre COVID-19, sigue prevaleciendo una visión adultocentrista (es decir, que gira en torno a las ideas de los adultos) en la sociedad y en las autoridades que toman las decisiones y siguen sin tomarnos en cuenta”.
Alejandro tiene toda la razón. Las poblaciones vulnerables desde el punto de vista de la salud sí fueron los adultos mayores y las personas con enfermedades crónicas. Cuando esta situación escaló a niveles de crisis sanitaria todos nos volcamos en protegerlos –aún lo hacemos–. Sin embargo, me parece que sí dejamos de lado temas fundamentales como el desarrollo, la salud mental y social de los jóvenes –después de todo pensábamos que eran menos propensos a enfermar de COVID y permanecerían dentro de casa–.
Yo tengo un hijo adolescente que, como muchos otros, han vivido transiciones importantes encerrados en casa. Jóvenes que iniciaron sus estudios de secundaria vía remota, que así iniciaron la preparatoria, que así la terminaron y que así iniciaron sus estudios profesionales, o que así los concluyeron, y se enfrentaron, o se están enfrentando, a la búsqueda de su primer empleo, así… vía remota. Y no olvidemos a los que por crisis familiares (económicas o de salud) tuvieron que abandonar la escuela. De acuerdo con la Encuesta para la Medición del Impacto COVID-19 en la Educación 2020, publicada por el INEGI, por motivos asociados a la crisis por la enfermedad o por falta de recursos, no se inscribieron 5.2 millones de personas (9.6% del total de 3 a 29 años) al ciclo escolar 2020-2021. Este escenario nos dará como resultado generaciones totalmente distintas, con mentalidades diversas.
Hoy que estamos reacomodando la vida, retomando la convivencia y la educación presencial e híbrida, me parece que deberíamos tomarnos el tiempo para comprender cuáles serán las repercusiones que los jóvenes podrían tener desde un punto de vista social –entender cómo se transformó su manera de relacionarse– y en el desempeño escolar. Es importante comprender cuáles son sus alicientes –algunos se han adaptado perfectamente a la vida en línea, a otros les está costando el contacto social, otros están felices por regresar, pero se han desacostumbrado a ciertas labores escolares–. Muchos también han experimentado las características de la adolescencia de manera más intensa, quizá algunos son más ensimismados, tienen menor autoestima, son más pesimistas o, todo lo contrario.
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Definitivamente son temas que como sociedad debemos integrar al estudio profundo, a la discusión y al análisis. La academia –quizá preparatorias y universidades– podría aportarnos sus observaciones sobre los diversos comportamientos que los jóvenes tienen en las instituciones para entender, como sociedad civil, de qué manera podemos contribuir a mejorar su desarrollo en todos los sentidos.
En este contexto, las empresas también tendrán una labor importantísima, porque deberán acercarse cada vez más a las instituciones educativas, pero con la intención de conocer la forma de pensar de los que en un futuro –no lejano– buscarán desarrollo en sus filas –esta información podría tomarse en cuenta para crear las posiciones del futuro–. Las compañías deberán preguntarse si estos jóvenes estarán dispuestos a trabajar ocho horas diarias en una oficina, deberán entender qué los podría motivar a tener un trabajo formal y descubrir cómo los podrían motivar y convencer.
Muchas cosas deberán cambiar, como políticas públicas, las mismas empresas y sus políticas de Recursos Humanos. Y es que estamos aún lejos de entender qué pasó y está pasando con nuestro talento actual y estamos aún más lejos de entender qué pasa y pasará con los jóvenes que serán el talento del futuro.
FUENTES:
Consultor en Continuidad de Negocios y Manejo de Emergencias
3 añosLos jóvenes necesitan seleccionar correctamente las fuentes de información donde sus decisiones sean fundadas en hechos y no suposiciones, requieren vivir, no vivir con miedo y actuar por qué de ellos depende el tipo de libertad que verán sus hijos.
People Leader Business Development Manager, Engineering, Clean technologies, Automation, Equipment, Building Control Solutios,City Smart, Real Estate. CEO Happy people!!
3 añosMi punto de vista es primero: Felicitarlos, porque están siendo parte de una historia diferente, aprendiendo en una forma acelerada en todos aspectos, incluyendo la madurez emocional. Creo que las personas que estamos alrededor de los jóvenes, debemos dar el ejemplo de profesionalismo y madurez, ya que, con la pandemia, ellos están creciendo con el ejemplo de la familia, lo que nos hace ser y hacer mejores personas en todos los aspectos. Considero que siempre debemos tener mejor actitud, por nosotros, por los jóvenes y por lo que le vamos a dejar al planeta.
🎤 TEDx Speaker | 🌟 Conferencias de Alto Impacto | 🤝 Especialista en Dinámicas Integradoras y Transformación de Equipos
3 años👏👏👏👏
Prosci® Certified Change Management Practitioner | Bilingual Learning Experience Designer | Design Thinking Professional Designer | Workflow Learning Designer | Instructional Designer at KTSA | Book author at BookBoon
3 añosClaudia, lo que yo veo en los jóvenes con quienes trato en los cursos es una enorme capacidad de relflexión. Lo que creo que necesitan es el coacheo para “darse cuenta” de todo lo que han ganado en resiliencia, conciencia social, compasión, entre otros temas.
Becaria de dirección general en Hyperion Materials & Technologies / Estudiante de Comercio y Negocios Internacionales
3 añosMe parece muy interesante la forma de plantear esta invitación para poder observar y tener un cambio verdadero y efectivo en el futuro. Definitivamente es un reto que sigue en constante evolución y el cuál debe aterrizarse para encontrar las vías necesarias para salir adelante. Excelente reflexión.