¿Somos relevantes?

¿Somos relevantes?

Por la mala fama que hoy tienen los medios de comunicación -en particular los periódicos- pareciera que nadie quiere nada con ellos. Sin embargo, ¿por qué siguen atrayendo la atención?

Esta semana, retomo el envío adelantado para los suscriptores de Substack. Pero, como ya he mencionado antes, aprovecho al máximo el soporte digital y el eterno (?) modo beta para seguir haciendo pruebas. Esta vez, he cambiado un poco el horario, porque…


“Seguimos siendo tus conejillos de indias”

-A ver, esto ya lo hemos discutido antes.

“Así es. Y, en ese momento, lo aceptaste”.

-Efectivamente. ¿Por qué iba a cambiar de respuesta?

“Ah, ¿o sea que te reafirmas?”

-Como lo dije entonces: aprovecho el espacio y agradezco la gentileza de quienes se dan el tiempo de leer esto para ir encontrando el modelo.

“Mmmmm”

-Empecemos. Digo, continuemos…


…decía que he cambiado el horario a ver si hay una mayor apertura de los correos. La semana pasada envié a las dos plataformas (Substack y LinkedIn) el miércoles temprano en la mañana y la cosa fue bien, aunque no como en otras veces. Ya les seguiré contando. Ahora, a lo que vinieron.

Relevantes

Esta es una palabra que ha tomado mucha más importancia en los últimos años. Y, desde que he caído en cuenta de que Me estoy volviendo viejo, estoy tomándole más atención. O, en todo caso, estoy tratando de abordarla desde diferentes ángulos.

Desde el lado profesional, la cosa se ha complicado bastante (creo yo). El periodismo sigue siendo básicamente el mismo, los géneros se mantienen, la redacción ha cambiado un poco, pero ahora en lo que debemos preocuparnos es en estar actualizado en cosas que, hasta hace unos años, no parecían relacionados con la carrera.

Hay aspectos en los que la cosa avanza muy rápido y que no solo basta con estar informados sobre el tema, sino también dominarlos. Por ejemplo, en una de las fuentes en la que me desarrollo profesionalmente, la tecnología, los avances en los últimos 10 años han sido espectaculares, en los últimos 5 brutales, y en el último año, para algunos hasta escalofriantes. El cloud, blockchain y la inteligencia artificial generativa son los ejemplos más rápidos que vienen a la cabeza. Pero, en el caso particular de la IAG, no solo es importante saber en qué anda, sino también saber usarla. Creo que desde la aparición de los blogs no ha habido un conocimiento tan disruptivo que se convierte en casi indispensable para la labor profesional.

Y desde lo corporativo (creo que) el tema es más complejo: tienes, por un lado, medios de comunicación tradicionales que están sufriendo por la migración de las audiencias hacia plataformas digitales; y, por el otro, una diversificación en las modalidades de monetización que te hace, instintivamente, dejarte llevar por las reglas de cada plataforma (para intentar llegar a más gente) dejando de lado cumplir con la labor principal, que es hacer un buen periodismo.

El problema adicional es que para cumplir con esto último se requiere tiempo, recurso humano calificado y plata, y hoy es lo que los medios de comunicación menos tienen.

Pero también hay otro aspecto que inicialmente se me había ido de la imagen, pero que gracias a un texto de mi amigo José Carlos García lo incorporo en la reflexión: la nueva relación entre las marcas, los influenciadores y los medios.

Jose Carlos Garcia claramente: “no comprendo cómo hay empresas, marcas y agencias, que las ve uno dedicando porciones relevantes de su presupuesto para crear contenidos de la mano de influenciadores (que, repito, está genial y es muy válido), pero que buscan de los medios principalmente, a veces únicamente, ‘free press’, publicaciones gratuitas, efecto inmediato de sus comunicados de prensa”.

Es una mirada interesante, porque propone un trabajo de contenidos que esté basado en una articulación entre influenciadores y con apoyo en los medios: que algo iniciado por un buen influenciador se convierta en “noticia” (lo que se conoce hoy como ‘branded content’). No digo que sea lo que hay que hacer, pero me parece una opción interesante, que requiere tiempo y esfuerzo, pero que nadie (aparentemente) está intentando.

Y, aunque hoy en algunas coberturas se puede verificar que las proporciones en la presencia de medios y de influenciadores ha cambiado (hoy hay más de estos últimos invitados), los medios de comunicación siguen siendo muy importantes para las marcas, sobre todo cuando hay lanzamientos y anuncios de productos y servicios. Incluso, hay empresas que están muy interesadas en que sus informaciones aparezcan, sobre todo, en determinados medios. PERO siempre bajo el modelo de ‘free press’.


“Ya, pero tú eres parte interesada. Como tu negocio está en caída, quieres justificar lo que sea para que sigan ganando plata”

-No es justificar lo que sea. Es mostrar lo que sucede y cómo se quiere continuar con una práctica que solo termina beneficiando a uno de los lados.

“Es que los medios todo lo ven plata”

-El trabajo debe ser remunerado.

“Mmmm”.


Entonces, otra vez quiero hacerles algunas preguntas para saber si es que la mirada que le estoy dando a este problema es correcta, si es que estoy completamente equivocado o, quizás, se me está escapando algo.

  • ¿Profesionalmente, consideras que aún eres relevante?
  • ¿Qué factores consideras clave para que un profesional sea relevante?
  • ¿Crees que hay cosas clave que aún no las tienes incorporadas y eso te está dejando atrás?
  • ¿Crees que los medios de comunicación tradicional han perdido total relevancia?
  • ¿Crees que sus versiones digitales son más importantes ahora?
  • ¿Consideras que es mejor apostar solo por plataformas digitales?
  • ¿Crees que las empresas se deben saltar los medios, incluso las versiones digitales, y solo apostar por redes sociales para la comunicación?

Lo último (prometo que tiene que ver con el tema)

Hace un par de semanas descubrí que mi hijo de 19 años no había visto nunca la saga de El Señor de los Anillos. O sea, sabe la historia; sabe el contexto de todos los memes; conoce a algunos personajes; pero nunca había visto las películas.

Aprovechando que estoy probando un televisor Neo QLED 8K (QN800D) de Samsung, la semana pasada, sin decirle nada, me senté a ver la versión extendida de “La comunidad del anillo” en Max. El muchacho pasó al lado mío como a los 10 minutos de empezada la película. Preguntó que estaba viendo. Le dije y sonrió. Se fue, pero un par de minutos después regresó. Se sentó a mi lado. Estaba con el celular. De rato en rato lo veía, pero cada vez era tras lapsos de tiempo más largos. Luego, me empezó a preguntar cosas de la película, que cuándo la vi y con quién, etc. Más tarde, ya comentábamos lo que íbamos viendo en pantalla y referencias que encontraba de otras películas (más actuales) que había podido ver. Nos soplamos las 3 horas y monedas que dura esa versión. El muchacho terminó contento.

Ayer, me volví a hacer el loco después de almuerzo. Terminamos, me lavé los dientes y puse la versión extendida de “Las dos torres”. Esta vez, el chico se sentó desde el arranque. Las visitas al celular fueron contadas. “¿Esta es una especie de El imperio contraataca?” “¿Y por qué se llama Las dos torres?” “¿El abismo de Helm? Ese nombre me suena. Lo he escuchado antes y me parece que va a ser algo épico ¿verdad?”. Otra vez, 3 horas y pico y contentos.  Ya tenemos otra cita formal, el siguiente domingo, para terminar la trilogía.

¿A qué viene todo esto? A mí me gusta ir al cine, pero ver películas en general. En mi vida como padre me he preocupado, entre otras cosas, de que mi hijo vea algunas películas que considero relevantes para su formación (parece una exageración, pero ahora que está en la universidad, creo que sí le va a servir). Algunas de esas películas que creo que tiene que ver sí o sí es esta trilogía que, espero, terminemos de ver el próximo domingo.

¿Y tú qué película o películas consideras que son tan relevantes que cualquier persona debería verla siquiera una vez?


Esta semana, solo dos. El regreso de Doble Check va de todas maneras. He intentado dos estructuras de podcast, pero no he quedado convencido. Pero si me demoro más, no sale. Ya tengo tres entrevistas hechas y espero que vayan viendo la luz desde el fin de semana.

Lo otro, ¿les parece que les cuente rapidito, en este espacio, sobre los equipos que aún sigo probando? Me cuentan.



Juan Carlos Luján Zavala

Ayudo a las personas y empresas a comprender y utilizar la IA Generativa. Dicto talleres y conferencias sobre nuevos medios y su impacto en la comunicación. También escrito para @VidayFuturo. Me encanta pedalear.

7 meses

Rescato este párrafo. "Y desde lo corporativo (creo que) el tema es más complejo: tienes, por un lado, medios de comunicación tradicionales que están sufriendo por la migración de las audiencias hacia plataformas digitales; y, por el otro, una diversificación en las modalidades de monetización que te hace, instintivamente, dejarte llevar por las reglas de cada plataforma (para intentar llegar a más gente) dejando de lado cumplir con la labor principal, que es hacer un buen periodismo." Y en efecto se requieren recursos para cumplir ese objetivo, pero no hay, y creo que ya es hora de fijar prioridades que no necesariamente están en nuestras manos. Sobre los influenciadores, creo que ya es otra forma de un negocio, el de la información.

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