!Soy un salmón* en el mundo de la tecnología!

*Sobre todo, en todo lo que afecta a mis hijos.

Cuando comento a las personas con las que hablo que no tenemos tele en casa y mis hijos no tienen iPad o acceso a pantallas (salvo una vez al mes para ver animales), la gente me mira sonriendo y suelen decir: "¡Wow, qué guay! ¿Pero cómo lo haces?"

Ese 'pero' suele borrar lo que acaban de decir. Mi conversación privada (o mi diálogo interno, que tiende a ser menos político) me dice: "Esta persona piensa que soy un freak". Sin embargo, después de leer un interesante artículo sobre el libro del Dr. Miguel Ángel Martínez González, creo que empezaré a sustituir la palabra 'freak' por 'salmón'. ¡Creerán que soy un poco salmón!

¿Cuántas horas al día pasamos delante de una pantalla? ¿Son las pantallas y las redes sociales la causa de un bajo rendimiento y la pérdida de creatividad?

El impacto negativo de la tecnología en la salud mental y el rendimiento de los jóvenes y niños es un tema que ha cobrado relevancia en los últimos años. En particular, la exposición temprana a los smartphones y a las pantallas en general ha sido objeto de controversia. Tenemos un cerebro orgánico que opera en un mundo cada vez más digital.

Según estudios recientes, los niños y adolescentes que usan dispositivos móviles con conexión a internet son más propensos a sufrir problemas de salud mental, a tener dificultades para concentrarse y a presentar menor creatividad.(¡Ojo! Desde la perspectiva de la organizaciones, ellos son nuestros futuros empleados y líderes.)

Pero, ¿qué hay de los adultos? ¿Están exentos de estos efectos negativos? La respuesta es no. De hecho, muchos trabajadores en empresas han experimentado una disminución en su productividad y creatividad debido a la exposición constante a las pantallas. La necesidad de revisar constantemente las notificaciones y mensajes en el teléfono puede ser una distracción constante, lo que afecta negativamente la capacidad de concentración y la eficiencia en el trabajo.

Además, el uso excesivo de las redes sociales puede llevar a una disminución en la capacidad de pensar de manera crítica. La dependencia de la tecnología y las redes sociales puede ser una de las principales causas de este problema, asegura el Dr. Miguel Ángel Martínez González, ganador del premio nacional de medicina 2021 en medicina preventiva. El doctor asegura que, ante esta situación, debemos ser “salmones” e ir a contracorriente.

Por supuesto, Mariana Brito Marcos y yo, aunque nos consideren salmones, lo tenemos muy claro y haremos lo que podamos para evitar al máximo que nuestros hijos (de 6 y 9 años) empiecen a enfrentarse a la tormenta de estímulos y a la consiguiente avalancha de hormonas como la dopamina y la serotonina sin control.

¿Qué opináis vosotros? ¿Deberíamos ser salmones? ¿Cuáles son los riesgos y las consecuencias de regalar un móvil a temprana edad? ¿Cómo creéis que las redes sociales afectan a la productividad y creatividad en el mundo de la empresa?

PS. Y si os interesa saber a que cole van mis hijos, encantado de contaros! Ahí somo casi todos salmones ;-)