Tú también puedes innovar

Hay un mito sobre la innovación en las empresas: la creatividad es un talento escaso, valioso y envidiable.

La gente está convencida de que los innovadores son esos exploradores que se aventuran en territorios desconocidos, creando ideas completamente nuevas y disruptivas. Esos que están cómodos con la incertidumbre y generan ideas para proyectos revolucionarios (que estadísticamente fallan en un altísimo porcentaje).

Este tipo de innovadores se llama Pioneros. Pueden tener ideas estupendas, pero vienen revueltas con toneladas de ideas imposibles de aplicar. Por eso, son completamente inútiles sin los “Conquistadores”.

Los Conquistadores son los que toman una idea brillante y la transforman en algo viable dentro de la organización. No se quedan en la teoría; convierten proyectos ambiciosos en realidades tangibles. Su habilidad para navegar la complejidad y asegurar que las cosas funcionen de manera efectiva es lo que impulsa a la organización hacia adelante, integrando innovaciones en la rutina diaria y asegurando que nada se quede solo en buenas intenciones.

Pero los Conquistadores son también inútiles sin la ayuda de los Constructores. Son ellos quienes se encargan de tomar lo que ya funciona y hacerlo sostenible a largo plazo. Los Constructores optimizan, escalan y aseguran que las innovaciones no solo sobrevivan, sino que prosperen dentro de la organización. Con su enfoque en la eficiencia y la integración, son los que convierten las ideas en parte esencial del día a día, asegurando que las mejoras se mantengan y que el impacto positivo sea duradero.

Así que tú eres un innovador: si eres Constructor, tu creatividad brilla dentro de lo que ya existe, sobre lo que ya conoces. Si eres Conquistador, eres esa persona que sabe identificar las buenas ideas y desechar las malas y puedes poner en marcha las cosas. Y si eres un Pionero, eres una máquina de ideas que pueden llevarse acabo solamente con el resto de tu equipo.

EL RETO DE LA SEMANA

Esta semana se trata de cambiar creencias: si creías que tú no eras una persona creativa e innovadora, tu reto es descubrir cómo sí lo eres, cómo tu talento creativo está enmarcado de manera diferente dentro del proceso de cambio y mejora. Y si, por el contrario, te consideras una persona innovadora, tu reto es descubrir a esos otros tipos de innovadores que pueden lograr que las cosas pasen.

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