Taichí contra el Parkinson
El taichí es un sistema de movimientos y posiciones, cuyos orígenes datan del siglo XII, en China. Las técnicas de taichí buscan manejar el cuerpo y la mente como un sistema interconectado y tradicionalmente se cree que aportan beneficios al mejorar la postura, equilibrio, flexibilidad y fuerza.
Se han desarrollado muchos estilos de taichí, a partir de las trece posturas originales de la técnica.
La práctica moderna del taichí a menudo incluye secuencias de movimientos lentos coordinados con respiraciones profundas y atención mental. Las formas o poses específicas pueden durar desde cinco hasta treinta minutos.
Se considera el taichí como un ejercicio físico que si se practica de manera habitual, ayuda a incrementar la fortaleza muscular. La evidencia científica preliminar sugiere que puede ocurrir un mejoramiento de la salud cardiovascular, coordinación y equilibrio al practicar habitualmente el taichí.
Beneficios del taichí
Además, cuando se aumenta el tono muscular, también aumenta la dureza y fortaleza del hueso donde se insertan los músculos, sobre todo los de la columna
Si nos empeñamos en hacer algún deporte demasiado intenso o exigente, se corre el riesgo de abandonar la práctica, y perder todos los beneficios asociados al deporte. La salud es el bien más preciado que poseemos, por eso, debemos mimarla todo lo que podamos.
¿Qué es el Parkinson?
La Enfermedad de Parkinson afecta al sistema nervioso en el área encargada de coordinar la actividad, el tono muscular y los movimientos. Fue descrita por primera vez en el año 1817 por el médico inglés James Parkinson.
La Enfermedad de Parkinson es un proceso crónico que pertenece a un grupo de trastornos que tienen su origen en la degeneración y muerte progresiva de unas neuronas, cuyo neurotransmisor primario es la dopamina y que cumplen funciones en el sistema nervioso central. Es debido a estas características, que se considera una enfermedad neurodegenerativa.
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Un neurotransmisor es una sustancia que produce el cerebro y que es necesaria para que éste funcione. Si estas neuronas no crean dopamina, las funciones que dependen de ella, se anulan o se van deteriorando de forma progresiva que es la característica del Parkinson.
Los síntomas de la enfermedad de Parkinson se manifiestan una vez se produce una importante pérdida de las neuronas encargadas de controlar y coordinar los movimientos y el tono muscular.
EL PACIENTE SUFRE UN DETERIORO MOTOR MUY IMPORTANTE QUE PUEDE LLEGAR A BLOQUEAR SUS MOVIMIENTOS DEBIDO A LA ESPASTICIDAD Y FALTA DE COORDINACIÓN DE SUS MÚSCULOS Y ARTICULACIONES
Esta pérdida neuronal se localiza en la zona de unión entre el cerebro y la médula espinal, el tronco del encéfalo, particularmente en aquellas neuronas que se hallan en un núcleo llamado sustancia negra y más concretamente, en una porción de este núcleo que se denomina la parte compacta.
La sustancia negra recibe este nombre debido a que algunas neuronas de este núcleo se encargan de producir un pigmento que se llama melanina y que le confiere una coloración oscura.
El paciente sufre un deterioro motor muy importante que puede llegar a bloquear sus movimientos debido a la espasticidad y falta de coordinación de sus músculos y articulaciones.
Sin embargo, el enfermo tiene perfecto conocimiento y raciocinio, es decir, su inteligencia y memoria suelen estar intactas, por lo que se da perfecta cuenta del deterioro que sufre. No supone una enfermedad mortal por sí misma.
Los síntomas más característicos son el temblor y la cara inexpresiva, como si la persona portara una máscara. El problema es que, hasta la fecha, los tratamientos para esta enfermedad son únicamente para aliviar los síntomas, no para ralentizar o cambiar el curso de la enfermedad, que avanza de manera inexorable.
Taichí y Parkinson
En un estudio publicado esta semana en el Journal of Neurology, se ha estudiado el impacto que tiene esta disciplina en los pacientes que sufren Parkinson.
Se incluyeron 330 pacientes divididos en dos grupos: aquellos que practicaron taichí una hora dos veces a la semana, y se comparó con el otro grupo que no realizaba ningún ejercicio. El seguimiento se ha realizado durante más de cuatro años. Para ver si el taichí mejoraba la calidad de vida de los pacientes de Parkinson, se valoraron una serie de parámetros:
Pues bien, una vez analizados los resultados, se comprobó que aquellos enfermos de Parkinson que practicaron taichí mejoraron en todas y cada una de las variables a valorar, que hemos citado con anterioridad.