¿Teleaprendiz?

¿Teleaprendiz?

La ‘Ley universal del aprendizaje’, del filósofo José Antonio Marina, plantea que las personas, las organizaciones y sociedades, para sobrevivir, tienen que aprender al menos a la misma velocidad con la que cambia el entorno y para progresar, hacerlo a más velocidad.

En el pasado, nadie podía ejercer ningún arte u oficio sin haber estado de aprendiz junto a un maestro durante muchos años. Hoy en día, los especialistas sugieren alcanzar una sociedad de aprendices durante toda nuestra carrera profesional.

Sabemos que tras la etapa de educación formal deberemos seguir un proceso constante de instrucción, cobrando relevancia la que se adquiere en el entorno laboral, donde entrenamos las habilidades y conocimientos relacionados con nuestro oficio y las necesidades coyunturales del mercado.

Teletrabajando, ¿cómo podemos ser aprendices sin compartir desde la cercanía experiencias con nuestros referentes profesionales y compañeros? ¿Qué distancia es la apropiada para el ejercicio de nuestra capacitación laboral? ¿Podemos avanzar a la misma velocidad sin estar presentes físicamente en la experiencia del servicio?

Comentaba recientemente el CEO del banco JP Morgan, que el trabajo virtual limita el desarrollo de nuevos empleados y socava el carácter y la cultura que una empresa intenta construir, eliminando el aprendizaje espontáneo y la creatividad, porque no te encuentras con personas en la máquina del café, no hablas con clientes en escenarios no planificados, ni viajas para reuniones con clientes y compañeros, entre otras circunstancias.

Aunque la tecnología ofrece movilidad, flexibilidad e independencia, grandes empresas del sector, como Amazon, han anunciado que quieren volver a la oficina y beneficiarse de una cultura de innovación, colaboración y aprendizaje que puede construirse presencialmente de forma más eficaz.

Seguramente, se profundizará la digitalización de empleos que requieran niveles más bajos de educación formal y experiencia, y persistirá el uso híbrido del teletrabajo, pero no vamos a renunciar de forma generalizada a un mejor conocimiento compartido y una mayor cohesión de nuestros valores y propósitos, superando los actuales retos de nuestros clientes desde la cercanía.

Si estamos juntos no hay nada imposible. Si estamos divididos, todo fallará, decía Winston Churchill.

Publicado el 19 abril de 2021 en Diario Sur



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