Tenemos que pescar más
Cuando era pequeño pase muchas horas con mi abuelo Eugenio pescando en el rio. Mi abuelo era de una inteligencia cultivada mas en la experiencia que en los estudios y pasar tiempo con él era de las cosas mas grandes que me han pasado en la vida.
Como ya os conté, cuando los fines de semana iba a Miranda de Arga, vivía en la casa que estaba construida sobre la bodega cooperativa de vino en la que mi abuelo era encargado.
Vivir encima de una cooperativa es algo que aparentemente no tenía gran significado, aunque hoy lo veo como una premonición que anticipaba mi #entusiasmocooperativo actual.
Pero volvamos a la pesca.
El rio Arga estaba justo enfrente de la Cooperativa. Un día de riada recuerdo haber echado la caña desde la terraza, pero habitualmente pescábamos en un paraje muy cercano llamado “las casetas” .
La caña de pescar era nuestra Tablet de principios de los 80. Recuerdo que la mía era de un verde descolorido y se doblaba mucho con los peces grandes.
Pescar es un ejercicio de paciencia máxima, de conversación reposada, y en mi caso de convivencia intergeneracional.
Pescábamos con corcho primero y después a fondo. Mi padre, que era una versión avanzada, pescaba a ova con una técnica mas depurada no apta para nuestro nivel básico de niño menor de 10 años.
El corcho era idóneo para pescar carpas en los remansos. Alla donde el agua no se mueve el corcho baila sobre ella y nos mantenía absortos mirandolo.
Si se ponía a saltar la ilusión era máxima. Había picado una carpa o con mucha suerte un barbo, que era el pez más preciado.
Mi abuelo me contaba historias, recuerdo que disfrutábamos muchísimo. Todo iba un poco más lento que ahora. En nuestra niñez había más tiempo para todo. Las tardes eran eternas. Nos mirábamos más a los ojos y la única pantalla que veíamos era la de la televisión, pero en dosis muy inferiores a la exposición actual a todos los dispositivos.
Nunca tuve la sensación de perder el tiempo. Mas bien creo que lo ganábamos porque lo consumíamos despacio. Ahora todo va tan deprisa que no tenemos ni tiempo para perderlo.
El otro día me contaba un compañero que es imposible ver una película con su hija, que a los diez minutos de ponerla se levanta porque le parece lenta.
Vivimos en un tiempo en que nos aburren hasta los audios de WhatsApp y los tenemos que poner a más velocidad.
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Sueño con un tiempo en que volvamos a pescar más. A conversar sin prisa. A no pensar en lo siguiente. Esa consciencia de la que nos hablan ahora la teníamos de forma instintiva y ahora la tenemos que entrenar.
Tengo la sensación de que antes nos aburríamos menos. El no tener la necesidad de estar permanentemente ON nos daba más espacio, mas imaginación y más tranquilidad.
Tenemos que pescar más
Y que quede claro que en la pesca lo de menos era llevarnos el pez. En el proceso estaba el disfrute. En los enganchones de la pita, en el que se te escapaba en la orilla, en el que se te resbalaba en las manos. En recoger y volver a echar la caña. Y, como no, en contarlo luego.
La pesca me enseño el valor de la paciencia.
De tener paciencia suelen llegar buenos resultados.
El camino es tan importante como la meta.
La acción reposada también es acción.
Volver a pescar seguramente sería una buena decisión y mi abuelo sonreirá desde donde este porque él siempre lo tuvo claro.
¿Pescamos?
Inspiro a ejecutivos y líderes a mejorar su equilibrio vital y sus resultados laborales en solo 90 días con mi método EPT | Coach ejecutivo | Me Apasionan los lunes | Co-Autora de ENFOCA TU NORTE
1 añoEn este mundo necesitamos más pesca, más calma, más serenidad y concentración en lo que hacemos, respirar la vida. Más rapidez, no significa más intensidad. Me encanta tu propuesta, a pesar de que me dan mucha pena los peces Eduardo Elizalde
Fomento la Competitividad y Sostenibilidad Empresarial en Bizkaia con una Metodología Medible que Transforma hacia un Modelo Centrado en las Personas | Consultoría y Formación Estratégica | Director Comercial | Ventas
1 añoHunter, Farmer,...Fisher 👏👏👏 Qué disfrutemos del camino Eduardo!
Disfrutando de la nueva etapa de jubilado
1 añoMuy buena reflexión, Eduardo, pero todavía me han gustado más las conclusiones finales. Magníficas. Gracias por compartirlo. 😀
Profesional Banca. Grado Psicología
1 año"Tenemos que ir a pescar"... me dijo un amigo el otro día en mi amada Montaña Palentina, consciente de mi cambio de humor. La verdad es que la última vez que fui, le quité el cebo a la hora del bocadillo, no fuesen a picar justo en ese momento. Él se reía pero sabe tan bien como tú que lo menos importante de la pesca... es pescar. Os haré caso a ambos. Bonito post Eduardo Elizalde
Gestor Comercial Especialista Banca y Seguros
1 añoYo también pescaba de pequeño y pasaba grandes momentos con el abuelo. Grandes paseos por el monte, espárragos, melones, sandías, ovejas, conejos, vacas, caballos, zorros... Eso las generaciones actuales lo ven en las pantallas. Una pena.