TOMÁS Y VALIENTE

Hoy, como Decano del ICAM, he participado en el acto de homenaje a Francisco Tomás y Valiente y al descubrimiento de una placa en su recuerdo en la sede del Tribunal Superior de Justicia Madrid. Y los hechos de aquel día siguen muy presentes en nuestra memoria.

La mañana del 14 de febrero de 1996, en su despacho de la Universidad Autónoma de Madrid, Francisco Tomás y Valiente hablaba por teléfono mientras esperaba la hora de bajar a examinar a los alumnos de primero de Derecho, cuando la conversación quedó súbitamente interrumpida. Desde el otro lado de la línea, su compañero, el profesor Elías Pérez escuchó tres ruidos secos, “como si fueran petardos”. El brillante constitucionalista, historiador del Derecho, investigador, escritor y catedrático había sido brutalmente asesinado por la banda terrorista ETA.

España se estremecía y el mundo jurídico se vistió de luto.

Pero al día siguiente, en el campus de la Autónoma, miles de estudiantes se rebelaron en un gesto sin precedentes; Alzaron sus manos abiertas pintadas de blanco en señal de duelo, y al grito de ¡BASTA YA! plantaron cara a la sinrazón del espanto y la violencia. Aquella protesta se extendió primero a las universidades de todo el país, y cinco días después, un millón de personas llenaron las calles de Madrid, batiendo las palmas y coreando la nueva consigna. En España, la libertad y la justicia habían aplastado al miedo.

Por su “sobresaliente contribución en la consolidación de la democracia y el estado de derecho”, Tomas y Valiente recibió a título póstumo la Gran Cruz de la Real y Muy Distinguida Orden Española de Carlos III y la Orden al Mérito Constitucional. La grandiosa valía de las obras del Ex Magistrado del Tribunal Constitucional, entre las que se encuentra el Manual de Historia del Derecho Español con el que todos los abogados hemos estudiado, lo mantienen en nuestra memoria.

La valentía es una de las fortalezas del ser humano, la mayor de las virtudes, porque sin valentía no se puede practicar ninguna otra virtud, y valiente es la persona que encara la vida honestamente, con coraje, la que pone la justicia por encima de todo.

Los nombres identifican a las personas, a veces incluso identifican la personalidad, por eso se apellidaba VALIENTE.