Toma de decisión - Proyectos

Muchos empresarios se han formado así mismo bajo el calor de su labor. Si han alcanzado algún éxito modesto, piensan que su negocio lo conocer de principio a fin y justo ahí dan el paso en falso. Pudiendo perder todo por lo que han trabajado en un proyecto ambicioso que se quiere desarrollar a su entendimiento sin un examen adecuado de conciencia.

La semana pasada me contactó un viejo prospecto al cual le había diseñado una planta industrial. Revisando nuestras conversaciones por WP, descubrí que hacía casi un año que habíamos tenido nuestro último contacto. No habíamos sidos considerados en la ejecución del proyecto. El factor que había decidido fue el precio, eramos un 300% aproximadamente más caro que la opción ganadora. Está claro que nadie está peleado con su dinero, pero cuando la diferencia es tan grande en un mercado sumamente competido, seguro que hay dos filosofías diferentes en la ejecución del proyecto. En una operación escolar nuestra cotización fue al tacho de la basura y otra empresa comenzó la ejecución del proyecto.

El estatus al día de hoy, es que el cliente rompió relaciones con la empresa que comenzó a ejecutar el proyecto y ha regresado a nuestra empresa con la cabeza cabizbaja, el ánimo por el piso.

¿Qué pasó? La cotización fue baja, porque la empresa no evaluó los detalles, comenzó un proyecto sin la información adecuada y por ende lo que construyó no es funcional.

En el recuento de los daños, preliminar: Los andenes, están mal diseñados, no coincide la ubicación ni su altura con la necesaria. Más de 400m2 destinados a cámaras de congelación fueron mal diseñados. Las columnas de cargas, solo puede cargar muros y no pueden soportar la carga de 20 Toneladas en equipos de refrigeración. Las Salas de Máquinas no tiene el tamaño adecuado para recibir 1 de las 5 máquinas que debe de llevar. Incluso algo tan sencillo como el ancho óptimo de los andenes no fue tomado en cuenta. Las posiciones de los edificios construidos no fue la adecuada para aprovechar cada m2 del terreno y por ende es un gran obstáculo para el crecimiento de la empresa.

Cómo dice el dicho: "Dios habita en las palabras, el Diablo en los detalles".

Nuestra empresa se apoya con modelos matemáticos altamente complejos que nos permite tomar la mejor decisión. Esto se traduce en una ventaja competitiva a la hora de las operaciones generando una disminución en el tiempo del retorno de inversión y un mayor margen de utilidad.

Ni en tus mejores momentos de lucidez vas a poder imaginar cuál es el camino adecuado para tu empresa. Puedes ver en el gráfico superior la evaluación de más de 18,000 configuraciones diferentes, muchas económicas, pero sólo una es la mejor. Justo ahí en esa configuración está nuestra cotización y consejo.