Tonto es el que hace tantas tonterías que ni te imaginarías
Cuando yo era tonto (más que ahora) y estaba arruinado y ahogado en deudas, tomé tantas decisiones tontas e hice tantas tonterías que, si te las cuento, me fusilarías.

Tonto es el que hace tantas tonterías que ni te imaginarías

Mira, hoy quiero confesar.

Lo confieso.

Cuando estaba arruinado y ahogado en deudas, tomé decisiones tontas, muy muy tontas. Es decir, cada decisión era más tonta que la anterior y así sucesivamente.

Fueron tantas y tan tontas que aún hoy no me explico cómo pude hacer tanta tontería al día.

  • Elegí una escuela cara sobre una escuela más barata.
  • Preferí un coche de gama alta sobre un utilitario.
  • Opté por un smartphone de último modelo sobre un modelo un poco anterior a mitad de precio.
  • Elegí seguir comprando, incluso cuando sabía que los saldos de mis tarjetas de crédito estaban aumentando en un efecto de bola de nieve diabólico.
  • Gasté más de 2.000 euros en ropa una aburrida tarde de sábado en El Corte Inglés.
  • Me encapriché de un reloj tope de gama, que podía medir la altura de una ola, en una joyería de esas que echan el pasador a la puerta cuando entras y no sabes si es para que “nadie” te moleste mientras compras o para que no te escapes sin comprar.


Prioricé mis deseos sobre mis inversiones.

Me encantaba la gratificación instantánea.

Si quería algo, buscaba la manera de conseguirlo.

Sin embargo, así no es como te haces rico.

Esta actitud te impide hacerte rico.

Entonces no lo veía.

Ahora sí.

Las personas arruinadas, como el viejo yo, tienden a priorizar de esta manera:

1. Necesidades

2. Deseos

3. Inversiones

Pero los ricos priorizan de manera diferente:

1. Necesidades

2. Inversiones

3. Deseos

Cuando finalmente me gasté hasta lo que no tendría ni sumando esta vida y la siguiente, toqué fondo, volví a casa de mis padres con 42 años y reconocí el desastre financiero que había creado con mi deuda, decidí volver a empezar y cambiar mis prioridades en la vida.


Primero, NECESIDADES.

Me di cuenta de que muchas de las cosas que pensaba que eran necesidades eran en realidad deseos disfrazados.

  • Pensé que necesitaba ese café elegante en la Plaza España todas las mañanas.
  • Pensé que necesitaba esos nuevos accesorios para domotizar la casa.
  • Pensé que necesitaba ropa nueva cada semana.

Pero, en verdad, no necesitaba nada de esto.

N-A-D-A.

Mira.

Averigua cuáles son tus necesidades básicas y asegúrate de que se cumplan.

Tus tres necesidades más caras probablemente sean:

  1. Vivienda.
  2. Transporte.
  3. Comida.

¿Cómo puedes hacerlas básicas?

Vivienda.

Todos necesitamos un lugar al que llamar hogar. Necesitamos un lugar donde podamos dormir bien. Necesitamos un lugar donde nos sintamos seguros y protegidos.

Pero no necesitamos 5.000 metros cuadrados para vivir. No necesitamos la última decoración. No necesitamos la última tecnología en nuestros hogares.

Está bien tenerlo, pero no son necesidades.

Si piensas en los demás costes de la vivienda, como seguros, impuestos a la propiedad (IBI, plusvalía), servicios públicos y gastos de hipoteca si financias ¿Estás en una casa que realmente puedes pagar, o podrías beneficiarte de estar en una casa más pequeña?

Recuerda, la pauta es mantener el coste de tu vivienda entre el 25-30% de tus ingresos brutos.

Transporte.

El transporte suele ser la siguiente mayor necesidad de las personas.

¡La cantidad de dinero que estamos pagando por cubrir los gastos del automóvil es una locura!

Algunas personas están pagando más por su automóvil que por la cuota de la hipoteca o el alquiler.

Eso me deja boquiabierto.

Los coches se deprecian día a día, de manera que casi todo el dinero que pongas en un automóvil se perderá.

No inviertas en rendimientos negativos como, por ejemplo, comprar un coche nuevo.

Comprar un coche nuevo no es una inversión rentable ni inteligente, porque la mayoría de coches nuevos pierden hasta el 60% de su valor 5 años después de comprados.

Una prueba de ello es que millonarios como Warren Buffett compran coches usados, porque:

- Son más baratos

- Ya se han depreciado

- Pueden invertir el dinero "ahorrado"

Puedes aplicar una gran regla general que leí de Dave Ramsey:

Mantén el valor total de tu automóvil por debajo del 50% de tus ingresos brutos.

Fíjate. Quizá sea un caso extremo de tacañería, pero el dueño de Ikea Ingvar Kamprad era muchimillonario y compraba la ropa de segunda mano, los alimentos a punto de caducar y viajaba siempre en clase turista.

Segundo, Inversiones.

El viejo yo ya habría cuestionado esto.

Yo prefería gastar en lugar de invertir.

Quería ropa nueva, gadgets de última tecnología, coches de alta gama y muebles nuevos de diseño para mi casa.

Quería complacer a mi yo presente y no me preocupaba por mi yo futuro.

Por suerte, todo esto cambió con un punto de inflexión.

Mi punto de inflexión sucedió mientras miraba un documental sobre Tony Robbins una noche en la televisión.

En caso de que no sepa quién es Tony Robbins, te diré que es un experto mundialmente reconocido como coach de mejora personal, finanzas y autor de varios best-sellers.

La cosa es que subió a una mujer al escenario. Y sacó un perchero con la ropa de esta mujer valorada en 6.500 dólares y una pila de dinero en efectivo valorada en 6.500 dólares.

Tony le preguntó a la mujer:

— "¿Qué preferirías tener, el dinero en efectivo o la ropa?"

Era una pregunta muy simple, pero poderosa.

Finalmente, me di cuenta de que aquella mujer quería el dinero en efectivo sobre todas las cosas que había estado comprando.

El efectivo proporciona seguridad. Puedes comprar comida y vivienda con dinero en efectivo, pero no puedes comprar mucho con ropa usada.

Una vez que esto hizo clic en mi cabeza, estaba listo para comenzar a ganar dinero.

Invertir se convirtió en una prioridad sobre el gasto.

Obtengo más placer ahorrando e invirtiendo que gastando.

Este fue un gran cambio para mí, y era el cambio que necesitaba para conseguir, más adelante, mi independencia financiera.

Si quieres hacerte rico, este es el cambio de mentalidad que necesitas experimentar.

Invertir en la revalorización de activos como acciones, inmuebles y negocios es la clave para ser rico.


Por último, los Deseos.

Estamos tentados por casi todo.

Hay literalmente cientos, si no miles de anuncios con los que entras en contacto todos los días.

Sé que quieres un coche nuevo, quieres usar la mejor ropa, comer las mejores comidas y divertirte en los mejores clubes.

Es natural para nosotros como seres humanos querer lo mejor.

Y en el mundo de hoy, puedes realmente vivir este estilo de vida porque tienes la capacidad de endeudarte para conseguirlo.

Puedes obtener un préstamo para comprar casi cualquier coche o financiarlo mediante Renting y cambiarlo cada 3-4 años. Puedes maximizar tus tarjetas de crédito con préstamos revolving.

Tienes la capacidad de vivir casi cualquier estilo de vida que desees, pero cuando empieces a no poder pagar las cuotas mensuales, este estilo de vida te chupará la vida como una sanguijuela.

La deuda es una carga que crea estrés y el estrés daña tu salud.

Párate y échale una pensada:


— ¿Este estilo de vida caro realmente te hace feliz?

— ¿Lo necesitas?

— ¿Podrías estar más contento apreciando las pequeñas cosas de la vida que, además, casi siempre son gratis?

— Si no tuvieras deudas, ¿puedes imaginar cuánto estrés se eliminaría en tu vida?


Escucha.

Te voy a confesar algo personal:

Cuando pagué toda mi deuda, fue una de las experiencias más liberadoras que he sentido.

  • Me di cuenta de que no estaba atrapado en un trabajo.
  • No estaba atascado.
  • Podría correr riesgos.
  • Podría evolucionar y crecer.
  • Quería aprender cosas nuevas y salir de mi zona de confort sin el miedo a la pérdida que nos paraliza a menudo.

Los deseos son deseos por una sola razón: NO LOS NECESITAS.

Puedes pensar que los necesitas, pero te desafío a que te quedes sin uno de tus deseos esta semana:

— ¿Termina tu vida?

— ¿Te sientes menos feliz?

En mi caso, me di cuenta de que soy más fuerte de lo que pensaba que era y que no necesitaba tanto esas cosas como yo pensaba. Y recordé un anuncio de Ikea de hace algunos años, que parafraseando a Buda Gautama decía:

No es más feliz quien más tiene, sino quien menos necesita.

Aprende a priorizar como hacen los ricos de manera diferente, prueba…

Anteponiendo la inversión a tus deseos.

Es una diferencia sutil, pero tiene un impacto significativo en sus vidas. ¿Por qué no lo va a tener en la tuya?

Repite conmigo:

  1. Primero, las Necesidades.
  2. Segundo, las Inversiones.
  3. Tercero, los Deseos.

Ponlo en práctica y ya me dirás.



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