TPP: 15 Segundos Versus Ocho Años
Concluidos los discursos, declaraciones y la visita de jefes de Estado, líderes, empresarios, académicos y periodistas del mundo, la adrenalina de la cumbre del APEC desapareció con la partida de Lima de la última delegación que llegó a nuestro país, y todo regresó, supuestamente, a la normalidad. Los compromisos asumidos en esta transcendental cita, en donde el libre mercado y el rechazo al proteccionismo fueron los principales protagonistas, colmaron los principales titulares de la prensa mundial presagiando así que la globalización continuaría su curso sin mayores contratiempos.
Sin embargo, en menos de 24 horas de concluida la cumbre del APEC, las celebraciones a favor del libre comercio se paralizaron de manera abrupta a través de un mensaje de 150 segundos emitido por el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, quien anunció que “retirará” a su país del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés) como una de las primeras acciones de su administración, opacando de esa manera el optimismo global de mantener los mercados abiertos. Con esta declaración, a la cual Trump le dedicó 15 segundos en lo que respecta al TPP, se estaría tirando por la borda ocho años de negociaciones.
Si bien el Gobierno peruano ha anunciado que lideraría esfuerzos por rescatar el TPP entre los otros 11 países como respuesta a dicho anuncio, lo cierto es que varios de los líderes del acuerdo, como el primer ministro de Japón, Shinzo Abe, han puesto paños fríos a un acuerdo sin Estados Unidos, al afirmar que sin dicho país “no tiene sentido”. Esto no significa el fin del TPP, pero sí presenta retos complejos porque la ausencia del mercado más consumista del mundo lo haría menos atractivo para algunos miembros quienes priorizarían sus intereses frente a la actual coyuntura. Esta realidad obliga a los 11 países miembros a reformular el acuerdo o a plantear otra alternativa para la región AsiaPacífico, que muy bien podría ser liderada por China como principal mercado, opción que favorecería al gigante asiático en sus esfuerzos por fortalecer su poder político y económico a nivel mundial. El reto en este caso radica en si a Japón le interese un acuerdo con China, su histórico rival.
Mientras este complejo escenario se dilucida, Perú debería evaluar sus opciones rápidamente y comenzar conversaciones con países como Australia, Nueva Zelanda y Singapur, por ejemplo, para asegurarnos el acceso de nuestros productos a esos mercados con los que no tenemos un acuerdo. Solo de esta forma podremos avanzar con nuestra agenda comercial y no enfrascarnos en discusiones políticas que dilatarían por mucho tiempo la definición de un acuerdo en base al TPP u otra posibilidad que garantice la consolidación de área de libre comercio en el Asia-Pacífico. No perdamos esta oportunidad ahora, ya que el reloj nunca se detiene.