Tu dinero, tu tiempo: cómo adaptarte al mundo laboral moderno

En 1906, el Partido Liberal Mexicano se convirtió en la pionera institución en establecer la jornada laboral de 8 horas. Desde entonces, como fieles mexicanos, hemos sostenido estas costumbres durante más de un siglo, manteniendo intactos nuestros horarios laborales y los métodos de pago de salarios.

En pleno siglo XXI, nuestra sociedad continúa repitiendo patrones laborales que datan de más de tres generaciones atrás. Trabajar horas adicionales sin una compensación justa y recibir el salario a mediados o finales del mes, a pesar de que está ampliamente demostrado que quincenas ya no abarcan los 15 días completos que deberían, son prácticas que persisten.

Se ha constatado que la falta de productividad en el entorno laboral actual se debe a la escasa inversión en factores cruciales, tales como la formación, educación, motivación, horarios flexibles y un trato digno a los empleados, además de unas prestaciones adecuadas. Incluso existen estudios que demuestran que una menor jornada laboral, una mayor liquidez económica para los colaboradores en las empresas y otros aspectos fundamentales, como una capacitación adecuada, pueden aumentar la productividad por encima de los niveles anteriores.

Después de 115 años, resulta evidente que todo ha cambiado y ha evolucionado aún más, especialmente tras la pandemia, lo que ha dado lugar a una nueva visión del derecho laboral moderno. Ya no vivimos en 1906.

En nuestro país se asegura que el sueldo por "quincena" dura aproximadamente 13.62 días, dando por hecho que por más que queramos “estirar” el dinero, simplemente no alcanza. ¿Pero por qué no nos dura la quincena? Una de las razones es que a lo largo del año se presentan diversos gastos que reducen los ingresos de las familias. Además, nunca falta el famoso "imprevisto". El hecho de gastar por adelantado para hacer frente a los pagos que deben realizarse cuando llega el salario quincenal, dejando a las personas sin solvencia económica hasta el siguiente día de pago, es uno de los problemas más grandes.

Exigir cambios significativos, como reducir la jornada laboral de 48 a 40 horas y limitar las horas extras no remuneradas, son beneficios que pueden contribuir a una salud financiera más sólida, ya que el salario total no se vería comprometido, como ha venido ocurriendo con la práctica de "trabajar más horas de las que me pagan". Ofrecer herramientas que permitan el acceso diario a los ingresos, como la plataforma dey, sería una solución eficaz. En el ámbito empresarial, esto representaría un gran avance en términos de productividad y cumplimiento de normativas laborales, ya que brindaría a todos los colaboradores un acceso diario a sus ingresos, sin tener que esperar al día de pago. Esto reduciría el estrés financiero, permitiendo a las personas utilizar su dinero según sus necesidades, ya sea para un viaje familiar, evitar atrasos en los pagos de servicios, mantener sus finanzas en orden o hacer frente a emergencias.

Es fundamental dejar de lado las diferencias entre ganancias empresariales y beneficios para los colaboradores, y enfocarse en el bienestar de la nación en términos de cohesión social, seguridad, salud y dignidad de los trabajadores, así como en la gestión eficiente de costos y otros aspectos relevantes.

Como país y sociedad, es crucial tomar decisiones que moldeen nuestro futuro y actuar en consecuencia, abandonando la mentalidad de épocas pasadas y abrazando una nueva forma de gestionar nuestros ingresos. Te invitamos a visitar nuestro sitio web en dey.mx, completar el formulario y comenzar a tomar el control de tus ingresos, decidiendo cómo y cuándo utilizarlos.