UN HÁBITO EN UN MINUTO
¿Cuántas veces tenemos claro que queremos incorporar o cambiar un determinado hábito?... pero ¿Cuántas veces lo vamos aplazando o hacemos intentos fallidos que no nos permiten llegar a nuestro objetivo?
Liderar nuestros hábitos es una parte clave del liderazgo de nuestra propia vida, pues somos, sobre todo, lo que vamos haciendo con más frecuencia, ya que nos va construyendo cada día y en cada pequeña acción.
Hay muchos factores que influyen en la creación o el cambio de hábitos, y deberíamos darles la importancia que se merecen por el enorme impacto que tienen en nuestra existencia. Pero quiero compartir un sistema muy sencillo que funciona muy bien y, espero, que si lo aplicáis, os aporte grandes cambios en vuestra vida.
Cuando descubrí la “Regla de un minuto” por parte de James Clear, supuso un antes y un después en muchos hábitos que deseaba trabajar, pero que nunca encontraba ni el cómo ni el cuándo.
Cuando tenemos claro que queremos actuar sobre un hábito concreto, solemos venirnos arriba y luego queremos activarlo todo de golpe en muy poco tiempo. Algunas pocas veces funciona, pero la mayoría de veces te lleva a fracasar o a ir postergando. Pero si nos ponemos un mínimo exageradamente asequible para activar ese hábito, facilitaremos nuestra iniciación hacia él, evitaremos posponer, cambiaremos nuestra mentalidad y nuestra identidad respecto a él, y al final es altamente probable que lo consigamos consolidar. Leer cada día una página, hacer Yoga un minuto, hacer una plancha de 1 minuto, etc…
Por diversos temas personales y profesionales, tuve un año 2022 muy complicado, y prácticamente perdí mi hábito de lectura. A pesar de que era una actividad que me encantaba y me enriquecía mucho, no encontraba nunca el momento para volver a recuperarla de una manera constante, y mi índice de lectura había bajado drásticamente. Para volver a ello, me apliqué esta regla de mínimos y decidí leer un minuto al día, sin fallar nunca. Con ello se rompió la barrera mental y de organización del tiempo que tenía, y empecé a leer de nuevo cada día, aunque solo fuera una página. Lógicamente mi aspiración no es leer una página al día, pero con ello reconecto con el hábito, me vuelvo a considerar un lector constante, disfruto de mis libros y tengo ganas de más. Vuelvo a ser un buen lector y normalmente leo bastante a diario; pero muchos días estoy liado y no puedo, pero me continúo aplicando el mínimo de un minuto o una página.
Y eso funciona casi para todo. Desde habituarte a cosas prácticas como hacer yoga o deporte, hasta cambiar las dinámicas para dormir bien, para comer bien o para tener más salud o mejor relación con tu pareja.
Hacer que tus hábitos sean muy sencillos es una estrategia muy poderosa, porque cuando iniciamos una buena práctica, es muy fácil seguirla haciendo, pues lo importante es que ya estamos en el carril correcto.
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Y cualquier persona puede leer una página, caminar 40 pasos, hacer tres abdominales, enviar un WhatsApp a su Madre o meditar un minuto. Ahora ya no tienes excusa. De forma reflexionada y convencida, decide qué habito quieres incorporar o trabajar, y actívate inmediatamente.
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"El entregador" - Jefe de proyectos senior y "Agilista" en Guidewire Software 🔹 Comunicador, estudiante y experimentador de comunicación
1 añoExcelente relato del poder del poco de manera consistente trae beneficios compuestos frente al mucho aleatorio