Una batalla solidaria
Las escenas de hoy, en la etapa número 18 del tour de Francia 2022 nos dan una gran lección para la vida, en medio de uno de los combates más fuertes del ciclismo moderno entre los dos astros que ocupan el primero y segundo lugar de la clasificación general.
En la parte final de la carrera, en uno de los momentos más dramáticos, cuando ambos corredores se estaban jugando la piel en un terreno peligrosísimo, para sacarle alguna ventaja al otro, entran en una calzada inestable con gravilla, lo que lleva al campeón del mundo a deslizarse y caer, saliéndose de la carretera y sufriendo varias heridas. En ese instante el otro corredor, Jonas Vingegaard, parcial líder de la carrera, podría haber aprovechado para irse adelante y por fin marcar la diferencia anhelada para asegurar su trofeo, pero no, en lugar de eso baja la velocidad, lo espera y cuando el accidentado vuelve a reincorporarse el danés le pregunta si se encuentra bien, a lo cual Tadej Pogachar solo puede responder extendiendo su mano para agradecerle, los dos campeones se dan la mano y luego Tadej refuerza su gratitud con el pulgar arriba.
En ese punto los dos atletas se concentran en volver a tomar el ritmo y el esloveno en hacer su terapia mental para volver adelante y romper el viento, con lo cual podemos verlos nuevamente juntos, haciendo equipo, para poder llegar con ventajas a la meta, en lo que podríamos llamar una batalla solidaria. Los caminos honrosos se abren para quien hace el bien, y en esta ocasión el ciclista vestido de amarillo completó una de las etapas que serán historia en el ciclismo, pues además de haber cedido la oportunidad de aventajar a su principal competidor a raíz de su caída, lo acompañó en el difícil momento, mantuvo el ímpetu, se fue adelante a punta de resistencia y cruzó la meta en el primer lugar, gestando una victoria grande y con honores, que seguro ocupará un lugar especial entre sus mejores recuerdos.
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Y es que los triunfos, cuando tienen esos ingredientes adicionales que alimentan el alma, se convierten en conquistas épicas, que no tantos pueden contar. Gracias Tadej Pogachar y Jonas Vingegaard por regalarle al mundo un momento tan valioso de esos que tanta falta nos hacen y que necesitamos ver mucho más en el día a día de todos, en las calles, en las casas y en los sitios de trabajo.
Esa frase trillada de “hacer del mundo un lugar mejor” suena siempre muy romántica, pero qué hacemos si la satisfacción y el bienestar dependen de esas pequeñas acciones que marcan la diferencia, que transmiten esperanza y confirman que sí hay todavía mucha gente que piensa en los demás; que a pesar de tanta cosa negativa que muestren los noticieros, cada día ocurren miles de cosas que hacen mejor la vida de alguien o de muchos. Para cerrar, te invito a pensar por un momento, ¿qué tanto haces por otros cuando alguien que no conoces tiene un accidente o un problema? ¿eres de los que se detienen para ofrecer ayuda? ¿O eres de los que siguen de largo como si nada hubiera pasado? ¿Qué tanto realmente te importan los demás?
Desde mi mirada, cada acción solidaria que hagas, por pequeña que sea, es lo que necesitamos cada vez más en la humanidad de hoy, esa a la que tantos líderes han intentado inspirar y enseñar; esa a la que Michael Jackson también le habló cuando en su hermosa canción nos decía una frase que combina todo esto con un ingrediente de sanación importante para pasar los tragos amargos derivados del afán de ganar a toda costa, muchas veces a pesar del sacrificio de otros. El mítico cantante nos dejó una frase para siempre, en la que podemos seguir reflexionando y ojalá cambiando, cuando dijo… "heal the world, make it a better place".