Walk The Talk
Si trabajas en una organización, a menudo habrás oído e incluso compartido esta queja.
Los “jefes o managers” dicen que quieren cambio o mejora continua, pero sus actos no casan con sus palabras.
“Haz lo que yo digo y no lo que yo hago”… puede funcionar con nuestros hijos o con jefes pasados de moda pero en estos días de liderazgo ya no funciona.
La tendencia es que, para motivar, enganchar y sacar lo mejor de las personas, hay que añadir más “valor humano”. Estas prácticas que llegan al corazón de los empleados (de cualquier generación) y que son de sentido común, pero no una práctica común.
Nuestros equipos aprenderán de lo que hacemos no de lo que decimos, del liderazgo con el ejemplo. Es la única forma de asegurarse que no hay “mi trabajo Vs tu trabajo”, solo nuestro trabajo, nuestro equipo, nuestro fallo, nuestro éxito.
La interacción diaria con nuestros equipos fortalece o debilita nuestra marca personal.
Para este difícil camino, hay muchos “consejos”, yo os cuento lo que he intentado aplicar durante bastantes años y que creo que funciona bastante bien.
- Como dijo Ghandi, “se el cambio que quieres ver en el mundo”. Actúa y compórtate como quieras que lo hagan los demás.
- Se parte del equipo, tus compañeros apreciarán que te involucres, aportes conocimiento y apoyo en el trabajo diario, aparte de conocer lo que cuesta realizar un trabajo basado en tus años de experiencia "en las trincheras".
- No hagas promesas que no puedas cumplir. Ser digno de confianza es un una de las bases del liderazgo.
- Comunicación clara, en cada charla, en cada reunión. Escuchar más que hablar, escucha activa con el convencimiento de que todo el mundo tiene algo interesante que contar.
- Da autonomía y libertad en todas las facetas en las que se pueda (dejar caer con red)
- Colabora en la consecución de las metas, las que son importantes para ti y las que son importantes para ellos, tanto las profesionales como las personales si las han querido compartir contigo.
- Haz partícipe al equipo de decisiones. Se puede decir al equipo mil veces que son importantes pero permitirles participar en algunas decisiones es una forma de demostrarlo. Está claro que las decisiones se tomarán desde el “management” pero serán mejor entendidas y asumidas si hemos contado con el feedback de los que terminarán ejecutándolas.
Todos podemos llegar a aburrirnos en nuestro trabajo si sentimos que no tenemos nada que aprender, no tenemos retos que alcanzar, nada que aportar, nada que nos estimule... pero si tenemos siempre en mente que trabajamos con personas diferentes con distintas inquietudes y les tratamos con respeto y les apoyamos y acompañamos en su crecimiento conseguiremos equipos dispuestos a dar lo mejor de si mismos e incluso que mejoren cada día.