¿Y si regalamos Contexto?

Si no te termina de convencer el "amigo secreto" y andas buscando alternativas, esto te puede interesar.

Llega diciembre y surge una “necesidad” de hacer algo a fin de año, de regalarnos algo. Quizás porque es prácticamente la única ocasión que lo hacemos. Durante el año no nos "regalamos" suficientes agradecimientos, reconocimientos, suficientes sonrisas, oportunidades de escucharnos, ni menos abrazos. Estamos muy ocupados para ello. Incluso cuando nos “regalamos” feedback, mostramos las brechas de lo que hicimos mal, pero no necesariamente la validación y reconocimiento de lo bien hecho. Desde ahí, es entendible este permiso, este espacio que creamos para regalar un algo “físico” a un otro/otra (que muchas veces no sabrá quién le regala).

Permítanme divagar sobre el "Amigo Secreto". Es como los sobrecitos de sopa que solo hay que añadir agua. Viene listo para ser jugado, ya formateado, regulado, estructurado, listo para usarse, directo a la tarea. En la práctica, es lo que está a mano sin mayor esfuerzo. Además es un camino ya recorrido, diablo conocido. Lo bueno es que hay quienes hacer un esfuerzo sincero y buscan con dedicación un regalo que tenga sentido con la persona a la que le van a regalar. No sé si eso será la regla o la excepción.  

¿Y si, en cambio, regalamos Contextos?

Mi experiencia como consultor & coach organizacional me ha demostrado una y otra vez que en cada actividad grupal que desarrollamos, lo que más valora la gente es la conexión emocional que se da entre compañeros de trabajo. Obviamente, generamos los contextos para que ello ocurra, invitándolos a conversar temas personales que en sus vidas han hablado entre ellos, a reconocerse y agradecerse personalmente, sellando tales declaraciones con abrazos y lágrimas que surgen naturales. Se ignoran jerarquías, se bajan barreras, se dejan de lado diferencias y surge la humanidad sincera, vulnerable, corajuda de cada persona. Nosotros observamos de afuera esta escena, llena de gente agradeciéndose como pocas veces lo han hecho, y nos preguntamos el por qué ello no sucede en su propio lugar de trabajo.

Debe ser porque no saben crear el Contexto para que estas instancias se den. La sistémica de las organizaciones no está diseñada para crear contextos emocionales que nos permitan aquello. Quizás los que se podrían arriesgar a proponerlo (lo que requiere valentía) de pronto no lo hacen por el temor a ser rechazados y que prefieran aferrarse a lo conocido, a lo no riesgoso, a lo de siempre.

¿Y si nos desafiamos, aunque no lleguen todos? La misma hora y media o dos horas en que jugarían el Amigo Secreto, la usan para compartir lo que nos deja este año.

Contarnos cómo nos vivimos este año en la oficina. Por ejemplo: ¿Qué tal si cada uno, frente a sus compañeros, jefes y subordinados nos contamos nuestro mejor momento del año en la oficina, nuestro mayor logro? ¿Qué tal si nos contamos también nuestro peor momento y cómo salimos airosos de él... o no? ¿Qué tal si nos agradecemos (sin tener que asistir a un taller) por lo que tal o cual persona hizo por nosotros, explícitamente? ¿Qué tal si nos contamos lo que más nos emocionó durante el año que se va? ¿O nos adelantamos nuestros sueños para el 2023? ¿Qué nos ilusiona, qué nos motiva? ¿Y qué tal si escribimos en un papelito un pequeño regalo que le quieras dar a otro/otra en una sola frase? ¿Y qué tal si luego compartimos lo que nos regalaron, aunque sea anónimamente?

Los regalos que pueden salir de este espacio valen mucho más que las 5 o 10 lucas que se definieron cómo límite para el Amigo Secreto. Nos tendremos que regalar tiempo suficiente para escucharnos, para prestarnos atención, estando allí presentes con nuestras emociones. Nos regalaremos confianza, apertura y conexión, conociéndonos mucho más como personas. Nos regalaremos lo que de pronto se ha querido decir hace tiempo, pero no se ha dicho esperando el contexto adecuado.

La gracia de todos estos regalos es que no requieren más envoltorio que nosotros mismo y el tiempo que deseemos invertir con nuestros compañeros de trabajo.