Yo no quiero, pero estoy más cerca de probar las gafas

Yo no quiero, pero estoy más cerca de probar las gafas

Hola de nuevo! Aquí está una nueva entrega de la newsletter de EL PAÍS Tecnología. Soy Jordi Pérez Colomé, periodista de la sección, y hablo de tecnología y sus consecuencias sociales. Como casi siempre, nada de aparatitos. Esta semana haré trocitos más breves. Han ocurrido cosas, pero no tan impactantes.

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1. Si gana Trump, ¿por qué será?

La semana pasada participé en dos charlas del Instituto Aspen y la Fundación Telefónica. El tema era de esos generales: medios, grandes tecnológicas y desinformación. Quedaban menos de dos semanas para las elecciones en EE UU y mi punto de partida era sencillo: hoy no sabemos quién ganará, ni idea tenemos. La mayoría de encuestas da empate.

Pero gane quien gane, al día siguiente llegarán explicaciones razonables de las causas de la victoria. Pero serán causas que, si fueran claras, deberían intuirse ya hoy. Voy a hacer la prueba con el más fácil: por aquí igual van las posibles causas que se repetirán el día después si gana Trump.

Todo esto tiene que ver con una newsletter de tecnología porque solo me centraré en causas tecnológicas y en, claro, Elon Musk. No diré si el voto latino, joven o musulmán habrá ido en una dirección u otra:

a/ Elon Musk, el nuevo Rupert Murdoch. Murdoch es aún el magnate de los medios tradicionales: dueño de la Fox, Wall Street Journal y New York Post en EE UU. Pero apenas se habla hoy de su impacto. El gran cambio es la compra de Twitter por Musk en 2022, primero, y luego su voluntad de usar su poder para ayudar a Trump a corto plazo.

¿Por qué? Hay varias hipótesis: sacar aún más dinero público para sus empresas SpaceX y Tesla, su rabia con la administración Biden por despreciar Tesla y su impulso al coche eléctrico, su creencia sincera en que como “secretario de eficiencia gubernamental” será imbatible, su necesidad de recortar regulación desde dentro, sus teorías peregrinas sobre la inmigración y la frontera.

Este viernes también se supo que Musk mantiene "contacto regular" con Vladímir Putin desde finales de 2022. No faltarán razones para justificar que el comportamiento político de Musk ha sido demasiado turbio.

b/ La desinformación en X, reina del año. Musk escribió “Sacan literalmente espuma por la boca” sobre la captura de un artículo falso en una revista con un titular inventado: “Trump es literalmente Hitler”. El mensaje tiene ya su corrección, pero lo han visto 25 millones de usuarios, según X.

Captura de X de un mensaje de Elon Musk sobre un titular que es falso.

Ese es solo un ejemplo casi aleatorio. El problema de X es que sigue siendo una red de gran influencia y que nadie sabe si el algoritmo es honesto a la hora de promover contenido. Es fácil pensar que hay cosas raras: el NYTimes tiene un alcance muchísimo menor que la cuenta de Musk, por ejemplo y solo tiene 4 veces menos de seguidores.

X además permitió volver a cientos de usuarios expulsados de la plataforma por sus mensajes. Asesores de Trump dicen que en 2020 perdieron por la “censura”. Ahora claramente no hay casi ningún límite.

c/ Los medios pierden, los podcasts ganan. Otra hipótesis será el decadente impacto de los medios tradicionales. Trump ha ido a 20 podcasts (y Kamala Harris a seis). El ambiente de un podcast es más de “charlemos tranquilamente de tus cosas”, muy diferente del más inquisitivo de un medio. Por supuesto que un podcast es interesante, pero nadie aprieta con repreguntas o detalles si el candidato quiere eludir cuestiones.

d/ Las jugarretas en redes siguen funcionando. Musk está en todas partes. También ha invertido millones en organizaciones que hacen anuncios políticos. Una de ellas ha comprado anuncios en Snapchat que muestran a Kamala Harris propalestina en barrios judíos de Pensilvania y como proisraelí en zonas musulmanes de Michigan. También dicen que quiere prohibir los cigarrillos mentolados en zonas afroamericanas, que se ve que les encantan.

Capturas de los vídeos pagados por Musk para perjudicar a Kamala Harris ante votantes árabes y judíos.

Musk regala también millones de dólares a quienes se registran para votar, lo que claramente puede violar leyes electorales.

e/ La IA, futura reina del año. La IA de momento no ha tenido un gran impacto. Pero los memes de Trump hechos con IA donde le disfrazan de militar, jugador de fútbol americano o defensor de los débiles son un modo de poner asuntos delicados o políticamente incorrectos ante millones de votantes. Son memes eficaces.

f/ Otras razones aleatorias. TikTok (que Trump quería prohibir por prochina) y los jóvenes que se informan ahí, el pasotismo de Mark Zuckerberg y Meta con la desinformación, influencers desconocidos con más peso del previsto, la predicción de un mercado de apuestas porque algún criptorrico puso mucho dinero a la victoria de Trump

Si gana Trump, a ver si acierto algunas.

 2. Yo no quiero, pero estoy más cerca de probar las gafas

Una joven, con las gafas Ray-Ban Stories, desarrolladas por Meta. / META

 Esta semana estuve con una lectora de esta newsletter que usa las Meta RayBan con algo de IA. El artículo saldrá en los próximos días, ya está hecho. (Gracias también a todos los que mandasteis vuestras explicaciones sobre cómo usáis ChatGPT, a ver qué puedo hacer y espero responder personalmente.)

Las gafas son lo que parecen, sin más. Pero la lectora me contó cómo las usa y, sobre todo, me pareció posible imaginar a más gente hablando sola por la calle con sus gafas. Al menos ya no me pareció una locura impensable.

Yo voy en bici y esas gafas me permitirían ir escuchando un podcast o hablando con mi madre mientras ve lo que yo por mis cámaras, como en cualquier videollamada. Hay ciertamente auriculares sobre la oreja, llamados de conducción ósea, que permiten lo mismo. Pero son cositas a tener en cuenta.

Cuento todo esto ahora porque esta semana se ha sabido que Apple ha reducido su producción de sus Vision Pro, que iban a cambiar el mundo.

Es increíblemente significativo que Meta le haya dado una lección en hardware a Apple. El objetivo principal de todos ahora será gafas normales y manejables, no mamotretos.

Lo dicho: si no te ves con unas gafas espera a ver a alguien que las use con naturalidad. Es menos raro de lo que creía.

3. Tim Cook es soso 

Portada de la revista del Wall Street Journal con Tim Cook, presidente ejecutivo de Apple.

A pesar de esa aparente victoria momentánea de Meta, no es descartable que las gafas que más se usen en 2032 sean Apple. Tim Cook está convencido de que lo importante es ser el mejor, no el primero, según dice en un largo perfil en el Journal la pasada semana.

El texto es bastante aburrido, como el propio Cook. Aunque dice alguna cosa graciosa:

-Usa sus Vision Pro estirado en el sofá mirando hacia el techo, donde ve Ted Lasso, otro producto Apple.

-El periodista le pregunta por el “mejor nombre de chat grupal” en su móvil. Pero Cook no les pone nombres a sus chats de grupo. (Esto es un ejemplo monumental de sosez.)

-Se despierta a las 4am y a las 5.34am respondía un correo al periodista. A veces ser multimillonario no es lo mejor del mundo.


Si has leído esto igual te interesa todo esto (y tampoco te comprarías por ahora unas RayBan Wayfarer de Meta). El mejor modo de que la siga haciendo es reenviarla a quien creáis que pueda interesarle o pasarle este enlace.

Excelente, gracias por la información.

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