Permítanme que tome aire henchida de orgullo, que lo exhale invicta, que me sienta protagonista de una historia nacida para tener un único fin, un The End inspirador de suspiros…
El destino quiso que hace poco más de un año conociese a un grupo de soñadores de posibilidades, sufridores en carnes propias del dolor de Ibn Marwan,… que buscaban desesperadamente una cura para el mal, que paseaban por la Alcazaba padeciendo cada sobra de perro, cada mala hierba decorando la tierra, cada espiga salvaje secándose al sol esperando renacer en la próxima primavera, cada piedra de muralla derramada sobre el suelo, cada espacio ocupado por mendigos de la droga….
Fui testigo del roneo de enamorados en tierras intramuros, de la esperanza de salvar desinteresadamente, de cómo buscaron aliados para librar una nueva batalla, de como se habían propuesto devolver el orgullo abatido de la historia de Badajoz…
Los conocí soñadores, los vi luchar imbatibles al desaliento, aunar fuerzas para acabar con la maldición que pesa en forma de políticos desinteresados de pasados gloriosos. Desganados e indiferentes administradores de comunidades, incompetentes y sordos al grito desesperado de ciudadanos pacenses pidiendo justicia para nuestra degradada Alcazaba, la que ellos consienten en mantener indecorosamente sucia, despreciada por todos los que se sientan a blandir una vara con poder, da igual el color, la vara nunca hace nada, lo mismo da que se incline hacia derecha o izquierda, da igual que la pinten de diferentes colores porque nunca ha favorecido a nuestra joya moruna….Pero, afortunadamente han llegado un grupo de gente con una enorme carga de civismo, de pasión por devolver esplendores perdidos entre cazurros ignorantes. Hablando con unos, hablando con otros, limando de un lado y puliendo de otro, fui testigo del acuerdo entre distintas asociaciones para crear una plataforma salvadora de orgullos perdidos entre despachos y papeles.
Es la primera vez en Badajoz que varios grupos se apertrechan para un único fin, que no es otro que dejar de sentir vergüenza ajena por consecuencias de ineptitudes de mandamases portadores de varas descoloridas.
Es la primera vez en Badajoz que varios grupos se apertrechan para un único fin, que no es otro que dejar de sentir vergüenza ajena por consecuencias de ineptitudes de mandamases portadores de varas descoloridas.
En estos últimos años viajeros por tierras extremeñas, he percibido la satisfacción que produce la puesta en valor de espacios como Regina, he visto como sus ruinas resurgían de la tierra, como eran protegidas por vigilantes, como era posible hacer un recorrido cultural por las piedras de su teatro romano, como sus puertas mantienen alejados a expoliadores, y como la gente se adapta al horario marcado en la puerta. Hemos seguido la restauración de la Alcazaba de Reina, subido la costosa cuesta para ver encantados como fortifican los lienzos de muralla con peligro de desprendimientos, con cada muro salvado nos devuelven un poco de orgullo extremeño, y mientras tanto, la ciudad más grande de la comunidad, la que sirve de pasillo hacia Portugal, por la que pasan miles de visitantes a perderse en sus mares, se encuentra bajo una posible maldición que los mandos ignorantes son incapaces de romper. Espero que el nacimiento de esta plataforma traiga nuevos aires y aplausos de buen final….y que en breve veamos el desembarco de tropas aliadas al deseo más cívico de Badajoz, que maquinas excavadoras, arquitectos, ingenieros de ideas respetuosas con la historia de murallas que han sabido resistir a pesar de numerosos contratiempos invadan cada metro cuadrado de intramuros, que Indianas con sombreros de ala ancha desempolven fragmentos de batallas pasadas e inunden el recinto amurallado y, sobre todo, espero en el desembarco a políticos desgarbados por la fuerte presión de mucha, muchísima materia gris en sus cabezas.
A los valientes soñadores de la plataforma...Felicidades por vuestra impagable lucha. Por ese parto esperanzador, mucho animo y no desesperéis ante adversidades y zancadillas.
Fdo: María Penís