22S42: El resultado lógico, el humor en los incidentes de seguridad, eso de lo que no se puede hablar y el yoduro potásico.

Hola, muchas gracias por abrir la trigésimo cuarta edición de El Morrión que esta semana dedicamos a la seguridad de los menores.

Una publicación sobre el brutal caso de acoso escolar de un chico de 13 años con un TEA ha despertado cierto interés y casi de forma unánime los comentarios preguntan el porqué. Es un poco fastidioso porque el objetivo de la publicación era hablar del cómo responder de forma eficaz a un caso de acoso, motivo por el que incluíamos el enlace siguiente:

Pero ustedes mandan y aquí va un humilde intento de explicar qué ocurre. Una respuesta fácil es que los jóvenes ven mucha pornografía, es la repuesta de moda para cualquier caso de menores en el que el sexo tenga protagonismo y es extraordinariamente cómoda porque culpa a los padres por su dejadez y todos pueden seguir mirando el dedo que señala la Luna.

Pero permítanme que les haga una pregunta:

¿Escuchan a su alrededor algún discurso que demonice al diferente?

Porque yo no oigo otra cosa. Nos hemos dejado polarizar, algunos políticos han iniciado una guerra imaginaria y nos obligan a alistarnos en uno de los bandos enfrentados. España era hasta hace poco un país genial donde una parte importante de los votantes votaban a izquierda o derecha según el año, donde había tortas por ocupar el centro político, lo que tuvo como consecuencia un país moderado y seguro al que daba gusto volver. Hasta que los malos han decidido quedarse para siempre, para ello se suben a los hombros de fanáticos violentos y de débiles mentales que faltos de carácter son presa fácil de la propaganda de las potencias antagonistas y también de la propaganda de los que pretenden perpetuarse en el poder.

De este modo, han logrado borrar de España el centro político y la moderación. Ya no hay personas ni ciudadanos, o eres rojo o eres facha, o marichulo o feminazi, o extranjero o español, o pobre o rico, o del norte o del sur. Incluso es obligatorio definirse sexualmente a base de un montón de siglas.

Todo, absolutamente todo, se ha convertido en una lucha entre dos partes antagónicas, la ultraderecha y la ultraizquierda se han hecho presentes, ninguna de las dos sobreviviría sin la otra y lo saben. Por eso se realimentan los unos a los otros con un discurso de odio, repitiendo como un mantra maligno las diferencias que otorgan al emisor la superioridad sobre el otro. En todos los medios de comunicación, en la calle y también en los colegios el objetivo parece ser mantenernos movilizados, atontados, votando con la única motivación de que no gobierne el otro.

Y en este ambiente ¿Qué esperan que ocurra en las aulas? ¿Por qué ha de ser diferente en el colegio? Los menores copian los comportamientos de los adultos y se suman a la lucha contra lo diferente. Y hay mucho más: el cuestionamiento continuo de la autoridad y de las instituciones, el incumplimiento de los compromisos, el lenguaje permanentemente violento, la mala educación y la falta de respeto por las ideas ajenas.

La conclusión es que los fanáticos y los débiles mentales son muy mala compañía y en España, aunque no son muchos, los tenemos permanentemente presentes y con ellos la falta de lógica, estamos abandonado el pensamiento racional y todo es raro, absurdo y sentimental. El caldo de cultivo perfecto para que medre la gente sin escrúpulos.

En fin, volviendo a la semana, el #consejoviajerodelosmartes (no olvide seguir la etiqueta) trata de los malentendidos culturales como precursores de incidentes de seguridad y aprovechamos un estupendo video para ilustrar una de nuestras máximas que dice que a veces la diferencia entre un incidente de seguridad y una anécdota es la cantidad de humor que añadamos a la situación y de ahí nuestro consejo:

No olvide meter en el maleta su sentido del humor, va justo al lado del sentido común.

También podría enlazarse con la situación descrita en el inicio de este artículo porque ante cualquier situación es uno mismo el que decide si enfadarse o reírse y esa decisión se toma cada mañana al levantarse.

Vayan practicando porque nos va a hacer falta mucho humor este invierno, de momento la actualidad se centra en la amenaza energética, alguien debe creer que asustados votaremos mejor y que además así ahorraremos más energía, como si no lleváramos dos años haciéndolo. El caso es que las medidas de ahorro enegético y las enfermedades respiratorias se llevan mal y aunque ahora está muy mal visto hablar de la COVID-19, la pandemia no se ha terminado y a ello debemos sumar que llevamos dos años sin gripe gracias a las mascarillas lo que habrá debilitado nuestra capacidad de afrontar la de este año. Aunque suene contradictorio el uso de las mascarillas en interiores este invierno es una buena idea, aunque solo sea para eliminar un factor de tensión a la que se nos ha organizado.

Y ya terminamos con nuestra publicación que responde a las numerosas consultas sobre el uso del yoduro potásico como protección frente a los efectos de las nubes radioactivas provocadas en los accidentes nucleares y detonaciones de armas nucleares. Se dicen muchas cosas y la mayoría no están bien. En el enlace al pie recogemos las ideas principales y de paso respondemos a las numerosas consultas que hemos recibido esta semana.

Sepan que hasta la actual amenaza solo recomendábamos su inclusión en el botiquín, en casos muy contados de viajeros frecuentes o expatriados a países con sistemas de protección civil muy débiles o con culturas hostiles a los extranjeros. En la situación actual las posibilidades de un sabotaje o ataque a una instalación nuclear aumenta el catálogo de destinos donde podría estar indicado, pero tampoco hace falta perder la cabeza. En España el gobierno habrá aprendido la lección de la pandemia y conocido el coste de la imprevisión tendrá la farmacia militar trabajando a toda potencia ¿O no?

Y hasta aquí la trigésimo cuarta edición de El Morrión, tenga un buen domingo y mejor semana.