5 miradas desde el coraje para ver la crisis

Actualmente, el mundo parece estar sumido en un estado de aislamiento físico. Nos sentimos confinados en nuestras casas, pero, más allá de estas barreras materiales, el verdadero desafío radica en la prisión mental que hemos construido, atrapados por el miedo.

Como consultora organizacional y coach, he observado que muchas personas enfrentan problemas relacionados con la falta de organización familiar y el manejo del tiempo, que les impide alcanzar sus metas profesionales. Algunas personas se sienten desconectadas de sus familiares y tienen dificultades para cumplir con sus responsabilidades como padres. Otros temen convertirse en víctimas del COVID-19 y dejar a sus hijos sin uno de sus padres. En el ámbito laboral, muchos se angustian por la posibilidad de perder su empleo o ver cómo sus empresas, que habían liderado exitosamente, cierran de manera repentina. Los líderes y directivos temen afrontar conversaciones difíciles en un entorno virtual, preocupados por cómo sus decisiones afectarán a sus empleados y sus vidas.

Parece que el aislamiento físico ha bloqueado nuestra capacidad de crear y desarrollar nuevas ideas. Sin embargo, el refrán dice que el árbol no nos deja ver el bosque. Quizás, en lugar de ver el aislamiento como una limitación, deberíamos verlo como una oportunidad para explorar nuevas formas de potenciar nuestro rendimiento. El miedo actúa como una venda que nos impide ver nuevos horizontes y nos hace añorar el pasado como si fuera perfecto. Aunque ahora la vida nos ofrece la oportunidad de cerrar ciclos y empezar de nuevo, el miedo a menudo nos paraliza.

Es importante recordar que no estamos solos en esto. Millones de personas en todo el mundo enfrentan circunstancias similares, y muchos están en condiciones aún más difíciles que las nuestras. Economistas, politólogos, científicos y profesionales de diversas áreas están trabajando para superar estos desafíos y construir nuevos caminos. Pero necesitamos su apoyo, no solo material, sino también emocional y mental.

Hace años, mi familia atravesó una tragedia cuando mi padre casi muere en un incendio en nuestra modesta casa. Mi madre, quien nos sostenía a sus cinco hijos pequeños, demostró un valor extraordinario en esos momentos difíciles. A pesar de las adversidades, ella nos enseñó a enfrentar los desafíos con valentía. Hoy en día, comparto estas historias con mis hijas durante las cenas, contándoles sobre las acciones heroicas que mi madre tomó para salir adelante y cómo, gracias a su coraje, somos personas de bien.

A veces, creemos que los padres, jefes y líderes deben mostrar calma y confianza, pero detrás de esas apariencias serenas también hay angustia. Detrás de las caras serias, hay corazones que se preocupan por el futuro y por el bienestar de los demás. Ese es el verdadero coraje: enfrentar el miedo y seguir adelante a pesar de él.

Si se siente angustiado como lo estaba mi madre, recuerde que el miedo no debe ser una opción. Aquí comparto cinco visiones personales que espero le ayuden a encontrar el coraje dentro de usted, como lo hicieron en mi familia:

1. Deja a un lado la vergüenza: El miedo busca detener la acción. No permitas que la vergüenza te impida avanzar. A menudo, guardamos talentos y cualidades por miedo al juicio de los demás. Mi madre siempre decía que si es algo honesto, debemos actuar con valentía y sin miedo.
2. Evita la parálisis por análisis: Cuando mi madre se enfrentaba a problemas como el costo de la educación y la alimentación, el miedo a veces la paralizaba. Sin embargo, ella se recuperaba y abordaba una tarea a la vez. Divide tus tareas en fases manejables y avanza paso a paso. La constancia y el trabajo diario pueden llevarte a alcanzar tus objetivos.
3. Dialoga para hallar soluciones: Evitar conflictos y posponer conversaciones importantes solo agrava los problemas. Mi madre me enseñó que no podemos levantarnos de una conversación hasta que se haya resuelto el problema. Dialogar a tiempo puede evitar complicaciones mayores.
4. Comprométete con fechas y horarios: Si tienes un proyecto o idea, establece una fecha y hora para presentarlo. Mi madre siempre planeaba con anticipación y cumplía con sus compromisos. Hacerlo te ayudará a superar la parálisis y te motivará a encontrar soluciones.
5. Busca el apoyo de tus camaradas y amigos: Mi madre contaba con el apoyo de sus hijos, y eso la ayudaba a superar los desafíos. Haz una lista de personas que creen en ti y busca su apoyo. A veces, un simple aliento puede marcar la diferencia.

Finalmente, quiero decirte que los grandes milagros a menudo ocurren fuera de las cámaras y las luces. Ahora estás en un lugar seguro, no confinado, y tienes la oportunidad de renacer. No dejes que la preocupación te robe la salud. Empieza el día con ánimo y trabaja para superar tus miedos. Yo, como adulta, ya no soy la niña que vio su casa arder. Ahora, puedo enfrentar y resolver problemas, gracias al coraje que mi madre me enseñó. Espero que estas reflexiones te ayuden a sentirte menos solo y te inspiren a actuar con valentía.

—Bertha Duarte