Cómo balancear el propósito y la ganancia de una empresa

Los asesores ayudan a las empresas a enfrentar los desafíos poniendo en marcha los procesos estratégicos necesarios para restaurar un negocio en problemas y volverlo a su anterior salud financiera y viabilidad.

Es, sin dudas, un verdadero reto en un contexto mundial complicado, donde según palabras de el mismo presidente del Banco Mundial, David Malpass: “La guerra en Ucrania, los bloqueos en China, las interrupciones en la cadena de suministro y el riesgo de estanflación están afectando el crecimiento de las empresas en todos los niveles”

Sin embargo, son muchas las empresas que toman nota del nuevo escenario y están dispuestas a cambiar el rumbo de su destino para maximizar ganancias, y evitar una crisis aún más profunda.

Por eso, es fundamental, en primer lugar, diagnosticar el problema; analizar si los recursos son suficientes; elegir al mejor equipo posible para atacar la problemática; y comenzar a ejecutar ese plan maestro que se diseñó. Y este último punto aunque parezca sencillo no lo es: se debe entender cómo ejecutar ese plan de marketing, analizar los mix y las condiciones comerciales, hablar con los clientes, entender el mundo físico y el online, etcétera.

El compromiso a un objetivo en común es crucial para el éxito de la estrategia de recuperación. Todos los actores son importantes y es necesario fomentar un ambiente de trabajo colaborativo y consciente de la responsabilidad que conlleva la situación.

Además, tener una visión y una estrategia “pro-clientes” y que entienda las necesidades actuales del mercado, es de suma importancia. Es importante destacar que al mercado lo mueven las personas, por lo tanto, esta estrategia es 100 por ciento terrenal, algo que a veces pasa desapercibido.

Un mercado que según la CEPAL, enfrenta en América Latina una coyuntura compleja y de gran incertidumbre, la tasa de crecimiento para este año será de un porcentaje más bajo que el 3,3% proyectado,

Ante el panorama económico que se nos presenta es, entonces, la hora de elegir un nuevo rumbo, las empresas deben re-encontrar su propósito y enfocarse en sus clientes, para mejorar su experiencia de consumidor y a su vez, maximizar ganancias.

En conclusión, creo que el cliente es el que decide y es el principal “driver” para realizar un turnaround, que esté en línea con sus valores y creencias. Con esta estrategia y estos disparadores en mente, cualquier negocio puede comenzar a pensar en cuál sería su modelo de “compañía del futuro”.

¿Y las personas?

Las empresas tienen distintas etapas en su desarrollo. Esto quiere decir que una compañía necesita distinto personal en cada una de estas etapas, y por esta razón, existe la movilidad. 

Por ejemplo, cuando un emprendimiento recién comienza, necesitas un equipo con motivación. En las siguientes etapas, se necesita estrategia y crecimiento de contenido. Paso seguido, se necesitará un equipo con más expertise y con experiencia en la toma de decisiones a largo plazo.

Esta visión resulta clave a la hora de hacer un “turnaround” de negocios.