¿Cómo frenar una explosión emocional?
Miguel Furque
Mentor de líderes y equipos directivos | Capacitador y Speaker | Experto en Management
#CEOsDelFuturo es el newsletter donde envío experiencias relevantes para quiénes están comenzando su carrera como emprendedores o directivos de empresas.
¿Cómo frenar una explosión emocional al momento?
Este sábado participé de una reunión de directorio. Se trataban temas difíciles, hasta que un director perdió el control y explotó emocionalmente.
Sus gritos, palabras y gestos agresivos, y golpes en la mesa, lo dejaron expuesto, afectado emocionalmente y por supuesto la reunión no se pudo concluir.
Al final de este artículo te cuento cómo siguió la cosa…
Sin dudas no tuvo la madurez para administrar sus emociones y tampoco las herramientas para actuar cuando ya estás en medio de una explosión emocional.
Te doy a continuación mis consejos de qué puedes hacer cuando esto te pase a ti:
Recuerda que el impacto si o si existirá y el tamaño de la acción determina la medida de la reacción.
Sal del lugar por unos minutos para darte espacio y tiempo para calmarte y pensar cómo puedes manejar la situación de manera más constructiva al regresar.
Por ejemplo, da un paso atrás y da un aplauso fuerte, golpea suavemente tus muslos con las manos o haz un movimiento de estiramiento rápido. Este cambio repentino interrumpirá el ciclo de la ira podrás recuperar el control.
Esto puede ayudarte a calmar tus emociones y a volver al estado de ánimo más equilibrado. Por ejemplo: un trozo de tela suave o un llavero con texturas interesantes.
Por ejemplo, imagina a la persona que te criticó con una nariz de payaso. Esto rompe el ciclo de la ira al cambiar tu perspectiva de la situación.
Escribir ayuda a procesar y dar sentido a lo que está sintiendo.
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La actividad de escribir activa las áreas del cerebro asociadas con el procesamiento del lenguaje y la autorreflexión, lo que permite una comprensión más profunda de las emociones experimentadas.
Expresar las emociones a través de la escritura puede actuar como una forma de "descarga emocional".
Al poner las emociones en palabras, experimentas un alivio inmediato de la tensión interna asociada con esas emociones, similar a hablar con alguien de confianza.
Escribir te ayuda a distanciarte emocionalmente de la situación y ganarás una mayor claridad y perspectiva sobre la situación, lo que puede reducir la intensidad de las emociones negativas.
Como terminó la reunión…
El director enojado tomó sus cosas, pegó un portazo y se fue sin saludar.
Los demás salieron de la sala sin decir nada a otros sitios con gestos de no quiero pasar más por esto.
Después de un par de horas, aparecieron las consecuencias no esperadas en el resto. Me comentaron que no harían tal cosa, que ni presionados actuarían como él quería, etc.
El impacto en el resto fue todo lo contrario de lo que el “enojado” buscó.
En definitiva, un “enojo sin resultados”, en términos de los objetivos de la empresa.
Por si alguna vez te pasa de estar y ver que alguien entró en ira, ni se te ocurra pedirle que se calme. Vas a sufrir las consecuencias de hacerlo.
A una persona que explotó emocionalmente hay que dejarla que vuelva a la calma por sus propios medios.
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