Cómo saber si eres un líder en piloto automático y tomar los mandos antes de que sea tarde.

Es posible que, con el paso del tiempo, sin que nos demos cuenta, podamos llegar a acomodarnos en desarrollar nuestra principal tarea y no seamos conscientes de que nuestro equipo o tripulación ha tirado la toalla y trabaja al ralentí asumiendo que ni por parte del piloto (nosotros, su líder) ni desde la torre de control (centro de poder absoluto de la compañía) se tiene interés en informar de la carta de vuelo (futuro inmediato) y menos aún en dar a conocer los detalles sobre los previsibles movimientos de la nave para los próximos meses/años (nuestra empresa=misión).

Si estamos ejerciendo el rol de líderes de nuestra compañía o equipo y sentimos que estamos claramente en el punto anterior podemos decir que lideramos en piloto automático. Hasta aquí puede que ni bien ni mal (todo normal) si no fuese porque mantenernos en el tiempo en este estado tiene como principales consecuencias el desenfoque y la descoordinación de la energía y capacidades de los miembros de nuestro equipo, lo que lleva a su vez a un punto de repetición de patrones de error e ineficacias en los procesos de interacción entre el equipo y del equipo con los de afuera (resto de equipos, clientes, colaboradores, proveedores, etc.) y terminamos por conducir a nuestra empresa/departamento al modo piloto automático donde muchos de los problemas son tan previsibles como escasas las respuestas eficaces para romper los círculos viciosos y limitantes de los “lo sabía, eso no funcionará, ya lo dije yo aquí, etc.”

Llegados a este punto (y aquí es donde viene el peligro) la tripulación en pleno puede llegar a asumir el estado de “piloto automático” lo que lleva a que paulatinamente van minorando esfuerzo, ingenio y compromiso. Y al estar todos en este estado, nuestro avión (misión=empresa) navega por las leyes del mercado con las limitaciones que marquen su inercia y capacidad de respuesta según patrones del pasado. Fácil y cómodo seguir así, tanto como tener problemas ante las primeras turbulencias que nos lleguen avisando con inesperadas sacudidas. Es justo en este momento cuando un líder en “piloto automático” tiene la necesidad de asumir el control y reaccionar rápido con toda la energía y acierto que pueda conseguir. Pero, como sabemos, en plena crisis nunca es el mejor momento para pedir todo el apoyo máxime cuando, muy posiblemente, no se han ajustado empate de expectativas y otros asuntos vitales con los miembros del equipo.

Como principales responsables de la misión de nuestra empresa/departamento debemos evitar llegar ahí manteniendo un liderazgo consciente donde la atención y la adaptación sean las claves principales que nos permitan ser (no parecer ni intentarlo), y siendo, influir positivamente en reforzar día a día el compromiso global del equipo. Desde el liderazgo consciente podremos empoderar de manera natural al conjunto de la empresa al servicio de la misión trabajando eficazmente hacia el futuro, atentos a hoy y ahora, agradeciendo lo que nos ayudó a llegar hasta aquí. Orden y armonía al unísono que nos permiten mantener a nuestra empresa en su máximo potencial.

Y sí, efectivamente nadie mantiene el 100% de un comportamiento u otro y podemos pasar por épocas más próximas a uno de los extremos por lo que es clave saber si estamos muy cerca del liderazgo en piloto automático y cuando debemos actuar para salir del bucle de la repetición de los mismos patrones de error y las consiguientes crisis más o menos periódicas y poder llegar, por fin, a desarrollar el potencial de nuestro equipo o compañía.

Para ello podemos utilizar la siguiente tabla comparativa de patrones de pensamiento, sentimiento y conducta que conforman cada tipo de liderazgo. Pregúntate con serenidad en que columna estás ahora principalmente o mejor aún pide a los miembros de tu equipo que te den su visión al respecto de la manera más abierta y neutra que les sea posible.

 Llegados aquí, si parece que tu perfil actual es de líder de piloto automático deberías seriamente plantearte trabajar en ello. Desde Capazita acompañamos a líderes empresariales en programas personalizados de transformación efectiva exitosa, puedes conocer algunos detalles y contactarnos aquí.

En un post posterior escribiré sobre cómo desarrollar un liderazgo consciente que permita influir en tu equipo y empoderarlo para ayudar a transformar tus estrategias en resultados. Suena demasiado básico, lo sé, pero en mi opinión hay un secreto para entender la potencia de tan sencillo planteamiento: la verdad más profunda es que no es tan difícil empezar a ser (que es un gran paso) sino mantenerse siendo para desarrollar y reafirmar tu perfil de liderazgo transformador. Me despido con una bonita metáfora que viene al pelo para visualizar este poderoso secreto facilitador del cambio y la transformación:

No hay nada en el mundo más blando y débil que el agua,

Mas nada le toma ventaja en vencer a lo recio (y duro)

Pues nada en ello puede ocupar su lugar.

El agua vence a lo duro,

Lo débil vence a lo fuerte

Lao-Tse (Tao Te Ching)