Cantando al volante
Era un día común y corriente en el que tomar la decisión equivocada de irme por Constitución en lugar de por Hidalgo, me condujo directamente a un embotellamiento que empezaba antes de la joroba.
El embotellamiento se debía a las obras recarpeteo del tramo poniente a oriente de Constitución, y me detuvo ahí sin poder salir a estirar las piernas por más de 45 minutos, tiempo que tardé en llegar de Gonzalitos a Venustiano Carranza.
Estando ‘embotellado’ ahí, me di cuenta de lo desorganizados que somos y cómo parecíamos gotas de agua en embudo, cada uno por donde podía, y el de al lado que necesitaba pasar, pues que se friegue.
Pero siendo yo un amante de la música y sin poder avisarle a quien me esperaba que iba a llegar un poco tarde, me dediqué a oír un par de CD’s que no escucho muy a menudo, pero que me gustan mucho.
No pensé más que en la música, y permití que al menos unos 450 carros se me adelantaran, lo cual no tenía muy contentos a los de atrás, pero soy un fiel creyente del uno y uno; pasa uno de la derecha y luego uno de la izquierda, derecha, izquierda, y así se mueve todo el embrollo más organizadamente.
Solo que, por la desesperación, cuando dejaba que pasará uno de la derecha, se le pegaban como calcomanía otros cinco coches que amenazadoramente embestían.
Pero no importaba, yo estaba escuchando buena música y de hecho no solo eso, sino que la estaba cantando, algo que suelo hacer en situaciones como ésta o cuando escucho una verdadera "oldie but goodie''.
A mí no me importa mucho que me vean cantando los conductores que pasan a mi lado, pero si procuro no parecer James Brown en concierto, limitándome a solo cantarlas conservadoramente.
Pero no todo mundo se siente tan tranquilo al ser descubierto infraganti en su coche interpretando melodías frente al volante, tal y como si éste fuese un micrófono y la audiencia estuviese viéndolos a través del vidrio delantero.
Me he topado con personas que al darse cuenta de que las ven cantando abordo, aceleran o frenan, según sea necesario, para salir del spot en que se les tenía; otras voltean la cara hacia al lado contrario y media hora después voltean para ver si todavía está ahí el mirón.
Pero la mayoría dejan de mover la boca inmediatamente y empiezan un ritual que puede incluir manos, dedos, lengua o que sé yo.
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Estas personas fingen que estaban usando la boca para otra cosa y se la tocan con la mano para sentirse cubiertos (como quizá podría confirmar un psicólogo), con algún dedo, como fingiendo que estaban pensando en voz alta; o empiezan a mover la lengua para todos lados como si quisieran sacar una hebra de mango que se les quedó atorada entre los dientes.
Sin embargo, lo más penoso para estas personas seguramente será cuando quien las descubre es un conocido, pues es entonces cuando, con la sonrisita fingida, saludan excesivamente efusivos y salen disparados del lugar de los hechos.
UNA CARTA EQUIVOCADA
Una carta me llegó equivocadamente y por este conducto la dirijo a quien corresponde:
Estimada Dra. Corazón:
"Cuando voy en mi carro tengo la imperiosa necesidad de cantar lo que sea que se esté tocando por la radio; si es de Bronco muevo las caderas y los hombros al ritmo de lo que canta Lupe; si es Rock solo muevo la cabeza, y si está muy "prendida'' la "rola'' pues uso el volante como batería; si es romántica hago ademanes con la mano que tenga libre, y si el auto no se está moviendo, con ambas, ¿qué me dice al respecto? ¿Estoy mal? Yo creo que no, pero la gente que pasa al lado mío se me queda viendo como si fuese disfrazada de Mickey Mouse con un puro en la boca''.
Estimada Confundida.
Independientemente de lo que la doctora le conteste, déjeme darle mi respuesta: todo depende. ¿Ha causado algún accidente vial con daños irreparables a otros? ¿Le impide su canto y baile al volante el poder conducir como marca el nuevo reglamento de tránsito? Si tu respuesta es si a una de las dos o a ambas preguntas, busca ayuda profesional, ya sea la de un psiquiatra o la de un chofer, la que te guste más o te cueste menos.
Gracias a todos ustedes que se preocupan por hacerme llegar sus comentarios, pero quizás la mejor manera de hacerlo sea mediante un fax al número 450264, una llamada al 40-10-40 o una carta al Apartado Postal 186 de Monterrey, N.L.
Consultor de proyectos de empaque y embalaje | Profesor de operaciones, proyectos y finanzas en TecNM facultad de ingeniería industrial | Apasionado del conocimiento.
11 mesesUn casete y una pluma bic…. Como olvidarla jaja gracias por la dosis de nostalgia de la buena! 😊
IA @ RH | CEO y Co-founder | Creador de Contenido #1 sobre IA en Español en Linkedin | Keynote Speaker | Skills Based Organizations | Outplacement | Ex-Piloto profesional de autos
11 mesesHasta los lentes se ven retro en esta foto del siglo pasado