Comunicación no verbal
“Hay cuatro formas, y solo cuatro formas, en las que tenemos contacto con el mundo. Estos cuatro contactos nos evalúan y clasifican: qué hacemos, cómo nos vemos, qué decimos y cómo lo decimos”. - Dale Carnegie
Comunicación sin palabras
La comunicación es una habilidad esencial para los líderes exitosos. La escucha activa es parte del proceso de comunicación y requiere observar cuidadosamente el comportamiento del cuerpo. "Escuchar" el cuerpo nos permite una mejor relación y comunicación. No tiene como intención señalar al interlocutor por alguna incongruencia entre lo que dice y cómo lo expresa, sino para identificar la señal de que el mensaje no concuerda con su actitud e invitarnos a indagar sobre sus sentimientos y emociones para llegar a una comunicación auténtica.
Como líderes necesitamos estar atentos a los sentimientos de nuestro equipo, cliente y demás involucrados. Una buena relación se construye sobre una comunicación genuina, que considere lo que se dice con palabra y con el comportamiento. En el Management 3.0 es fundamental el enfoque en la persona y lograr mejores resultados a través de una mejor gestión de las relaciones y confianza en los equipos de proyecto.
La comunicación ocurre en dos sentidos y de igual forma es el lenguaje corporal. Como vemos, nos ven. Nuestro interlocutor observa nuestras señales para interpretar el mensaje. En nuestro mensaje influye la forma en que comunicamos. Si bien es manipulable, el mensaje puede ser mal interpretado y confuso.
El lenguaje corporal no está ligado a las palabras, va conectado con las emociones y sentimientos. El lenguaje corporal es instintivo. Si no sentimos lo que pensamos cuando hablamos, el cuerpo nos traiciona. Si creemos en lo que decimos, entonces todo el mensaje será congruente. Observemos nuestro lenguaje corporal y corrijamos la postura al igual que ajustamos nuestras palabras.
Lenguaje corporal
Existe una gran diversidad de información acerca del lenguaje no verbal y en su mayoría se enfoca en describir o mostrar una imagen de algún gesto y su significado, ¿Realmente esto es suficiente para comprender el mensaje correctamente?
Lo que se ve y escucha no necesariamente refleja los verdaderos pensamientos y actitudes de las personas. De acuerdo con Allan y Barbara Pease en su libro "The Definitive Book of Body Language", existen tres reglas para leer el mensaje de manera correcta, a partir del comportamiento.
El lenguaje, cuando hablamos, está conformado por palabras que en la mayoría de los casos no son suficiente para transmitir un mensaje, además de que pueden tener diversos significados. Es necesario conjuntar diversas palabras para generar frases, esto con el fin de tener un mayor sentido.
Por su parte el lenguaje corporal está integrado por gestos en vez de palabras. De igual manera, que el lenguaje hablado, debe leerse en conjunto y no en partes aisladas.
Mayormente las personas dicen lo que quieren escuchar o simplemente no expresan lo que realmente sienten, por diversos motivos: complacencia, salir del compromiso, conveniencia o temor. Lo que hace necesario encontrar la congruencia entre lo que se dice y cómo es que se dice.
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El contexto integra todos los agentes externos que se encuentren en el momento que se está teniendo comunicación. Pueden ser las situaciones climatológicas, la cultura o el tipo de actividad que esté desarrollando.
Es trascendental tener en cuenta el contexto ya que al igual que las otras reglas si no es observado y/o conocido se puede mal interpretar el mensaje.
La habilidad de leer el lenguaje corporal no es algo que se aprenda fácilmente, necesita practicarse constantemente. Es una herramienta útil para identificar señales o indicaciones de que el mensaje transmitido es auténtico o no, e invitarnos a indagar para tener mejor certeza.
¿Qué hacemos en condiciones de trabajo remoto? Solo tenemos como referencia lo que percibimos a través del audio y video. ¿Apagar la cámara puede ser una señal a considerar en un nuevo ambiente de comunicación? ¿Cómo intervenimos para incorporar información relevante para la comunicación que no percibimos? La respuesta es posiblemente indagar sobre las emociones y sentimientos del interlocutor.
“Lo más importante en la comunicación es escuchar lo que no se dice”. - Peter F. Drucker
Escucha al cuerpo
Existen cuatro señales en el comportamiento que hablan por la persona. Identificarlas en contexto nos ayudan a completar el mensaje que estamos escuchando.
Solo un 7% del mensaje está en las palabras, un 55% corresponde al lenguaje corporal y el 38% restante está en la entonación, en la forma en que se dice. La modulación de la voz es un elemento fundamental en la comunicación oral.
Una habilidad que debemos trabajar es también la presentación y oratoria, complemento importante en el proceso de comunicación. El uso del lenguaje de señas nos permite trasladar las emociones al lenguaje de las manos para expresar un mensaje de manera más clara y dramática. Esto podremos considerarlo a profundizar en otras publicaciones.
Cuida el mensaje del cuerpo
Nuestro cuerpo habla por nosotros. Cuando hablamos cuidamos las palabras y en concordancia debemos cuidar cómo lo decimos, nuestro lenguaje corporal y entonación "grita" lo que no decimos. Ambos deben estar en concordancia y congruencia para una comunicación efectiva.
Amy Cuddy es una investigadora del lenguaje corporal que ha estudiado la forma en que la posición del cuerpo influye en la percepción que reciben los demás de nosotros. En el video a continuación presenta su charla en TED donde muestra la forma en que el lenguaje corporal incide en la forma en que nos percibimos a nosotros mismos. Plantea que adoptar una posición de poder, de confianza, aun cuando no nos sentimos seguros puede impactar en nuestras posibilidades de éxito.
Si el lenguaje corporal es un reflejo de nuestras emociones y sentimientos, la conciencia sobre lo que dice nuestro cuerpo nos ayudaría a condicionar el cambio de esas emociones y prepararnos para nuevos retos. Revisemos nuestra posición y actitud en el liderazgo de nuestros equipos y trabajemos en lograr los cambios que necesitamos. Conduzcamos nuestras emociones y expectativas en el sentido del mensaje que queremos transmitir.