Conversaciones Difíciles
Expresar nuestras formas de pensar o nuestras ideas de forma directa no es una tarea fácil, esto requiere de respeto, coraje y prudencia por parte de quien habla, y apertura o empatía por quien escucha. Esto es lo que llamamos conversaciones difíciles, aquellas que se dan por algún tema pendiente por discutir, que de ser puesto sobre la mesa hace que las cosas empeoren. Lo anterior se da en el matrimonio, los amigos y muy frecuentemente en las organizaciones. Esta idea se hace tan tangible como la fotografía de esta publicación, las personas vemos su presencia pero no queremos hablar de él.
Existen diferentes maneras de abordar, estas conversaciones difíciles: La primera es mantenerse neutral con una conversación más política, no atendiendo al tema central, la segunda es enfrentar la conversación de forma directa creando un nivel de desequilibrio, colocando el elefante sobre la mesa, logrando que que la otra persona se ponga a la defensiva (por sobre todo sino existen habilidades blandas) y busque reafirmar su posición. Tercero, mantener una conversación o dialogo más reflexivo, pones el elefante sobre la mesa, pero no generas desequilibrio, en lo personal es como "lanzar el problema de un lado a otro" (perder el tiempo). Y la cuarta es poner el elefante sobre la mesa, de tal modo de crear desequilibrio pudiendo avanzar en el tema que se discute y con esto producir un dialogo movilizador, tu contraparte sentirá tensión pero permanecerá involucrado. Para llevar a un dialogo movilizador que permita "salir de la caja" es necesario un ambiente dentro de la organización que permita este tipo de conversaciones difíciles, no todas las organizaciones y principalmente sus directivos están preparados. ¿Y tú como sacarías el elefante bajo la mesa?.
Especialista en Data Analytics en Adapsys Group
1 añoEl elefante suele estar allí, al ladito nuestro, pero cómo cuesta ponerlo sobre la mesa. Sin embargo, tal como dices, no es imposible y cómo ayuda a movilizar cambios.