Correr detrás del balón
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Correr detrás del balón

Dos capitanes, uno en cada bando, elegían a sus jugadores uno a uno, dejando a los menos avezados para el final. ¿Lo recuerdas? Luego llegaba el momento de decidir quién era el portero. Nadie quería ser portero, porque jugaban poco y les echaban la culpa del resultado. Comenzaba el partido, y una masa informe de jugadores se arremolinaba alrededor de la pelota, cual bandada de estorninos. Todo el mundo quería meter el gol, tener su minuto de gloria y subir su cotización para el próximo partido. Todo el mundo corría detrás del balón, esa era la única estrategia de juego.

En el mundo de hoy, muchas organizaciones se dedican a “correr detrás del balón”. La pelota suele ser salvar el año, solucionar un problema de ventas, reestructurar un departamento, poner en marcha el nuevo ERP o preparar el nuevo plan de contingencia. Normalmente, hay varios balones rodando y los equipos se afanan en controlarlos todos a la vez, siempre con la ilusión de meter un gol. 

Este tipo de organizaciones no cuentan ni con una estrategia ni un liderazgo definidos. Más bien ponen en marcha lo que Richard Rumelt, en su libro Good Strategy / Bad Strategy, define como una mala estrategia. Comunican eslóganes vacíos, no son capaces de detectar los desafíos a los que se enfrentan, confunden solucionar problemas con la estrategia, y fallan al establecer objetivos estratégicos realistas. 

Los capitanes de los equipos que “corren detrás del balón” cumplen estas premisas al pie de la letra. Animan a sus equipos a marcar un gol con llamadas a la épica sin importarles las capacidades de sus miembros o sus recursos, no se sienten cómodos analizando las causas reales que hay detrás de su falta anotadora, y no son realistas en el establecimiento de los objetivos del equipo. 

¿Por qué hay organizaciones que corren detrás del balón?

Las razones pueden ser variadas, pero ahí van algunas:

  • Estar muy ocupado o parecerlo es un símbolo de estatus en el trabajo. Una investigación de la universidad de Columbia relaciona lo ocupados que estamos con el estatus en nuestro trabajo. Correr detrás del balón, aunque no sepamos muy bien para qué, nos vende internamente. Estamos sudando la camiseta, aunque no sepamos muy bien cuáles son los resultados. 
  • Incapacidad directiva y de un liderazgo efectivo. Las razones por las que un líder es incapaz de desarrollar una estrategia de forma efectiva son variadas, pero podemos encontrar entre otras los conflictos de prioridades, la existencia de equipos directivos ineficientes, estilos de liderazgo inadecuados o falta de coordinación y comunicación. Sobre todo, cuando las prioridades son difusas y a eso se suma la falta de coordinación, “correr detrás del balón” se convierte en el día a día de la organización. 
  • Orientación al corto plazo. Como en la película “Don´t look up” (No mires arriba) en la que un meteorito se aproximaba a la tierra ante la inacción de todos los responsables políticos, las organizaciones que “corren detrás del balón” están muy ocupadas en vivir su día a día.  Levantar la vista y tener la valentía de avisar del peligro que se nos aproxima y de los efectos que puede causar en la organización es una tarea incómoda. Cuando el Dr. Randall Mindy (Leonardo DiCaprio) y su ayudante Kate Dibiasky (Jennifer Lawrence) advierten de qué está ocurriendo y cuáles son las consecuencias, todo el mundo se pone en su contra. En la teoría de la organización lo podríamos llamar miopía organizacional. No dudes que quien dé la voz de alarma en la organización sufrirá las mismas consecuencias.
  • Falta de capacidad ambidiestra de la organización. Una organización ambidiestra es capaz de conjugar "exploración y explotación", es decir, la eficiencia de las operaciones actuales con la innovación y redefinición de la forma en la que la organización crea valor en el mercado. Las organizaciones que corren detrás del balón no tienen esta capacidad. En muchos casos son incapaces de garantizar la eficiencia, y en ningún caso tienen planes de innovación coordinados de manera efectiva con la visión de la organización. 

Espero tus comentarios e ideas. Sobre cuáles son las soluciones a esta situación, las abordaremos en un próximo post. 

Este post y el reconocimiento de su inspiración va dedicado a mi buen amigo Jose Luis Marín de la Iglesia

Jose Luis Marín de la Iglesia

Senior Executive | Data & AI, Innovation & Digitalization | 2/3 engineer + 1/3 economist |

2 años

Gracias Juan Vicente García Manjón . La inspiración es mutua cada dia.

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