Cumple años de la Academia Boyacense de Historia con reflexión y optimismo
Al cumplirse 113 años de fundada para mantener el patrimonio del departamento, el pensamiento y acción de personajes e instituciones, destaca sin lugar a dudas, la dedicación del Doctor Javier Ocampo López, Presidente de la Academia Boyacense de Historia.
La lluvia tunjana sirvió como telón para iniciar la celebración con protagonistas destacados de la historia y publicaciones que hacen honor a la tradición del departamento; abrigados en el Salón de la Constitución, recinto que alberga obras artísticas que recrean momentos trascendentales de la historia colombiana, en este emblemático lugar a las tres de la tarde se dio apertura a la programación académica.
Las palabras del Doctor Javier Ocampo López, como Presidente de la Academia, recordaron el 9 de abril de 1905, cuando se estableció como Centro de Historia de Tunja, siendo el primer Presidente el Canónigo Aquilino Niño Camacho, nieto del Prócer –mártir Dr. Juan Nepomuceno Niño, también descendiente del prócer Joaquín Camacho. La historia recuerda también que hace 106 años se fundó la Revista “Repertorio Boyacense”, publicación que representa el medio oficial de la corporación, con publicaciones ininterrumpidas hasta hoy, cuando se presenta el número 358 entregado a los asistentes durante la sesión solemne en el Palacio de la Torre.
Hace 100 años por ordenanza número 28, se declaró como entidad consultiva del Gobierno Departamental de Boyacá, con misión para guardar, conservar y ofrecer los servicios de documentación del Archivo Histórico Regional de Boyacá. Como entidad oficial reconocida en 1928, fue elevada a la categoría de Academia Boyacense de Historia a nivel nacional. Siendo una de las entidades más importantes del departamento y el país, no hubo representación del gobierno, exceptuando el delegado del Doctor Jorge Eduardo Londoño, elegido en las pasadas elecciones, como Senador de la República. Al Dr. Londoño, la Academia envío una exaltación y felicitación por su dedicación intelectual y consideración como Académico Honorario.
La entrega del Repertorio Boyacense 358 que, hace homenaje a Las Heroínas Mártires del Valle de Tenza, recuerda a las siete heroínas que dedicaron gran parte de su vida a servir y apoyar al ejército libertador. En estos 200 años desde su sacrificio, la investigación y escrito de la Miembro de Número de la Academia Boyacense de Historia, Nelly Sol Gómez de Ocampo, nos refresca la memoria sobre la importante participación de la mujer en la campaña libertadora. El escrito además invita a restaurar la conciencia de Patria.
Los 17 artículos del repertorio, hacen un importante recorrido por la historia de Boyacá, destacando aspectos que valen la pena mantener presentes para no repetir la historia.
La segunda publicación entregada corresponde a “La Teología de la Liberación, Respuesta al Clamor de los Pobres de América Latina”. El Doctor Luis Alberto Patiño Romero, comparte el trabajo de investigación sobre la liberación, con análisis de carácter filosófico, social y teológico . Su escrito representa el clamor de un pueblo que sufre y demanda justicia, libertad y respeto a los derechos fundamentales del hombre y de los pueblos.
La presentación del Repertorio Boyacense por parte del Académico Pedro Gustavo Huertas Ramírez, Miembro de Número de la Academia Boyacense de Historia y Director de Publicaciones de la Academia, puso al auditorio en contexto con la gran reseña del contenido que invita a reflexionar sobre las acciones y omisiones de los ciudadanos.
Un acto conmemorativo y académico acompañado por música con talentosos artistas boyacenses y el acompañamiento de ilustres personajes activos de la historia, empresarios, estudiantes y boyacenses que indagan sobre sus raíces para corregir los errores que mantienen al pueblo en opresión.
Los grandes ausentes fueron los gobernantes que, como bien sabido es, lo último que les importa es corregir los errores de la historia para tener a su pueblo en conflicto permanente; la patria añorada por los héroes y heroínas de la libertad, continúa siendo un sueño, pero como la bondad y distinción no se llevan con la mezquindad y arrogancia, hasta bien causaron con su ausencia, permitiendo que la buena energía se sintiera en el recinto, donde se pudo departir con la calidez que identifica a los buenos hombres y mujeres de Boyacá.