Y un día me di cuenta...de que una "mala fortuna" puede acabar en algo bueno.

Si te gusta el post y/o crees que a alguien que conoces puede serle útil no dudes en comentar o en darle a like. Así es como puedo llegar a otros. Esta reflexión forma parte de un listado en otro post anterior que iré desarrollando poco a poco.

Hay un cuento chino con una enseñanza que me gusta mucho que dice así:

Un día a un granjero anciano se le escapó un caballo y todos los vecinos llegaron a él y le dijeron "oye qué desgracia, que mala suerte y el anciano les contestó "tal vez".

Al día siguiente el caballo que se le había escapado regresó con siete caballos salvajes y todos los vecinos llegaron a ver al anciano y le dijeron "oye qué buena suerte". El anciano les contestó "tal vez".

Al día siguiente el hijo del anciano que era quien le ayudaba con todas sus actividades intentando domar a uno de esos caballos salvajes se cayó y se rompió una pierna. Los vecinos llegaron nuevamente a ver al anciano. "Que desgracia que mala suerte" y el granjero volvió a decirles "tal vez".

Finalmente al día siguiente el ejército apareció para reclutar a todos los jóvenes de la comunidad para una guerra prácticamente suicida pero no se llevaron al hijo del anciano porque tenía una pierna rota así que todos los vecinos volvieron con el anciano para decirle "que bendición qué buena suerte, mi hijo se lo llevaron y el tuyo no" y el anciano les contestó "tal vez".

La cuestión aquí es que realmente es imposible saber si algo que nos sucede es bueno o malo. Es imposible saber las consecuencias de una buena fortuna y es imposible saber las consecuencias de una mala fortuna. Muchas veces una situación adversa, aparentemente adversa termina en algo positivo y viceversa. Una situación negativa puede hacernos sumergir en un estado de desesperanza tan grande que nos impida ver las oportunidades que también hay en ella y por lo contrario una situación de excesiva euforia puede impedirnos ver los riesgos que también puede haber en ella.

El 70% de los ganadores de la lotería acaban arruinados en menos de 5 años. Esto sería un ejemplo de una buena fortuna que acaba mal. Pero centrémonos en la parte positiva.

Zenón, el fundador del estoicismo es buen ejemplo. Era comerciante hasta que su barco, transportando un cargamento preciado, sufrió un terrible accidente perdiendo todo lo que tenía y casi hasta su propia vida. Fruto de este naufragio llego a las costas de Grecia y luego a Atenas, donde aprendió filosofía y creó su propia escuela. Este hecho fue para él lo más importante que logró en su vida y hubiera sido imposible sin el naufragio que supuso la ruina.

La vida es actitud. Estoy seguro de que ahora os están viniendo ejemplos a la mente. Así que no lo olvides. La próxima vez que te pase algo "malo" ten una actitud positiva de que algo mejor esta por llegar.

Este cuento lo he sacado de Farid Dieck, un escritor, creativo y conferencista originario de Monterrey, Nuevo León. Podéis ver el vídeo donde lo explica. La historia de Zenón la he sacado del libro "Invicto" de Marcos Vázquez Un libro que me regaló mi buen amigo Bosco Uriarte. Tanto uno como otro es lo recomiendo. El libro es una introducción al estoicismo, una filosofía de vida que comparto al 100% y sobre la que seguro hablaré más adelante.

Álvaro Peña

Lectura de mares y montañas.