De sesgos, recomendaciones no solicitadas e interpretaciones en la entrevista laboral
"¿Qué piensan tus padres del hecho de no estar estudiando a los 18 años? Mi hijo también es vago (sic) y yo lo mandé a estudiar y trabajar". Créase o no, mi hija de 18 años hoy tuvo que tolerar esta pregunta e interpretación en una entrevista de trabajo.
A muchos de nosotros nos cuestan las irregularidades. El día de 15 grados en pleno verano, la persona que no está en pareja de más de 30 y pico. Necesitamos que las cosas encajen. Terminás la secundaria y ya tenés que saber para qué servís, qué querés hacer, sino sos "raro".
Y por mucha inclusión y pensamientos abiertos, feminismos y demases, hay cosas que "no nos cierran" de acuerdo a enfoques que consideramos nuestros y que son heredados, copiados.
No estoy haciendo un postulado de las irregularidades. Realmente no creo que por ser irregulares seamos mejores o peores. Creo que no todos tenemos el mismo devenir en nuestra vida laboral y personal y que a veces la regularidad nos tranquiliza y confirma nuestros sesgos.
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Cuando mi hija estaba terminando la secundaria, teniendo un viaje a Londres planificado para mitad de año me dijo lo siguiente después de meses de orientación laboral: "Mamá, no tengo idea de qué estudiar. Por ahora no tengo una definición y haber invertido 16 años de mi vida a incorporar conocimientos, me gustaría probar hasta donde llego con lo aprendido. Probablemente, arranque a los 19 dentro de alguna de mis áreas de interés una carrera que tenga sentido para mí". Es una respuesta rara, no típica, irregular pero no por eso implica faltar el respeto a su decisión o encasillarla con el título de "vaga".
En mi trabajo de selección y coaching los sesgos son una gran amenaza que me propongo reconocer y cuestionar a diario. No nos permiten ver la realidad y podemos hacer mella en la confianza de los otros si nos dedicamos a compartir opiniones que pueden herir y que nadie nos pidió.
Gracias por leer, necesitaba sacarme este sinsabor.
#DESARROLLO COMERCIAL, #RECRUITING SALES
9 mesesHay un puente cortito que me lleva de la vagancia a la culpa, en un santiamén. Es tal vez eso que se fomenta tanto. Tenés que ser productivo/a, tenés que tener un propósito. No se te ocurra procrastinar que es malo, Guay con querer dormir una hora más que lo habitual, bueno ya eso de estudiar para jóvenes que no trabajan sería similar a una herejía de las peores. Ya lo ha dicho Aristóteles a Platón cuando caminando juntos por la acroópolis, el segundo le dice, hace horas que vagabundeamos sin sentido, se escuchan los murmullos sobre nuestro no hacer nada a lo que Aristóteles exclamó: A la gildam ni cabidum!