Deconstruyendo el Bienestar Organizacional

Sitúate. Estamos en 1993, acabamos de ser sede de las Olimpiadas en el 92 en España. Se firma el Tratado de Maastrich por el que se da entidad legal a la Unión Europea. Aparece el internet comercial. Se inicia la recesión económica.

Época de grandes cambios, de futuros posibles que aparecían ante nuestros ojos prácticamente sin darnos cuenta, pero que iban a cambiar radicalmente nuestra forma de ver los negocios, las fronteras, el mundo e incluso a nosotros mismos.

En ese mismo año de 1993 Ferrán Adriá acuña el término "deconstrucción" para una nueva forma de cocinar y de disfrutar de la comida.

"a partir de recetas tradicionales y de modificar las texturas, formas y temperaturas de los ingredientes, al transformarlos a través de distintas técnicas, podemos incrementar la intensidad de los sabores." (Barcelona Culinary Hub)

Esta nueva aproximación a la cocina se dirige y consigue que podamos disfrutar de una experiencia gastronómica completa:

• el gusto en el sabor,
• el tacto en la temperatura de cada uno de los ingredientes,
• el olfato en el olor de esos componentes,
• la vista en la forma y
• el oído en los sonidos al masticar y probar el plato.

Ferrán toma algo que todos hacemos todos los días, algo que para muchos es normal y cotidiano y lo convierte en una experiencia diferente.

Desde mi visión, con el Bienestar tiene que pasarnos lo mismo. Tenemos que deconstruir nuestra visión de la empresa y de los empleados para, contando con los mismos elementos ser capaces de crear algo nuevo que nos haga disfrutar a todos con cada uno de nuestros sentidos:

• Sentido moral en el trato humano entre personas,
• Sentido personal en la concepción de la persona como un ser integral, que no puede separar entre ser laboral y ser personal o familiar,
• Sentido social en la involucración de la empresa y sus actividades como motor y responsable social, próximo y distante, de manera proactiva
• Sentido económico en el crecimiento de la empresa, de la persona y del entorno y ecosistema en que se desarrolla, y
• Sentido ambiental en las decisiones en todo el circuito empresarial que toman como referente el impacto para el medio ambiente

Para hacer todo esto, evidentemente tenemos que partir de una receta tradicional para poder crear e innovar a partir de ella. Ferrán lo hizo la primera vez con su deconstrucción de la tortilla de patata. Nosotros lo tendremos que hacer con nuestra deconstrucción del sistema de gestión empresarial.

Deconstrucción.

Empecemos por ver los ingredientes que tenemos, porque la empresa no es nada mas que un constructo, y por eso es por lo que se la puede deconstruir.

Todas las empresas tienen los mismos ingredientes:

• personas reunidas en diferentes equipos con mayor o menor interrelación entre ellos y con mejor o peor calidad de relación,
• entidad social,
• entorno en que se sitúan,
• nichos de clientes y proveedores,
• productos o servicios
• y un estado financiero

Y el orden de nuestros ingredientes no es al azar. Al igual que en la cocina los ingredientes no se pueden combinar cuando y como a uno le plazca, sino que hay una receta que seguir, en el Bienestar Organizacional va a pasarnos lo mismo.

Hay recetas para que tu plato sea excelente y luego están los robots de cocina: prácticos, rápidos, con poca implicación personal, pero que jamás igualan al sabor de la cocina tradicional. Con el Bienestar y tu empresa va a pasar lo mismo.

Lo primero que necesitas es tu receta. ¿Qué vas a comprar si no sabes qué vas a cocinar?

En tu caso, tu receta es el modelo de Bienestar con el que vayas a trabajar, su razón de ser, su propósito empresarial y su origen y fin en las personas. Sin una buena receta, cualquier ingrediente es bueno. Sin un buen modelo, cualquier proceso de selección, perfil laboral, cliente, proveedor, líderes y procedimientos serán válidos.

Cuando ya hayas decidido tu receta y hayas decidido cómo vas a cuidar a las personas, entonces tendrás que hacerte con los mejores ingredientes: las personas. Tu desarrollo de perfiles profesionales tendrá que dar más peso a la moral, ética, empatía, vulnerabilidad, sentido de equipo, etc., que al tradicional CV y experiencia en empresas anteriores. No te estoy diciendo que lo descartes, sólo que al igual que no pensarías en comprar un plátano para un postre que no tuviera piel aunque lo que te importe sea lo que va por dentro, en el proceso de encontrar personas deja de fijarte de una vez en la piel (en todos los sentidos) y empieza a fijarte en qué va a dar textura, sabor y consistencia a tu receta de Bienestar.

Una vez que tengas los mejores ingredientes, necesitas ligarlos, combinarlos. Hacer que juntos sean mucho más que la suma de sus partes, conceder a tu empresa y a tu modelo una entidad social, no tanto como nombre fiscal de la empresa, sino como un ser social que forma parte de la sociedad y que la cambia desde el cambio que es capaz de generar en las personas que la configuran. Cualquier cambio que generas en una persona, igual que cualquier cambio que eres capaz de introducir en un ingrediente en la receta, si está bien hecho va a enriquecer el sabor o la textura o el color o aroma de ésta. De la misma forma, cualquier cambio en positivo que seas capaz de crear en las personas de tu organización va a generar un cambio positivo social en todo lo que le rodea, dándote un sabor social digno de los mejores paladares.

Cuando ya has desarrollado tu receta, tienes los mejores ingredientes, no te olvides de conseguir los mejores clientes. Después de preparar un plato como este no puedes ofrecerlo a quien te "combine" un vino gran reserva con un vaso de limonada. O quien te "maride" un Pinot Noir con un pollo en salsa de vino blanco. Hay paladares que no están hechos para tu cocina, igual que hay clientes que no querrán ni sabrán apreciar el esfuerzo y la ilusión "culinaria" de tu receta empresarial o proveedores que jamás te acompañarán en tu cocina que es mejor que decidas no "invitar a tu mesa".

Y finalmente, cuando ya tengas todo lo anterior, no te preocupes por más. Una de las consecuencias de cuidar todo lo anterior es un resultado financiero positivo, sostenible y equitativo con todas las personas. Al igual que cuando creas un plato exclusivo, delirante para todos los sentidos, hecho con cariño y dedicación, siempre tendrás el cliente y el mercado que te ayude a sostenerte financieramente en el tiempo y, es más, te invite a que sigas creciendo en esa linea.

Ahora, si quieres convertirte en el Ferrán Adriá del Bienestar Organizacional, acompáñate de los mejores cocineros a tu alrededor, que sepan qué es lo que hacen, que deseen hacerlo y que hayan encontrado su propósito en tu cocina y forma de cocinar.

¡Buen provecho!