Don Mendo y la Resiliencia

En el ámbito de la vida profesional, ¿cuántos no hacen más que jugársela tomando decisiones al albur de sus intuiciones cuando la realidad es que su entorno está repleto de circunstancias y elementos “externos” que no pueden controlar?

Ya lo decía D. Pedro Muñoz Seca, por medio de su famoso (y genial) personaje, Don Mendo, tratando de justificar la pretensión de que se puede obtener fortuna mediante el azar. El diálogo forma parte de la famosa escena del "Siete y medio".

Magdalena: ¿Y por qué marcó esa hora tan rara? Pudo ser luego…

Don Mendo: Es que tu inocencia ignora que, a más de una hora, señora, las siete y media es un juego.

Magdalena: ¿Un juego?…

Don Mendo: …Y un juego vil que no hay que jugarlo a ciegas, pues juegas cien veces, mil, y de las mil, ves febril que o te pasas o no llegas. Y el no llegar da dolor, pues indica que mal tasas y eres del otro deudor. Mas ¡ay de ti si te pasas! ¡Si te pasas es peor!

(no puedo evitar visualizar a Fernando Fernán Gómez interpretando magistralmente esta escena, la obra entera)

No llegan (avanzan) las empresas en las que sus directivos toman posiciones extremadamente conservadoras, y ―tiene razón don Mendo―, los que se lanzan a inversiones sin un detallado y buen análisis se pasan, concluyendo en pérdidas que incluso pueden afectar a su entorno.

A diferencia del siete y medio (y en la mayoría de juegos de cartas), en el ajedrez, al menos, se necesita de partida una profunda preparación, junto a otras aptitudes, como son el saber analizar las posiciones (situación competitiva), la reflexión y la capacidad para responder a los inesperados giros que el contrario (mercado) te plantea; explorar variantes nuevas, inverosímiles a veces, inesperadas para el contrario, que te hagan obtener una ventajosa posición.

El fin es incrementar las fortalezas propias como expresa esa palabra tan de moda ahora: Resiliencia.

(No deja de persistir en mi cabeza otro parecido vocablo, mucho más antiguo en su uso que el tal moderno, y, por supuesto, más entendible y aplicado: Resistencia)

¿Cuál os parece más adecuado a estos tiempos?

Don Mendo no era resiliente en esa escena, ante su infortunio, propone la huida u otra alternativa, deleznable. Esa parte no es buen ejemplo, y tengo mis dudas de si hoy día se hubiera escrito. Pero los acontecimientos forzaron su reacción, se hizo fuerte y logró su venganza, hasta con el apuntador.

 Añado un enlace a una página para leer el diálogo entero, genial. Reponen frecuentemente "La venganza de don Mendo" en teatro y televisión, recomiendo fervientemente verla, imposible no reírse, y hace tanta falta.

http://www.donmendo.blein.es/losparlamentoscelebres.html