Don Oscar
Hoy tuve el placer de conocer a un señor que había visto frecuentemente por la cuadra, durmiendo bajo los árboles por las noches y charlando con los vigilantes durante el día.
Finalmente, tuve la oportunidad de saludarlo. "¡Buenas tardes!", le dije con entusiasmo, "¿Ya se va?".
"No, acabo de llegar", me respondió con una sonrisa. "Encontré trabajo y estoy saliendo ahora mismo. Solo pasé a ayudar un poco, como siempre".
"¡Felicidades!", le dije sinceramente.
"Sí, por fin conseguí trabajo. No es mucho, pero es algo. Ahora soy vigilante en un estacionamiento a dos cuadras de aquí. Pero siempre paso por aquí para ayudar, ya que me dan comida en el restaurante", compartió.
Don Oscar, como se llama, se encarga tanto del estacionamiento como de ayudar en lo que pueda a cambio de alimento.
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Mientras conversábamos, Don Oscar me contó que había pasado 15 años sin empleo (calculé que tendría más de 50 años) y hablaba con orgullo y felicidad de su reciente oportunidad laboral.
Además, compartió algunas anécdotas sobre su honestidad, mencionando las veces que encontró objetos valiosos, como cadenas, anillos e incluso una cartera en el estacionamiento, y siempre los devolvió a sus dueños.
"Sabe", me dijo en un tono reflexivo, "Dios escucha. Le pedí un trabajo como este, y aquí estoy".
Esta historia me parece inspiradora y llena de enseñanzas. Acá les comparto algunas de ellas:
Mentor y Consultor Fortune 500, Speaker TEDx y Autor. Apoyo a empresas en Gobierno Corporativo, Transformación Digital, Liderazgo y Gestión del Cambio, integrando IA para potenciar crecimiento y adaptación ágil.
2 mesesBuen punto Gaany. Gracias por compartir
Consultor en Administración y Gestión Empresarial
9 mesesMuchas gracias por compartir el valioso testimonio de Don Oscar.