EL APRENDIZ DE AJEDRECISTA
Peón cuatro rey. Luego Alfil cuatro Alfil.. y así sucesivamente. Había sido un largo aprendizaje. En ese juego que es la vida, comprendió que la última partida quizás sería la más importante… Unos segundos antes del último suspiro, lo entendió. ¡Era todo o nada!