El valor de la coherencia y el ejemplo en la empresa
En infinidad de ocasiones, escuchamos y vemos cómo, a CEO´s y directivos, se les “llena la boca” en redes sociales, entrevistas y eventos, diciendo que en su empresa lo más importante son las personas. Pero, ¿qué hay de real en ello?
Creo que al igual que yo , estaréis de acuerdo, que en muchas ocasiones, ésta es una técnica más de escaparate, para crear una buena imagen de marca en la mente del cliente y de la sociedad en general, pues la realidad es otra.
A poco que sepas un poco más sobre esa organización o hables con alguien que trabaja allí, te dirá cómo de cierto es esa afirmación realmente.
Y el factor determinante, para que efectivamente sea verídica, reside en los valores de quien/es las dirigen, que se transmiten desde “lo que se hace” y no desde “lo que se dice”.
Un líder humanista, ante todo, se guía por unos fuertes valores de respeto hacia el ser humano y si hay uno que tiene que coexistir con los demás para que no suceda lo que acabo de mencionar, es el de la coherencia.
Una empresa que transita a ser una organización más humana, está dirigida y guiada por directivos y líderes que, ante todo, son ejemplo con sus actos (ahí está esa coherencia).
Vamos a aterrizar esta idea:
¿Cómo van a gestionar los egos los miembros de un equipo, cuando hay errores, si el primero que no es capaz de decir “señores, me he equivocado” o “esto no lo sé” es el directivo, tragándose su ego?
¿Cómo van a creer en la empresa y brindar la confianza a su directivo, si le escuchan decir en foros “aquí se escucha a todo el mundo y mi puerta siempre está abierta”, cuando la realidad es otra?
Y es que ser ejemplo tiene que ver con ese valor de la coherencia, entre lo que se dice y se hace, con los valores que se proclaman y la realidad de la organización.
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Pero ahí no queda todo, pues en muchas ocasiones un directivo que se comporta así, no es consciente de la trascendencia que ello tiene, pues no se ha parado a evaluar los resultados o consecuencias que tiene el ser incoherente.
Por ello quiero poner de manifiesto la que para mí es más importante:
La pérdida de la autoridad moral, algo tan imprescindible para ganarse la confianza y el compromiso de la gente.
Como dice Kofman:
"Cuando los líderes no asumen la responsabilidad de vivir de acuerdo con los valores que proclaman, o no exigen que otros acepten esa responsabilidad, no hacen más que empeorar la situación [...]. Cuando las personas observan incoherencias entre los valores que la organización proclama y los valores que demuestran sus líderes en la acción, los proclamados serán puro cinismo."
Pero como no quiero que te quedes con la parte crítica que he expuesto, sino que mi única intención es generar consciencia sobre cómo podemos mejorar nuestras organizaciones, desde un hacer más íntegro y más humano, me gustaría dejarte unas ideas para la reflexión.
Esta reflexión es el primer paso para ganar autenticidad e integridad como directivo, y esto sólo se puede conseguir cuando operamos desde el valor de la coherencia y el ejemplo.
Trabajando desde ahí, lo demás sobrevendrá sólo, pues nuestros empleados sólo nos premiarán con la confianza y el compromiso cuando tengan líderes dignos de ello, algo que sólo puede lograrse actuando desde esa autenticidad e integridad.
Espero te haya podido aportar consciencia y reflexión así como acciones para seguir trabajando en esos valores.
Y como siempre, me será muy útil saber qué piensas, cómo podríamos aumentar esa coherencia y todo lo que se te ocurra que nos pueda aportar a toda la comunidad.
Feliz semana.
Maitre y Docente en Restauración sala
2 añosMagnifico, retrata la realidad de muchísimas empresas.