¿Es efectivo el Derecho Internacional en los conflictos actuales?
Vamos a centrarnos en el conflicto entre Israel y Hezbolá, que ha vuelto a poner en evidencia graves violaciones al Derecho Internacional Humanitario, como ataques indiscriminados y desproporcionados contra civiles, y el incumplimiento de resoluciones del Consejo de Seguridad.
No obstante, otros conflictos como el de Ucrania y Rusia muestran patrones similares: normas internacionales ignoradas y millones de civiles afectados. ¿En qué estamos fallando?
Origen de las hostilidades.
El conflicto actual entre Israel y Hezbolá se intensificó a finales de 2023 cuando Hezbolá, en solidaridad con Hamás en Gaza, comenzó a lanzar ataques desde el sur de Líbano hacia Israel. Esta escalada ha sido la más grave desde la guerra de 2006 y ha generado un ciclo continuo de ataques aéreos, bombardeos y ofensivas militares por ambos bandos a lo largo de la Línea Azul, la frontera no oficial entre Israel y Líbano.
Situación tras los atentados de Hezbolá y la guerra actual.
Hezbolá ha lanzado cientos de cohetes y drones hacia el norte de Israel, afectando a ciudades y poblaciones civiles. En respuesta, Israel ha intensificado sus bombardeos en Líbano, dirigiéndose a infraestructuras y presuntas posiciones militares de Hezbolá. Esta confrontación ha causado numerosas víctimas civiles, desplazamientos masivos y una creciente destrucción de infraestructura en ambos lados.
El conflicto ha tenido un impacto devastador en Líbano, con casi 500.000 personas desplazadas en el sur del país y en la región de Bekaa debido a los intensos bombardeos israelíes. Las áreas residenciales han sido gravemente afectadas, y los servicios básicos, como la atención médica, se han visto interrumpidos por los ataques directos a hospitales y personal sanitario.
Impacto en UNIFIL y la seguridad en Líbano.
La misión de la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en Líbano (UNIFIL) se encuentra actualmente en una situación complicada debido a la escalada de hostilidades entre Israel y Hezbolá. El mandato de UNIFIL fue renovado hasta el 31 de agosto de 2025 por la Resolución 2749 del Consejo de Seguridad de la ONU, con un llamado a todas las partes a reducir la violencia y a cumplir plenamente con las disposiciones de la Resolución 1701 de 2006, que busca el cese de hostilidades y la creación de una zona desmilitarizada entre Israel y Líbano.
La misión ha estado trabajando intensamente para mitigar las tensiones mediante cientos de actividades diarias, como patrullas y asistencia a las comunidades locales, a pesar de las condiciones peligrosas en la región. Sin embargo, los enfrentamientos diarios y los intercambios de fuego a lo largo de la Línea Azul están afectando gravemente a las localidades cercanas, con un alto número de desplazados y víctimas en ambos lados de la frontera.
A pesar de los esfuerzos diplomáticos y la presencia de UNIFIL, la misión enfrenta desafíos para mantener la paz debido a los constantes ataques y la compleja situación política y militar en la región.
Violaciones de derechos humanos y normas internacionales.
Las hostilidades entre Israel y Hezbolá han llevado a múltiples violaciones del Derecho Internacional Humanitario (DIH), el Derecho Internacional de los Derechos Humanos (DIDH), el Derecho Internacional de los Conflictos Armados (DICA) y resoluciones del Consejo de Seguridad:
Ataques indiscriminados y desproporcionados: Bombardeos en zonas densamente pobladas que violan los artículos 48, 51, 52 y 57 del Protocolo Adicional I (1977) al Convenio de Ginebra, que protegen a los civiles y prohíben ataques que no distingan entre objetivos militares y civiles.
Uso de armas explosivas en áreas pobladas: Estos ataques violan los artículos 51.4 y 51.5 del Protocolo Adicional I, que prohíben ataques con efectos de gran escala en zonas civiles.
Ataques directos contra civiles: Hezbolá ha lanzado cohetes indiscriminadamente hacia áreas civiles en Israel, violando el artículo 27 del Convenio de Ginebra IV (1949) para protección de civiles en tiempos de guerra, y el artículo 51.2 del Protocolo Adicional I (1977), que prohíbe los actos o amenazas de violencia cuyo propósito principal sea aterrorizar a la población civil.
Resolución 1701 (2006): Ambas partes han incumplido el mandato de cese de hostilidades y respeto a la soberanía libanesa, lo que incluye el despliegue de fuerzas de paz y la creación de una zona desmilitarizada.
Resolución 1559 (2004): Hezbolá sigue violando la exigencia de desarme y de control estatal sobre todas las fuerzas armadas en Líbano.
Estas violaciones subrayan un patrón persistente de incumplimiento de las leyes internacionales y las resoluciones del Consejo de Seguridad en todos los conflictos internacionales, exacerbando la crisis humanitarias y poniendo en peligro la estabilidad internacional.
Respuesta de la Comunidad Internacional y el Rol de UNIFIL.
La comunidad internacional ha hecho reiterados llamados al cese de las hostilidades y al respeto del derecho internacional. El Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, ha expresado su preocupación por la seguridad de los civiles y el impacto devastador del conflicto, instando a todas las partes a evitar una escalada mayor que podría desencadenar una guerra total, como la vivida en 2006, al mismo tiempo que apoya esfuerzos diplomáticos para una tregua y el aumento de la ayuda humanitaria en Líbano. No obstante, estos esfuerzos no parecen ser suficiente.
El Rol de UNIFIL: ¿Retirarse o Permanecer?
La retirada de UNIFIL podría generar un vacío de seguridad que empeoraría la situación, dada la falta de una autoridad estable en la región. Permanecer permitiría a la misión seguir desempeñando un papel crucial en la reducción de tensiones, monitoreo de violaciones y apoyo a las comunidades locales.
Sin embargo, para ser más efectiva, UNIFIL necesita un mandato más robusto y un mayor respaldo internacional para proteger a los civiles y garantizar que las partes cumplan con las resoluciones del Consejo de Seguridad. Su presencia puede seguir siendo un factor de disuasión contra una escalada aún mayor, promoviendo la estabilidad en una región volátil.
Recomendado por LinkedIn
Reflexiones sobre la efectividad del Derecho Internacional.
Las continuas violaciones del Derecho Internacional Humanitario (DIH), Derecho Internacional de los Derechos Humanos (DIDH), y de las resoluciones del Consejo de Seguridad en conflictos como el de Israel y Hezbolá, así como en Ucrania y Rusia, plantean serias dudas sobre la efectividad de estas normas.
¿Es realmente efectivo?
A pesar de que el derecho internacional está diseñado para proteger a los civiles y limitar la violencia, en la práctica, muchas de sus disposiciones se incumplen sistemáticamente, con escasas o nulas consecuencias reales para los perpetradores.
El derecho internacional busca regular la conducta de los Estados y actores no estatales, pero su cumplimiento depende en gran medida de la voluntad de estos actores y de la capacidad de la comunidad internacional para hacer cumplir las normas. La falta de un mecanismo de coerción efectivo, junto con la capacidad limitada para sancionar a los infractores, socava la eficacia del derecho internacional. En muchos conflictos, las partes involucradas continúan violando las normas con relativa impunidad, evidenciando que el derecho, sin una fuerza coercitiva efectiva, resulta insuficiente.
Consecuencias del incumplimiento.
El incumplimiento del derecho internacional tiene graves consecuencias, especialmente para los civiles atrapados en zonas de conflicto. Las violaciones resultan en un aumento de víctimas civiles, desplazamientos masivos, y destrucción de infraestructura vital. Además, socavan la legitimidad del sistema internacional, alimentando un ciclo de violencia que se perpetúa debido a la falta de rendición de cuentas.
Los Estados y actores que violan estas normas rara vez enfrentan consecuencias serias. Las sanciones internacionales, cuando se imponen, son a menudo insuficientes y limitadas, y no logran disuadir futuros abusos. El uso del derecho internacional como una herramienta de control y condena política, en lugar de un estándar universal, debilita aún más su autoridad.
El derecho de veto en el Consejo de Seguridad: ¿Una traba al cumplimiento?
El Consejo de Seguridad de la ONU es el órgano principal encargado de mantener la paz y la seguridad internacional, pero su efectividad está frecuentemente comprometida por el derecho de veto de sus cinco miembros permanentes (Estados Unidos, Rusia, China, Francia y Reino Unido). Este veto permite a cualquier miembro bloquear resoluciones, incluso aquellas que buscan abordar violaciones graves del derecho internacional, como hemos visto repetidamente en las crisis de Siria, Ucrania y los conflictos en Oriente Medio.
El uso del veto ha paralizado muchas veces la respuesta internacional a conflictos, permitiendo que las violaciones continúen sin consecuencias efectivas. Esto ha llevado a una percepción generalizada de que los Estados poderosos pueden actuar con impunidad, sabiendo que sus acciones no serán desafiadas seriamente por la comunidad internacional.
Pero, ¿Cómo arreglar el sistema?
No me gusta limitarme a realizar críticas sin llegar a ninguna conclusión, ni ofrecer posibles soluciones. En este caso, obviamente, sabemos que no es fácil, pero algunas posibilidades sobre las que se debería trabajar y profundizar son las siguientes:
Para mejorar la efectividad del derecho internacional, es crucial reformar el Consejo de Seguridad. Eliminar, o limitar, el uso del veto, al menos en casos de violaciones graves de derechos humanos y crímenes de guerra, podría permitir una respuesta más decisiva y justa.
Las propuestas de reforma del Consejo de Seguridad de la ONU han sido un tema recurrente en las discusiones internacionales desde hace décadas. Pero claro, estos países no están dispuestos a perder este privilegio, vetando cualquier decisión que busque limitar o eliminar su poder.
Instituciones como la Corte Penal Internacional (CPI) deben fortalecerse para perseguir a los responsables de violaciones, independientemente de su estatus político.
Además, la comunidad internacional debe respaldar las investigaciones independientes y sanciones coordinadas.
Crear fuerzas de respuesta rápida bajo el mandato directo de la ONU, que no dependan de las decisiones de los Estados miembros, podría ofrecer protección en situaciones críticas y prevenir violaciones masivas de los derechos humanos. Para cumplir con este objetivo, tendría que ser mucho más reforzada y respaldada, con una participación universal.
Aumentar la presión diplomática y aplicar sanciones económicas efectivas a los Estados y grupos que violen las normas del DIH y DIDH podría ayudar a disuadir futuras infracciones. Reforzar la cooperación internacional y asegurar que las violaciones no queden impunes son pasos esenciales para restaurar la credibilidad y la fuerza del derecho internacional.
En conclusión, a pesar de que el derecho internacional sigue siendo una herramienta esencial para regular la conducta de los Estados, su efectividad está gravemente limitada por la falta de mecanismos de aplicación y la política de poder en el Consejo de Seguridad. Reforzar la rendición de cuentas y reformar el sistema de toma de decisiones internacional son pasos fundamentales para asegurar que el derecho internacional no solo exista en el papel, sino que también proteja efectivamente a los más vulnerables en los conflictos armados.
Spanish Navy Commander
3 mesesEl Derecho por sí solo no vale nada. El Derecho es eficaz cuando está respaldado por el poder de un Estado soberano. El Derecho Internacional, en cambio, se basa en el acuerdo entre Estados, no hay un poder superior que lo imponga y por tanto, carece de capacidad de coercion.
Senior Field Instrument Specialist en Freelance
3 mesesEs un concepto muy bonito, pero mas falso que un duro de madera, cumple Israel las leyes internacionales? pues no, ha sido condenado , pues alguna vez, se lo ha pasado por el arco tanto Israel como USA como Rusia como Ucrania, como Reino Unido y así podriamos seguir hasta citar a casi todos los paises. Sirven para algo, Si para sancionar juzgar y sentenciar a los paises pobres y tener a un montón de ñoquis enchufados y haciendo que hacen. Pero queda muuuy bonito
Asesor de Seguridad en Segurma S.A.
3 mesesEl problema de hacer cumplir el Derecho Internacional es un problema de "fuerza". Me explico, si una gran potencia incumple ese derecho, quién hace valer ese derecho? Las leyes necesitan de las FFCCSE para hacer cumplir la ley, quién podría detener o sentar en un "banquillo" a un mandatario de una potencia?
Teniente Ejército de Tierra español.
3 mesesFallamos sencillamente, en dejar proliferar grupos terroristas por doquier, armados hoy en día ya, como auténticos ejércitos.