FACTOR INDIRECTO QUE ENCARECE UNA VIVIENDA

Terminada mi carrera de Ingeniería Civil en la Universidad de Cuenca y orgulloso de haber sido uno de los mejores egresados de mi promoción, mantenía una excesiva confianza en la teoría y fundamentos técnico-científico que había estudiado,.., sobredimensionaba mi capacidad para construir cualquier obra que me presentaran,.., me empeñaba en mis intentos de volverme “experto” en el menor tiempo posible experimentando “soluciones” que a mí mismo me dejaban dudas;.., y claro, esas dudas no se originaban en lo que “había aprendido” en las aulas sino en el hecho que, mientras “más profundizaba en un tema específico”, más me convencía de que mi conocimiento era bastante menor al que me jactaba,.., empecé a aceptar que mi formación aún estaba lejana de culminar para alguien recién graduado y nada experimentado.

Por supuesto que luego de equivocarme (y pagar las consecuencias por ello), aprendí a aceptar que sabía poco de todo lo que abarca la Ingeniería Civil (cálculos estructurales complejos, sistemas constructivos para obras civiles, solución y ejecución real de problemas estructurales en edificaciones mal construidas, etc.); ahora, en la medida que ejerzo mi profesión y adquiero más y más experiencia sé que, la confianza en los conocimientos propios de cada profesional solo podrían disminuir si se deja de aprender,.., si se deja de estudiar;.., y no se trata de adquirir más “cartonería” para “justificar” empleos institucionales,.., se trata de investigar y aplicar en la realidad de una obra los nuevos conocimientos que fortalecen el ingenio característico de un buen Ingeniero Civil.

Tratar temas que exigen conocimientos profundos de los fundamentos de la Ingeniería Civil y su aplicación real con ciertos “burócratas” municipales es un verdadero martirio,.., personas “auto sobrevaloradas”, sin experiencia, sin ejercicio profesional,.., teóricos que asumen que la “cartonería” por sí sola es suficiente para resolver problemas constructivos que con frecuencia y cierta complejidad presentan las edificaciones de mi ciudad;.., y claro, esa burocracia tiene dificultades para aceptar propuestas de solución cuando vienen desde fuera de su zona de confort,.., peor aún si la propuesta pone en peligro el negocio paralelo que desarrollan en sus “oficinas externas” (permisos, aprobaciones, “cálculos”, informes, “gestiones”, etc., etc.).

En mi ciudad tal burocracia municipal se auto considera una especie de “poder interno”,.., facultado para actuar según sus propias conveniencias,.., argumentando respuestas para promover sus negocios paralelos mientras “descalifican” quienes resuelven problemas con el ejercicio diario de su profesión;.., inclusive se creen con el derecho de escoger a quien atienden y a quien no,.., sus sindicatos y asociaciones solo “luchan” para preservar el “status” con un mínimo o nulo trabajo institucional;.., en definitiva, ese “municipio” no solo dificulta la solución de un problema específico sino que se encarga de encarecer los costos finales que podría tener la construcción, ampliación, remodelación o regeneración de una vivienda.