Fernando III, patrón de los Sastres
¡Maldición! El enemigo los había engañado. Un poderoso escuadrón de caballería musulmán atacó por sorpresa desde el arroyo Tagarete el campamento cristiano, mientras el grueso del ejército castellano combatía en la zona de Triana. Los pocos soldados que había de guardia, tomaron sus armas y se prepararon para la lucha entorno a su Rey, Fernando III, quien sin apenas tiempo para armarse como debía, tomó su espada y combatió al enemigo a las puertas de su tienda, justo a los pies del sagrado estandarte de la Virgen María.
1248. El Rey Fernando III de Castilla lleva varios meses sitiando Isbilya (Sevilla), donde los almohades bajo el mando del caíd Axataf resisten de manera obstinada. Para intentar quebrar la moral cristiana y romper el cerco, Axataf pone en marcha una astuta y ambiciosa operación: destruir el sagrado estandarte de la Virgen María que el rey cristiano y sus tropas veneran con gran devoción. Sin este emblema, piensa, los cristianos se sentirán sin la protección de su Dios y levantarán el cerco a la ciudad.
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Para engañar a los cristianos los musulmanes realizan un poderoso ataque en la zona de At-Troyana (Triana), para atacar el campamento por sorpresa cuando este se encuentra con pocos soldados. Pero los cristianos, con Fernando III a la cabeza les plantan cara e incluso los rechazan, haciendo fracasar el plan de Axataf de destruir el estandarte de la Virgen. Los arqueros almohades sí disparan con gran puntería contra el estandarte y logran desgarrarlo a flechazos para disgusto del Rey castellano y sus soldados.
Con lágrimas en los ojos Fernando III tomó el destrozado estandarte de seda y pidió aguja e hilo para zurcirlo él mismo. Mientras lo reparaba, con gran devoción fue rezando el Ave María. Cuando los sastres del campamento tuvieron noticia de este hecho, corrieron a nombrar al Rey miembro del gremio de los sastres. Tras la reconquista de la ciudad, se fundó la Hermandad del Gremio de los Sastres de la que Fernando III fue nombrado Hermano Mayor, y que hoy día sigue realizando sus cultos en la iglesia de San Idelfonso.