Hacerte Progresivamente Innecesario

Hacerte progresivamente innecesario es entender que, como líder, puedes trascender a tu presencia física y que tu impacto en las personas es ilimitado y permanece en el tiempo. Pero hacerlo implica confiar, sí, confiar. Recuerda que la confianza es la base de todo estilo de liderazgo.

Ahora bien, la confianza no es aquella que depositamos únicamente en otros. No te hablo de la que entregamos. La confianza de la cual te hablo es aquella que comienza por creer en tu potencial. Es aquella que confía en todas las habilidades que hay dentro de ti, que entiende que eres líder por una razón, y que sucumbe ante el sonido interior que te recuerda que tienes el conocimiento y la visión necesaria para guiar a otros.

Claramente, puede parecer aterrador e inconcebible que no estés presente en todo momento, pero déjame decirte una franca y poderosa verdad: “si todo se detiene cuando no estás, no has construido un equipo fuerte y empoderado”. Porque liderar no se trata de ser imprescindible, sino de orientar y construir un equipo sólido, empoderado, con capacidad de análisis y toma de decisiones, que le permita continuar operando en tu ausencia.

Piénsalo de esta manera: ¿Cómo sabes que has hecho un buen trabajo? La respuesta no radica en cuánto hacen mientras estás presente, sino en lo bien que funciona todo el equipo cuando te retiras de la operación. Si todo fluye perfectamente y las dificultades que se presentan son sorteadas con eficiencia, allí, justo allí tienes un testimonio vivo de tu gran capacidad para liderar y empoderar.

Permítete soltar un poco y observa cómo tu equipo crece. El éxito de tu liderazgo se mide por cómo funciona todo cuando no estás al frente.

Es normal que tengas dudas, pero es necesario que recuerdes tus éxitos pasados y las razones por las cuales estás liderando; porque no fue un golpe de suerte, tú estabas dispuesto y aunque la duda suele ser una barrera, mírala como una señal de que vas por el camino correcto. Si tienes dudas o temores es porque estás saliendo de la zona de confort.

Pero, ¿cómo puedes asegurarte de que el equipo funcione sin ti? Lo primero es rodearte de talentos proactivos, empoderados y que te generen confianza. A partir de ello, comienza a promover la autonomía e incentiva la toma de decisiones, genera un flujo de acciones y protocolos según los escenarios, y promueve constantemente la generación de valor para el equipo y la organización.

Adelante, asume tu papel de líder. Inspira a otros a través de tu confianza y empoderamiento. Esto no solo nutrirá su confianza, sino que también influirá positivamente en la vida de las personas que te rodean.

"La ausencia de mi presencia no apaga la luz que hemos encendido juntos."