“Inmediato Ya” vs 20 Años

“Inmediato Ya” vs 20 Años

En una semana como esta, hace exactamente 20 años comenzaba en el salón de la imagen de la derecha (Los Almendros en Santiago de Chile) un viaje de aprendizaje y transformación que aún no ha terminado. De hecho, no terminará nunca. Bueno, terminará cuando me muera (y si es que).

Un día como ayer, 22 de abril, pero del 2004, ingresaba al Programa del Arte del Coaching Profesional de The Newfield Network (de Julio Olalla). Fui uno de los primeros en llegar, me acuerdo, con una mezcla grande de curiosidad y ansiedad, más una pizca de miedo ante lo desconocido. Claro, yo Gerente Comercial en ese tiempo, me adentraba a territorios absolutamente desconocidos, muy lejos de la gestión de ejecutivos y de las metas de utilidades y ventas. Literalmente estaba parado en el descubrir... en no saber, más allá del consejo supuestamente sabio de mi intuición, dónde me metía, qué puertas se abrirían, ni menos cómo me haría cargo de lo que se fuese develando. Carga que se acomodaría en el camino… pensaba.

El proceso, dado quien yo era, no fue nada fácil. Primero, darme cuenta (a mis 43 años) lo extremadamente ignorante que era en materias relacionales, emocionales, corporales, espirituales. El lado positivo es que me dio un hambre increíble de conocimiento, de saber más y más, dado el tomar consciencia de lo poco, muy poco que sabía.

¿Dónde había estado este mundo durante mis más de 40 años? ¿Cómo tan encapsulado en mi mundo organizacional de números y metas que nunca lo había visto? ¿Qué tanto sospeché que existía y no hice nada para adentrarme? Me di cuenta que sí era el momento correcto, porque sentía que estaba justo en mi crisis de mitad de vida, en el maravilloso Proceso de Individuación que me hizo preguntarme por el “sentido” de todo esto, de la vida (subordinando el objetivo)… y preparándome a enfrentar la segunda mitad, desde otra perspectiva.

No fue fácil darme cuenta lo que las malditas expectativas de comportamientos deseados, tanto del mundo como de otras personas me habían hecho sufrir. En el programa mismo fue un tema porque me costó un mundo ir soltándolas, me resistía.  De hecho, esa resistencia como otras que emergían con facilidad, las viví durante buena parte del proceso, como no deseando dejar atrás el Adolfo que había sido hasta ahora. Me negaba a cambiar… más allá que declaraba lo contrario.

Recuerdo que en la reunión de retroalimentación final del programa (reunión en la cual me decían si certificamos o no) tanto mi coach como su asistente plantearon abiertamente sus dudas respecto si me debía certificar. Dice el dicho que está difícil que seas un buen coach, si no has sido un buen coachee. Y yo, por lo visto, anduve “regular-corto”. Igual algo habrán visto, porque me certifiqué finalmente.  Uf… que distinta hubiese sido la ceremonia si no me hubiese certificado, sobre todo porque fui el elegido por mis compañeros de generación para dar el discurso a nombre de los “alumnos” junto a Lidia, nuestra compañera española.

En los próximos años postulé en dos ocasiones a ser asistente de coach en los programas venideros de la escuela de coaching. En ambas ocasiones me dijeron que muchas gracias, pero no. Razones mayores no hubo, bueno, al menos no me las dieron. Creo que definitivamente ayudó a darme cuenta que le tendría que poner mucho “pino” para desarrollar una carrera de Coach, que esto iba a ser cuesta arriba. Igual me dio fuerzas para enfocarme en que esto no me la iba a ganar. Creo que siempre me sirvió (y me sigue sirviendo) el tener muy presente mi profesión anterior. Abrazar la nueva complementando mis saberes y experiencias pasadas, pero nunca desmerecer ni avergonzarme por lo que fui antes del coaching.

Al poco de certificarme de coach, me despidieron de la empresa en que había estado 5 años como gerente comercial. Y ante la duda de volver a emplearme o independizarme y seguir la profesión de Consultor-Coach, me decidí por la segunda. Acá estoy, 20 años después. Estas dos décadas han sido aprendizaje puro y duro, entretenido y desafiante. Aprendizaje que se hadado de a poco, a pasos pequeños, a caídas y derrotas, como también a triunfos esperados e inesperados, a tomar consciencia de mis propias sombras, atento a feedback sea que me guste o no  y a ver cómo actuar distinto, como ser un mejor profesional y una mejor persona. Aporto en mi caso meterme a estudiar un cuando había, a abrirme a nuevas miradas complementarias (incluso a veces antagonistas), entre las dos principales: lo Matriztico con el Dr. Maturana y la Filosofía Estoica, que por “Logos” que aporta una mirada “alta” de vida (más allá de lo conyuntural).

¿Qué es lo creíble, entonces?

¿Programas de coaching express en que no nos vivimos procesos transformacionales?

¿Quedarnos  con lo que vivimos y aprendimos en programas formales sin continuar trabajando en nosotros mismos?

Y lo que definitivamente no es creíble es lo que pasará en los siguientes segundos o minutos. Frases, videos, reflexiones que te harán cambiar la vida así, sin más. Transformación de vida instantánea, tan instantáneo como el café que NO es café. Tengo que reconocer que algunos los veo hasta el final… para ver qué es lo que supuestamente me cambiará la vida.  

"Lo instantáneo"

Reconozco que el coaching me cambió la vida. Obvio que mi proceso transformacional no acabó al haber recibido el certificado. De hecho ahí comenzó un viaje distinto (a veces con mucho ripio) en que yo me hacía cargo de mi propio cambio (sin coach ni asistente al cual reportar). Como bien dicen los estoicos, pasé a ser director de mi propia consciencia, cuestionador de mi propio discurso interior y mis conductas asociadas.

Ayer 22 de abril del 2024 a las 9:10 de la mañana me encontré con Andrés Del Valle, compañero de programa del ACP que ingresamos juntos hace 20 años atrás. Le comenté sobre esta día especial y no lo podía creer cómo había pasado el tiempo.  Nos contamos en qué estamos cada uno, y antes del abrazo de despedida me dijo: “Tu sí que cambiaste en este tiempo, amigo”.

Ni que lo hubiese programado para escribir estas letras. Gracias por ello, Andrés.

¿Qué 20 años no es nada?

Depende… de cuánto le quieras seguir sumando a tu transformación personal.

#cambio #transformación #transformacional #coaching #crisismitaddevida #sentidodevida #estoicismo #estoico #humbertomaturana #drmaturana

Angélica Suil San Martín

Directora/MBA/Coach/Socia RedMad.

8 meses

Buena historia Adolfo Valderrama Porter !! Siempre HC ! ☺️😄

Roberto Bravo Graubin 😀

Coach, Consultor & Neogeneralista. Ayudo a líderes a reflexionar y sentir.

8 meses

Buena reflexión Adolfo. A mi me pasa que también siente la transformación en mi desde mi inicio en el camino del coaching. Y coincido plenamente que es un caminar, un descubrir que no se acaba, sobre todo porque nos vamos transformando en la convivencia con nuestros coachees.

Ricardo Pau

Fundador de Consultora Creategas Asociados / ESCUELA DE CREATEGAS / Strategy Creative Director / Coach de Vida y Empresa / Speaker / Mentor /

8 meses

pues a seguir repartiendo “Cinard” 😉🤩

Berenice Bardin

Fundadora / Directora en Biotalent Leaders

8 meses

Hola Adolfo, gracias por hacerme conscientizar de mis 20 años también!!!

Nelly Huerta

Especialista en potenciar relaciones personales y laborales

8 meses

Que lindas reflexiones Adolfo, tan simple y tan complejo a la vez! Para mí, mi camino comenzó hace 11 años cuando comenzábamos por esta fecha el Magíster en Biología-Cultural! Y coincido que es el inicio de muchos caminares!

Inicia sesión para ver o añadir un comentario.

Otros usuarios han visto

Ver temas