Inteligencia emocional 1.0

Inteligencia emocional 1.0

Últimamente he estado leyendo sobre Inteligencia Emocional. El libro de Goleman y varios artículos más me han dado una idea de la importancia que  tienen esta serie de capacidades y de cómo pueden beneficiar nuestra vida personal y profesional. No siendo un psicólogo algunos de los conceptos que he leído me resultan confusos y la base fisiológica y médica que sustenta esta corriente de pensamiento se me hace complicada de entender en su totalidad. Por ello voy a intentar explicar, ( y explicarme a mí mismo) los aspectos básicos que me parece pueden ser relevantes.

Empezaré por definir la Inteligencia Emocional como la capacidad de  manejar nuestras propias emociones , de manera que éstas nos permitan tener un ritmo de vida equilibrado que facilite las relaciones con los demás, minimizando así los riesgos de sentirnos invadidos por crisis momentáneas. Para llegar a definirnos emocionalmente inteligentes debemos dominar las siguientes competencias:

• Conocimiento uno mismo; solo una vez hayamos aprendido a distinguir y a reconocer nuestros propios sentimientos, podremos empezar a trabajar sobre nuestra Inteligencia Emocional. Conocernos  a nosotros mismos es clave para desarrollar la empatía, puesto que cuanto más nos conocemos, más abiertos estamos a reconocer las emociones de los demás.
• Capacidad de controlar nuestra emociones; una vez podemos reconocerlas, la capacidad de controlarlas nos permite entablar relaciones de mejor calidad con los que nos rodean. Estar a merced de los impulsos significa sufrir una deficiencia moral, ya que controlar los impulsos constituye la raíz de nuestro carácter y nuestra voluntad. 
• Capacidad de automotivarse; ser capaces de mantener en el tiempo un comportamiento sano, evitando la necesidad de gratificaciones constantes resulta clave para alcanzar un éxito sostenible. Si conseguimos crear un estado de “flujo” estaremos más capacitados para alcanzar las metas que nos propongamos a un costo personal que resulte llevadero.
• Reconocimiento de emociones ajenas; de nuevo entra en juego la empatía. Solo a través de una cierta sensibilidad y comprensión hacia lo que sienten los demás, podemos llegar al  altruismo , que es la base de toda sociedad civil. La  falta de esta sensibilidad desemboca en  falta de consideración, y por consiguiente en el deterioro de las relaciones interpersonales.
• Control de las relaciones; poniendo en práctica las cuatro competencias anteriores conseguiremos un buen nivel de desenvoltura social que nos permita desarrollar habilidades de liderazgo, influencia o popularidad. Un buen control de las relaciones sociales es clave para una vida plena.

Desarrollar nuestra Inteligencia Emocional puede ayudarnos de manera significativa en nuestra vida profesional. Algunas de las áreas de influencia de los Dirigentes  de cualquier empresa moderna, no pueden ser desenvueltas con éxito si no están basadas en sólidas habilidades emocionales. Algunos ejemplos son:

• Organización de grupos; clave para el líder. Movilizar y coordinar esfuerzos de un grupo de individuos.
• Negociar soluciones; un mediador impide la aparición de conflictos y solucionar los existentes.
• Establecer conexiones personales; a través de la  empatía se  favorece el contacto con los demás, potenciando el  reconocimiento , respeto y por consiguiente, el  manejo de las relaciones interpersonales
• Análisis social; detectar sentimientos , motivos e intereses permite profundizar en las relaciones

De manera más específica, podemos analizar los beneficios de aplicar varios principios de Inteligencia Emocional en una tarea tan importante como la de ofrecer una crítica al trabajo de un subordinado. Si es aplicada de manera correcta, la crítica puede ser una herramienta que dé grandes resultados objetivos, a la par que beneficiosa para quien la recibe. De manera contraria puede representar un elemento desmotivador que trunque los resultados derivados de cualquier proyecto. Cualquier crítica debe ser:

• Concreta, circunscrita a hechos puntuales e ilustrada con ejemplos concretos.
• Ofrecer soluciones que vayan en la dirección de los objetivos marcados
• Personal, cara a cara y en privado.
• Sensible con los sentimientos de la persona que la recibe. Adecuada en el tono y en el contenido.

Claramente si seguimos estos principios, los resultados  obtenidos con nuestro ejercicio de crítica serán mucho más exitosos que si nos decidimos por un acercamiento agresivo, hiriente o humillante.

Otro ejemplo de competencia que mejora exponencialmente los resultados obtenidos si se aplica de manera emocionalmente inteligente es  la resolución de problemas en ambientes laborales. Cualquier  conflicto suele empezar como un problema de comunicación; con una suposición gratuita, o con una conclusión precipitada, que suele llevarnos a lanzar un mensaje duro que resulta difícil de entender para el prójimo. Un acercamiento sensible, que tenga en cuenta los distintos puntos de vista y motivaciones involucradas tiene muchas más posibilidades de éxito que cualquier confrontación frontal o imposición jerárquica. Además los efectos de un conflicto resuelto teniendo en cuenta las emociones de todos los elementos, tiene un efecto mucho más duradero en el tiempo.

Daniel Goleman repite varias veces en su libro, que las personas con un alto Cociente Intelectual (CI) pero con un bajo nivel de Inteligencia Emocional, corren el riesgo de acabar trabajando para personas mucho menos inteligentes que ellos, pero que saben desenvolverse mejor en ciertos ambientes sociales. Creo que esta afirmación resume perfectamente  la importancia de cultivar el conocimiento de nuestros sentimientos, nuestro autocontrol, la capacidad mantenernos motivados, y la empatía hacia los que nos rodean.