La Atención Primaria, clave para luchar contra el envejecimiento
El fortalecimiento de la Atención Primaria y la puesta en marcha de actuaciones de prevención y educación de la población, son dos de las áreas prioritarias de los modelos de salud pública del País Vasco, Navarra, La Rioja y Aragón. Frente al envejecimiento de la población se plantea más inversión en niveles asistenciales, y frente a la cronicidad, más integración interdepartamental.
País Vasco
Con una partida de 292.000 euros, el Gobierno Vasco ha puesto en marcha un programa de ayudas para la promoción de la salud en el marco de procesos de participación comunitaria. Esta iniciativa forma parte de un plan estratégico orientado a impulsar la actividad física, la alimentación saludable, el bienestar emocional, y los entornos favorecedores de la salud entre la población. Toda una propuesta innovadora a la que pueden acogerse municipios, mancomunidades y entidades locales de Euskadi, así como los organismos autónomos y las sociedades mercantiles locales.
Este tipo de actuaciones son especialmente relevantes en una CCAA que en 2019 dedicó 3.800 millones de euros a salud, lo que supone 1.730€ por persona. En concreto, el Plan de Salud 2013-2020 persigue consolidar un sistema de salud público de calidad y la integración entre atención primaria y hospitalaria, pero el eje principal es el paciente como centro de todas las políticas.
Atención Primaria
La Atención Primaria representa una prioridad para la Estrategia de Salud del gobierno vasco. Así, la estrategia con vistas a siete años pretende reforzar los niveles asistenciales para lograr una mayor accesibilidad y evitar inequidades en salud.
Entre otras de las ventajas de una Atención Primaria coordinada con otros niveles asistenciales como farmacias se encuentra también el uso adecuado de fármacos, especialmente en pacientes con polimedicación y aquellos medicamentos que requieren un seguimiento especial, y la mejora del tratamiento de enfermedades con gran impacto social y sobre el sistema público como es la obesidad o el cáncer.
Precisamente reducir la cronicidad es otro de los objetivos del Ejecutivo vasco. Para ello propone situar a las personas como el activo central del sistema sanitario. Esto es fundamental si tenemos en cuenta que el 38% de la población vasca de 65 y más años tiene alguna enfermedad crónica, cifra que se duplicará para el año 2040.
Valores
Entre los valores imprescindibles del Plan de Salud 2013-20 se encuentra la universalidad, entendida como el acceso universal a servicios de atención sanitaria de calidad, de protección, prevención y promoción de la salud; la solidaridad, basada en una prestación sanitaria de calidad sin importar la capacidad económica del ciudadano; la equidad, que se define como la ausencia de diferencias sistemáticas y potencialmente evitables en la salud; la calidad de los servicios, con el objetivo de promover la humanización de la atención; la participación ciudadana y de las organizaciones de la sociedad civil; y la sostenibilidad, a través de una mejora de la eficiencia del sector mediante modelos integrados de asistencia y de salud pública.
Precisamente el fortalecimiento del sistema y la optimización de los recursos son claves ante el aumento cada año de los ingresos hospitalarios en el País Vasco. En concreto, en 2011 se produjeron un total de 149 altas por 1000 habitantes, lo que supuso un incremento del 1,6% respecto al año anterior. Las causas más comunes se refieren a las enfermedades del aparato circulatorio, las enfermedades del aparato digestivo y las del aparato respiratorio, embarazo, parto y puerperio.
Más inversión
Entre las metas a alcanzar con vistas al año 2020 la estrategia potencia la salud en todas las políticas, la atención sociosanitaria integral, integrada y centrada en las personas, el envejecimiento activo, y la promoción de la salud infantil y la actividad física. Para ello desarrolla programas específicos como el Plan Estratégico 2020 Actividad Física Salud o el VI Plan para la Igualdad de Mujeres y Hombres Lehendakaritza.
Por otra parte, la inversión es otro de los elementos esenciales no sólo para fortalecer el sistema, sino para consolidar propuestas de mejora los profesionales. Prueba de ello es que de los 2.875 millones de euros destinados al Servicio Vasco de Salud este año, un 67,5% corresponde a gastos de personal -lo que supone un incremento del 4,2% respecto a 2018-. También contempla una partida para la carrera profesional de la plantilla, en concreto 15,8 millones de euros.
Y esto es relevante en una CCAA en la que el año pasado aumentaron un 2,5% los médicos colegiados y un 1,3% los enfermeros. En concreto, 13.874 médicos estaban colegiados en el País Vasco al cierre de 2018, lo que supone un 7,68% más que en 2014. De manera que la tasa vasca por cada 1.000 habitantes se sitúa en el 6,33 por encima de la media estatal del 5,5.