LA ECONOMÍA DE LAS NARANJAS VERDES
Línea de Estrategia, Emprendimiento y Habilidades Gerenciales
Siempre será más fácil arreglar los problemas ajenos que los propios. Los problemas de otros los resolvemos en minutos: son asuntos simples con causas claras y soluciones contundentes. Por el contrario, los problemas propios son una red compleja de circunstancias adversas y llenas de variables externas que nos impiden encontrar una solución.
El presidente Duque está enfrentado a su propio dilema a un año de gobierno: nos ofreció una economía llena de abundantes naranjas jugosas y nutritivas; sin embargo, si aplicamos una prueba ácida a sus políticas para fomentar la economía naranja, podemos concluir que las tales naranjas no existen. Y si algunas existiesen, son tan pequeñas, inmaduras e insípidas que es mejor no atribuirlas a su gestión sino más bien al resultado de la forma como nuestra economía milagrosamente sigue funcionando.
Así que haciendo el ejercicio de solucionar los problemas ajenos -digo ajenos porque aunque vivo en este país no tengo la autoridad para resolverlos-, planteo algunas políticas que podrían ayudar a eliminar la maleza que rodea los escuálidos naranjos del presidente Duque.
Normalizar las plataformas de la economía colaborativa: Se llaman colaborativas porque usted le colabora al dueño de la plataforma, aportando sus propios activos improductivos o subutilizados como carros, bicicletas, motos, habitaciones, computadores, celulares, etc. sin recibir la rentabilidad que se merece por esa inversión (la cual obviamente se genera pero que no es para usted).
Además, le prometen una mínima retribución por las horas-hombre destinadas a gestionar esos activos y la tonta ilusión de ser su propio jefe y quién toma las decisiones del negocio.
Aun así, en un país incapaz de generar empleo decente para sus ciudadanos, deberíamos al menos generar empleo imperfecto disfrazado de emprendimiento, pero finalmente empleo.
¡Qué sería de los migrantes venezolanos si no existiera Rappi y de las amas de casa desesperadas si no existiera Yanbal y Herbalife!
Señores taxistas: esa pelea está perdida, lo que debemos hacerle es darle dignidad a lo que vino para quedarse.
Reformar el sistema de tributación y registro de nuevos emprendimientos: Al estudiar la relación entre los activos de una empresa y la tarifa por renovación de la matricula mercantil, en Bogotá un pequeño emprendimiento con un capital de millón y medio debe disponer del 2,9% de sus activos para renovar su registro en Cámara de Comercio. Una empresa con activos de 100 millones el 0,7%; Una con activos de 1000 millones sólo el 0,1% y Ecopetrol un irrisorio 0,00002%.
Esta inequidad en la cual los que más tienen son los que menos aportan asfixia los emprendimientos mientras las Cámaras de Comercio construyen hermosos edificios y son fortín del clientelismo. Si Ecopetrol tuviera que pagar la renovación de la matrícula mercantil calculando el 2,9% de sus activos, tendría que haber pagado 3,6 billones de pesos este año. ¿Ahora entienden lo grave que es esto?
Si las estadísticas oficiales son ciertas y la mayoría de las empresas no supera los 5 años de vida, no debería ser obligatorio durante ese período el pago de inscripción y renovación de matrículas mercantiles, tampoco el pago de impuesto de renta -si algo ganan-, exención total en el pago de parafiscales, ICA, estampillas y demás contribuciones.
En el papel son cantidades pequeñas pero que proporcionalmente representan un alto costo para las nuevas empresas en comparación con lo que representan esos mismos pagos para las empresas grandes o consolidadas. Usted y yo lo sabemos, eso no sucederá, pero se vale soñar.
Pagos a 30 días: El valiente representante a la Cámara Mauricio Toro ha liderado el proyecto de Ley que obligaría al pago de contratos y facturas a máximo 30 días a pequeñas y medianas empresas. Las grandes empresas, especialmente las de retail y de consumo masivo, se han convertido en un negocio financiero que se basa en el principio de cobrar hoy y pagar después, generando rentabilidades en el camino.
Ese lapso puede llegar fácilmente a 60, 90, 180 días o incluso más. Las empresas pueden sobrevivir con balances en rojo varios años -la contabilidad es creativa-, pero definitivamente no tienen futuro si la caja registradora no suena.
Ministerio y Superintendencia de turismo: Tenemos todo un aparato institucional para la industria minero-energética, pero para el segundo sector de la economía, es decir el turismo, tenemos unas pequeñas oficinas a cargo de funcionarios de segundo o tercer nivel anexas a ministerios o entidades creadas para otras cosas.
Se le debe dar la importancia que se merece. Ministerio exclusivo para fijar políticas y Superintendencia para vigilar y reducir la informalidad.
Exenciones a las inversiones en economía naranja: El exitoso modelo de beneficios tributarios que se aplicó a la industria del cine debería extenderse a todas las industrias creativas. Algunos podrán decir que serán impuestos que se dejarán de recibir para construir miles de escuelitas que de todas maneras jamás se construirán.
La cuestión es que son impuestos que en estos momentos no se generan, empleos que no existen, inversiones que nadie ha querido hacer. Si se generan las condiciones la industria crecerá y los impuestos y empleo llegarán.
Los emprendedores no quieren pescados, tampoco quieren que les enseñen a pescar. Tienen el espíritu, las ideas y la iniciativa necesarias para materializar sus ideas.
Lo único que piden es que no les pongan tantas piedras en el camino, o aprovechando las palabras de Nairo Quintana hace unos días en el Tour de Francia podríamos también decir: “Presidente: a nosotros los emprendedores, no nos gusta que nos jodan nuestro momento”.
Por: Frank A. Prieto Pinto