La esencia de las personas
Ayer mientras estaba cenando, todos los informativos en la televisión, comenzaron su emisión con la noticia del conflicto entre Ucrania y Rusia que se ha agravado los últimos días y el miedo que se utilicen bombas nucleares. En muchas redes sociales, alguna gente ha asegurado que la tercera guerra mundial está cerca, y en ese momento me acordé de una entrevista que vi el pasado sábado con Maruja Torres, célebre escritora barcelonesa. Esta mujer que fue corresponsal de guerra en Beirut en 1982, explicó que adora esa ciudad, la capital del Líbano y que mientras Barcelona es su relación estable, la ciudad de oriente medio es su amante. Ella fue testimonio de la destrucción que sufrió este país tanto en 1982 como en el año 2006, pero incluso entre ruinas y desolación, se sentía como en casa. Vivió varios años allí y muchas veces la he oído hablar sobre el amor que siente por ese lugar lejano en un país minúsculo. Yo la entiendo perfectamente, pues me sucede lo mismo con Munich, lugar donde me siento cómo en casa, y mi alma recuerda perfectamente momentos del pasado donde toqué el cielo con las manos y caí de bruces al suelo poco después. Maruja Torres explicaba que recientemente viajó a Beirut después de muchos años, justo ahora que vuelve a estar en guerra con Israel, y se dio cuenta que la gente joven de menos de 20 años, estaban aterrorizados. Habían vivido una época de paz desde el 2007 y a pesar que los padres y abuelos podían haberles explicado todo lo que sufrieron, una cosa es contarlo y la otra experimentarlo. Y me acordé de esos jóvenes ucranianos de apenas 18 años que les entregaron un arma para luchar por su país cuando comenzó la guerra en el 2022. Sus rostros eran de verdadero horror y miedo. Hace años vi una película libanesa del año 2007 llamada Caramel que relataba la vida de varias mujeres en torno a un salón de belleza. Se tocaba temas como la homosexualidad femenina, el adulterio o las apariencias en la vida. Retrataba un lugar donde se respiraba calma después de años de miedo y dolor, mujeres que destilaban un ligero aire de libertad, sonrientes y felices. La recomiendo sin duda. Y para terminar ayer me acordé de una frase de la escritora Maya Angelou que descubrí en el año 2014, justamente cuando falleció. Sus frases son bonitas, llenas de esperanza y con un empuje que te da alas. Una de ellas dice: Ten el suficiente coraje para creer en el amor una vez más y siempre una vez más. Y la otra que es la que aparece en la imagen reza: La gente olvidará lo que dijiste, olvidará lo que hiciste, pero nunca olvidará cómo les hiciste sentir. Y es una verdad como un templo. Hay personas que aparecen en tu vida por un determinado tiempo, a veces meses, en ocasiones años y no los vuelves a ver jamás. Puedes olvidar momentos que compartiste, palabras que intercambiaste pero la esencia de esa persona, positiva o negativa jamás la olvidarás. Gracias por leerme.