LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL (HOY) NO EXISTE
No nos alarmemos, la IA, según los expertos, hoy por hoy, no existe a pesar de que últimamente esté en boca de todos y que muchas empresas se precipiten en llamar IA a “simples” algoritmos. Lo que si existe y es un hecho es la enorme cantidad de recursos que se están invirtiendo en desarrollarla y en la activa búsqueda y formación de talento que haga posible que se convierta en una realidad. Y lo que es innegable es que, una vez que logre alcanzar su punto óptimo de desarrollo, previsto por los expertos allá para el año 2035-2040, las aplicaciones resultantes nos traerán ventajas y beneficios que hoy, a duras penas, somos capaces de imaginar. Pero todo ello no llegará hasta que el desarrollo de la Inteligencia Artificial supere las barreras que actualmente lo frenan.
Vayamos por partes. ¿A que estamos llamando hoy IA? Dado que como hemos dicho y según los expertos la IA no está desarrollada o dicho de otro modo, está actualmente en su fase embrionaria, lo que hoy conocemos como IA no son más que algoritmos precisos y muy perfeccionados que tienen la capacidad de “responder” en entornos controlados y concretos de forma similar a la que podría hacerlo un humano. Todo ello de forma finita o limitada por el propio algoritmo. Porque no olvidemos que la IA persigue que una maquina pueda comportarse de la misma manera que un humano y pueda aprender y modular su comportamiento de la misma manera que lo hacemos las personas. He aquí la gran diferencia y el gran reto que supone la IA. Frente a un algoritmo predeterminado, la IA debe enfrentarse al aprendizaje de características inherentes solo al ser humano.
Por un lado y siempre según los expertos, las dos principales barreras que actualmente frenan el desarrollo de esta poderosa tecnología serían por un lado, el hardware necesario para albergar los datos infinitos que debe analizar y procesar de forma inmediata y, como consecuencia de lo anterior, la segunda barrera se refiere precisamente, al desarrollo de un método de “gestión” eficaz de análisis de esta enorme cantidad de datos que precisa la IA para que, realmente, pueda llamarse así. Porque no olvidemos que el desarrollo de la IA debe enfrentarse al reto de imitar el comportamiento humano y aquí entran las características únicas que nos diferencian: un carácter imprevisible, la capacidad de mentir, de sentir, la creatividad, la capacidad de cambiar de opinión, la percepción del entorno (distinta para cada uno de nosotros), etc., etc...
Por otro lado y teniendo en cuenta el objetivo que persigue la IA: simular el comportamiento humano en toda su extensión, resulta muy interesante analizar este hecho ya que si la IA “aprende” de la persona o personas, es decir, de modo individual o colectivo, no parece descabellado presumir que la IA siempre irá por detrás del comportamiento humano ya que no podrá aprender lo que todavía no ha sucedido. Aquí de nuevo entramos en el parámetro del carácter imprevisible inherente a nuestra especie. Así pues, parece lógico pensar que las aplicaciones de IA que se desarrollen estarán limitadas a entornos y circunstancias concretas aunque estas puedan ser muy amplias. La otra opción es que el ser humano "evolucione" o cambie hasta hacerse predecible. Pero este es otro interesante tema que nos obligaría a hablar de la alienación que puede suponer para la especie humana hacer un mal uso de las tecnologías. Lo que queda claro, de nuevo, es que necesariamente la persona; las personas, deben estar en el centro o ser protagonistas de los desarrollos tecnológicos o de la Transformación Digital.
En resumen, el desarrollo de la IA supone un gran reto para los profesionales del sector. Un reto que quedó plasmado en la mesa redonda que se celebró ayer en CORREOS LABS y que llevó por título “INTELIGENCIA ARTIFICIAL: CÓMO LA USAMOS HOY” en la que participaron expertos como Felipe García, Presidente de Knowdle Media Group y CEO de Buaala; David Fidalgo, CEO de Y-mobility y vicepresidente de AEVA; Aurelio Jiménez, COO de Zapiens y Jordi Mansanet, Ingeniero Jefe de Solver Machine Learning. A todos ellos quiero agradecer desde aquí que pongan algo de luz en este entorno tecnológico que tanto ruido provoca a veces. Un reto apasionante, el de la IA, que según estos expertos no podrá superarse sin antes vencer las grandes barreras mencionadas: mejoras del hardware y el software y, al parecer esto no será posible sin el desarrollo de sistemas cuánticos.
Dejare para más adelante otras consideraciones importantes y que afectan, también, al desarrollo de esta tecnología y que no son otras que los aspectos éticos, morales y legales que deben aplicarse para que la IA esté al servicio de la sociedad porque, como digo, el debate de la “esclavitud” humana frente a la tecnología es amplio y apasionante y merece ser tratado en toda su dimensión.