Como todo, cada persona tiene su cruzada personal navideña, además de una forma diferente de afrontar esta época. Y las complicaciones aumentan cuando se juntan -casi irremediablemente- distintas personalidades para celebrar las fiestas. Pero independientemente de en qué categoría te veas, podemos encontrar personas a las que afecta negativamente -al menos hasta cierto punto- el estrés de la Navidad. Es lo que el psicólogo Ángel Luis Guillén denomina el “síndrome del Grinch”, que lejos de ceñirse a un único perfil, puede desencadenarse en diferentes tipos de personas:
- Personas que están atravesando un proceso de duelo. Las Navidades son un momento especialmente difícil, ya que es donde es evidente la falta de ese ser querido, y nos van a traer un montón de recuerdos. Abrácelo y acompáñelo en silencio.
- Personas con ansiedad social. Las fiestas de empresa, las celebraciones con amigos, las cenas familiares, son un verdadero martirio para las personas que sufren fobia social.
- Personas con problemas de conductas alimentarias (TCA). Todas las celebraciones giran en torno a comidas y cenas interminables, llenas de dulces y con una grandísima presión de los demás para comer y beber. No lo obligue a comer, lo está pasando mal entre tanta comida y que más encima los obliguen.
- Rasgos obsesivos perfeccionistas. Los perfeccionistas son personas que necesitan tener todo bajo control y que esté de la manera adecuada según su punto de vista: los cubiertos, platos, vasos, decoración. Ayúdelo a distraerse y a que disfruten el momento.
- Personas con problemas de control de impulsos o adicciones. En Navidad parece que todo está permitido, no hay problema por "pasarse varios pueblos", beber alcohol durante varios días seguidos, comer de manera compulsiva, o fumar cuando nunca se fuma. Celebración medida. No lo deje solo si se sobrepasó.
- Personas con tendencias conflictivas y/o narcisistas. En todas las cenas o comidas van a surgir discrepancias, diferencias de opinión, y es algo normal y natural en toda interacción social. Sin embargo, hay personas a las que les encanta debatir y tener la razón a toda costa, incluso viéndose legitimados si tienen que utilizar una cierta agresividad verbal. No discuta y disfrute.
No seamos como "The Grinch" y preocupémonos de disfrutar estas fiestas. Si al lado suyo tiene un "Grinch", trate de hacerle un regalo de Navidad, empatice con él y entiéndalo. Sea generoso y póngase en sus zapatos al menos está noche. Su comportamiento "Grinch" es por algún dolor que aumenta en estas fechas.