Las consecuencias del aumento del precio del petróleo
Sube el precio del petróleo, y cambia la risa de barrio según el país que se encuentre uno. En términos porcentuales los movimientos en el precio para 2018 sobrepasan los dos dígitos. Esto coloca al precio del petróleo en niveles no vistos en los últimos tres años y hace que los escenarios de presupuestos de los países se deban mover y adaptar.
Fuente: Nasdaq.
Lo que nos interesa son los beneficios que, por ejemplo, podrían traer para las arcas de la economía mexicana.
Por un lado, los ingresos derivados de la comercialización del crudo pueden aumentar. Y aunque la producción de Pemex tuvo una caída de 6.3 por ciento comparado con el año anterior, parte de este incremento debe compensar el efecto.
No es conveniente fiarse de estas cifras entre tanta volatilidad. Los actores del mercado estarán al pendiente tanto de inventarios, como de guerras comerciales o incluso ruptura de relaciones entre países como es el caso de Irán, y que hace que países que tengan compras comprometidas deban descontinuarlas.
Un escenario político que afecta a lo económico.
Cuando el petróleo registró sus niveles más altos, en 2011, tuvo consecuencias negativas para la economía norteamericana, por la alta dependencia que tienen de combustibles fósiles. Por otro lado, tras la reforma fiscal de 2014, México solo depende en 11,3% del petróleo.
En el futuro, las autoridades deben buscar los mecanismos para evitar concentrarse y depender significativamente del crudo, algo que está en proceso y que tras las diferentes reformas así se ha visto, y apostar por una fiscalidad integrada y moderna que permita una recaudación fiable y un flujo de ingresos previsible.